La economía india muestra un sólido crecimiento, pero estas deben ser las 5 principales prioridades del nuevo gobierno para mantener el impulso

El gobierno tiene una tarea clara para el próximo mandato. Deberá centrarse en impulsar el consumo privado, el empleo, las exportaciones, la inversión privada y elaborar una hoja de ruta para la reducción de la deuda.

El resultado de las elecciones generales ha tomado un giro sorprendente, diferenciándose tanto de las predicciones de las encuestas de salida como de las expectativas del mercado. Sin embargo, la agenda para el próximo gobierno permanece firme.

Entre muchas cosas, debe enfocarse en acelerar el crecimiento, abordar el estrés rural, crear oportunidades de empleo en manufactura y servicios, impulsar el consumo y la inversión privada, y enfrentar los desafíos específicos de cada sector para aumentar las exportaciones.

El nuevo gobierno ha heredado una economía que muestra un crecimiento vigoroso. Las cifras del Producto Interno Bruto (PIB), publicadas justo antes de los resultados electorales, continuaron sorprendiendo al alza, superando las estimaciones previas y las expectativas del mercado.

Ciertamente, el PIB recibió un impulso debido al fuerte crecimiento de los impuestos netos (gracias a impuestos más altos y menores subsidios). Incluso utilizando el indicador más limpio del Valor Agregado Bruto (VAB), India registró un crecimiento decente del 7.2 por ciento en 2023-24.

El empuje agresivo del gasto de capital por parte del gobierno, la salud financiera del sector bancario que impulsa el crecimiento del crédito y las exportaciones de servicios boyantes respaldadas por el crecimiento de los Centros de Capacidades Globales, han proporcionado un impulso al crecimiento en los últimos años. Pero mantener este alto ritmo de crecimiento requiere abordar algunos puntos de dolor persistentes en la economía.

LEAR  Informe del miércoles - The New York Times

Estimular el crecimiento del consumo privado

Aunque el PIB de 2023-24 registró un robusto crecimiento del 8.2 por ciento, este crecimiento no es generalizado. El consumo privado —el pilar de la economía— creció apenas un 4 por ciento.

La demanda de productos de consumo masivo ha permanecido débil, posiblemente debido a la alta inflación y al menor crecimiento salarial. La demanda rural también ha sido débil debido a las malas lluvias del año pasado y al desempeño moderado del sector agrícola.

Se observan señales iniciales de recuperación en la demanda rural, como se refleja en el crecimiento de las ventas de productos de consumo masivo (FMCG, por sus siglas en inglés), pero estas necesitan mantenerse. La distribución espacial de las lluvias y señales duraderas de disminución de la inflación alimentaria serán críticas para que la demanda repunte.

¿Qué puede hacer el gobierno para impulsar el consumo? Típicamente, la baja demanda se aborda a través de políticas fiscales y monetarias expansivas. Si el gobierno elige seguir el camino de la consolidación fiscal, junto con un impulso al gasto de capital, una reducción más pronunciada de los impuestos puede ser difícil.

El gobierno todavía está a cierta distancia de alcanzar su objetivo de déficit fiscal a mediano plazo del 4.5 por ciento para 2025-26. Sin embargo, se podría considerar una revisión de las tasas del GST ya que ayudaría en la racionalización de impuestos y la reducción de la carga impositiva.