Alianza Cívica se retira de la mesa de negociación

Presionan a Ortega a garantizar un mejor ambiente y le reiteran la liberación de presos políticos

La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia le elevó la parada al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo este domingo, al hacer público su retiro de la mesa de negociación, hasta que el régimen dé muestras de buena voluntad para retomar las conversaciones que buscan una salida a la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril pasado.

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“La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia retomará su asistencia a la Mesa de Negociación una vez que el Gobierno de Nicaragua brinde al país muestras contundentes para encontrar soluciones integrales a la crisis que vive el país y que contribuyan al ambiente de paz”, dice parte de las demandas de la Alianza Cívica, en el comunicado.

Asimismo, expresa que para que haya voluntad, Ortega deberá dar muestras concretas, como: a) Libertad de presos políticos, b) Cese de la represión y los secuestros. c) Plena observancia y respeto de estándares internacionales para el tratamiento de los presos políticos, incluyendo la prohibición de tratos crueles, inhumanos y degradantes y brindando pronta asistencia médica a reclusos y d) Cese del hostigamiento a los familiares de los detenidos.

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Seguirán consulta con distintos sectores

Además expresan que la Alianza Cívica continuará su proceso de consulta interna y externa con diversos actores, entre ellos, familiares de presos políticos y diversas organizaciones de la sociedad civil. “Ante la llegada al país de una delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Alianza Cívica solicitará una reunión bilateral para conocer sobre la misma y plantear su visión de la crisis que vive el país”, expresa la Alianza Cívica en el comunicado.

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La reacción de la organización opositora se da un día después que Daniel Ortega diera a conocer su agenda en las negociaciones con la Alianza Cívica, en la que revela sus intenciones de rechazar elecciones anticipadas y no tener voluntad de liberar a los procesos políticos.

Los puntos que plantea Ortega en su agenda son: reformas electorales para los comicios de 2021, liberación de presos políticos no juzgados y revisión de expedientes condenados, además de gestiones internacionales para suspender las sanciones económicas a su régimen.

La dictadura también propone discutir los derechos constitucionales arrebatados a los nicaragüenses desde abril de 2018, pero sin citarlos o reconocerlos como derechos violados por la administración Ortega-Murillo: “Continuar fortaleciendo las libertades, derechos y garantías establecidas en la Constitución Política de la República”, dice el comunicado de la dictadura dado a conocer el sábado.

Propuesta no refleja voluntad

La propuesta del dictador constituye para la Alianza Cívica una falta de voluntad que se aleja de las demandas de la población que demanda elecciones anticipadas, cese de la represión y libertad a todos los presos políticos que el régimen tiene en condiciones inhumanas como castigo por demandar que se vayan del poder.

Una fuente de la Alianza Cívica explicó que  sobre una posible contradicción entre los puntos a) y c) expresaron “que el respeto a los estándares internacionales debe darse mientras se atiende la demanda de liberación de presos políticos y para que el mundo conozca que esos estándares no se han cumplido”.

“Ortega, un secuestrador sin salida”

José Luis Velásquez, ex embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), calificó al dictador, Daniel Ortega, de ser “un secuestrador sin salida” de    quien señala además tiene “la pelea perdida  a nivel nacional e internacional”.

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“Luego de la masacre a las protestas civiles, Ortega ganó la calle a punto de represión, pero perdió legitimidad y credibilidad frente a la comunidad internacional”, aseguró el ex diplomático.

A juicio de Velásquez, con el diálogo o negociaciones, Ortega “abre una escaramuza”, con el fin “de ganar tiempo y ver a la vez si la correlación de fuerzas externas cambia a su favor si es que Nicolás Maduro se vuelve a equilibrar y si logra algo con el amago de diálogo para tratar de convencer a la comunidad internacional para que le levante las sanciones”, señaló el también analista político.

Velásquez reitera que Ortega, no tiene salida, por tanto, la Alianza Cívica deberá ser firme en sus demandas y planteamientos que es la restitución del Estado de Derecho.

“Ortega tiene un recurso, tiene secuestrado al pueblo de Nicaragua; es  como un secuestrador que se mete a un banco y la policía lo cercó, entonces, él (Ortega) está negociando con la vida de los rehenes; pero la Alianza Cívica debe aprovechar que Ortega tiene perdida la correlación de fuerzas internas y externas y que en el diálogo solo trata de obtener dos cosas; trata de detener las sanciones internacionales y esperar que Maduro,  su principal aliado, se vuelva a estabilizar, cosa que es muy difícil, por lo que Ortega está bajo presión”, enfatiza el  ex embajador de Nicaragua en la OEA, durante la presidencia de Enrique Bolaños.

Velásquez además, señala que otro round que perdió Daniel Ortega, es la salida de los Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) tras hacer público su rechazo en participar como testigos y acompañantes de las negociaciones.

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“El retiro de los Obispos, un sector creíble de la sociedad, es un round perdido para Ortega y posiblemente no va lograr que le levanten las sanciones. En los 80, hasta que cayó el Muro de Berlín y la Unión Soviética, suma a la hiperinflación, se sentó Ortega a negociar. Posiblemente esté apostando a eso de nuevo, pero ahora las circunstancias son distintas”, asegura Velásquez.

En relación a las gestiones del Nuncio Apostólico y la presencia de la OEA, de acuerdo a Velázquez, ambos actores podrían “incidir que tanto Ortega y la Alianza Cívica se vuelvan a sentar en la mesa, pero Ortega la tiene perdida”.

Ortega también quiere presionar

El analista político, Eliseo Núñez, sostiene que la agenda presentada por el régimen este sábado, solo tiene las intenciones de meter presión.

“Ese comunicado del gobierno es para sus bases, y además, quiere presionar y dar la imagen que tiene el control, pero él sabe que no es así, aunque si es eso lo que ellos aspiran”, considera el politólogo.

Núñez es de la opinión que el gobierno está obligado a busca “a buscar un punto medio” que vaya creando las condiciones para sentarse “y que esto propicie condiciones para que realmente se negocie y se buscan las alternativas de buscar soluciones concretas a las grandes demandas que el país plantea; elecciones anticipadas y restitución de los derechos constitucionales”.