El retorno a clases de más de 9 millones de estudiantes en Colombia, abarca desde preescolar hasta secundaria, sirve como una oportunidad para que los nuevos gobernadores y alcaldes aborden los desafíos en acceso y financiamiento educativo. Los retos incluyen la financiación, la reducción de brechas de acceso y calidad educativa, especialmente en zonas urbanas, rurales y entre grupos vulnerables.
La educación, fundamental para el desarrollo y la equidad social, enfrenta desafíos globales. La falta de acceso a la educación profundiza las desigualdades y perpetúa la pobreza. Según la UNESCO, hay millones de niños y adultos sin educación en el mundo, con una mayoría de adultos analfabetos siendo mujeres.
En Colombia, datos del Ministerio de Educación Nacional muestran que cerca de 2 millones de niños y adolescentes no tienen acceso a la educación. A pesar de una inversión significativa en educación, el país aún está rezagado en comparación con otros países de la región en términos de gasto por estudiante.
Un estudio liderado por el Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Hacienda identificó que el presupuesto educativo debería aumentar significativamente para abordar la desfinanciación en el país. Los planes de desarrollo departamentales y municipales deben incorporar estrategias para mejorar el acceso y la calidad educativa.
La participación ciudadana en la construcción de los planes de desarrollo y en la supervisión del presupuesto educativo es crucial. Además, es necesario que el Gobierno Nacional incremente el financiamiento en educación, asegurando una asignación justa de recursos en todos los niveles educativos, incluyendo la educación universitaria. Esto garantizará el derecho a una educación de calidad para todos y contribuirá al bienestar y progreso del país.