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Supercarga las experiencias de aprendizaje con Neuroeducación en el aula
Los estudiantes de hoy pueden ser bastante selectivos cuando se trata de educación. Si bien las estadísticas revelan un aumento en el número de personas a favor del aprendizaje continuo, las limitaciones de los métodos de aprendizaje convencionales han hecho más difícil que nunca atraer y mantener la atención de los estudiantes. Entonces, como educador o profesional de eLearning, ¿has considerado si has aprovechado al máximo tu plan de estudios? ¿Es lo suficientemente óptimo para atraer (y retener) nuevas caras en tu audiencia? Es hora de cambiar de marcha y canalizar los principios de la neuroeducación en nuestras aulas. Sumergámonos en por qué un enfoque basado en la neuroeducación puede crear entornos de aprendizaje óptimos que ayuden a los estudiantes a aprovechar su potencial y superar las expectativas.
Un enfoque basado en la neuroeducación para el diseño del aula y el plan de estudios
La neuroeducación ofrece un inmenso potencial para cultivar espacios de aprendizaje equitativos y neuroinclusivos que celebran la singularidad cognitiva y proporcionan herramientas para una búsqueda de conocimiento de por vida basada en las necesidades y características individuales. Al canalizar la neurociencia y la psicología educativa para elevar sus enfoques pedagógicos, no es de extrañar que los educadores puedan beneficiarse en gran medida de un plan de estudios basado en la neuroeducación. Veamos cómo hacer que eso suceda.
1. Enfoque en el aprendizaje multisensorial
Alineándose perfectamente con el concepto y los principios de la neuroeducación, el aprendizaje multisensorial puede abordar las diversas necesidades de aprendizaje para atender a un grupo diverso de estudiantes. Las actividades de aprendizaje multisensorial fomentan una mejor retención, mejoran la participación al captar la atención y promueven la noción de adaptabilidad. Además, los planes de estudios basados en el compromiso de los sentidos son más efectivos para estimular la curiosidad y alentar a los estudiantes a adoptar una postura más proactiva en el proceso de aprendizaje.
Por ejemplo, los materiales visuales, elementos auditivos, actividades táctiles o incluso proyectos multisensoriales cautivan a los estudiantes y ayudan a reforzar los conceptos de aprendizaje de manera mucho más eficiente. Dado que la entrada sensorial involucra simultáneamente múltiples regiones cerebrales, las prácticas de aprendizaje multisensorial ayudan en la formación de vías neuronales más sólidas que solidifican la adquisición y retención del conocimiento.
2. Personalizar el aprendizaje
Como siempre, el aprendizaje personalizado es el camino a seguir. Las aulas basadas en la neuroeducación permiten a los educadores modificar y diferenciar la instrucción para satisfacer mejor la singularidad cognitiva de cada estudiante. Basado en los sistemas de aprendizaje naturales del cerebro, este enfoque abraza el ajuste y la personalización del plan de estudios para ayudar a los estudiantes a adquirir, procesar y retener información de manera orgánica a niveles óptimos. Por lo tanto, existe una gran flexibilidad, tanto para los instructores como para los estudiantes, ya que el aprendizaje personalizado en entornos basados en la neuroeducación acomoda una amplia variedad de actividades de aprendizaje, al tiempo que celebra la neurodiversidad dentro del aula.
3. Promover el bienestar físico y mental
La neuroeducación ilustra la intrincada conexión entre la función cognitiva y la salud física y mental. En palabras simples, para un rendimiento cognitivo óptimo, uno debe esforzarse por cuidar su bienestar general. Por lo tanto, para promover el bienestar físico, mental y cognitivo, los educadores deben crear espacios de aprendizaje de apoyo que enseñen a los estudiantes cómo prosperar física, mental y cognitivamente.
Por ejemplo, pausas cortas para hacer ejercicio, consejos de nutrición y técnicas de regulación emocional son algunos aspectos fundamentales que los instructores deben incorporar en su plan de estudios basado en la neuroeducación. Este conocimiento puede ayudar a los estudiantes a cultivar hábitos más saludables, desarrollar inteligencia emocional y mejorar su rendimiento general.
4. Crear asociaciones positivas
Para crear planes de estudios sólidos con mejores resultados de aprendizaje, los educadores e instructores deben centrarse en establecer vínculos positivos entre los estudiantes y el proceso de aprendizaje. No es ningún secreto que el estrés reduce la capacidad mnemotécnica y otros procesos cognitivos. Como tal, es mejor detectar y abordar los factores estresantes desde el principio, en lugar de permitir que los estudiantes se sientan abrumados y se retiren del proceso de aprendizaje. En lugar de permitirles rumiar sobre su miedo al fracaso, ¿por qué no enseñarles a identificar sus patrones negativos y replantear los obstáculos como oportunidades? Después de todo, las asociaciones positivas con el aprendizaje ayudan a los estudiantes a desarrollar mecanismos de afrontamiento más sólidos, aumentar su disfrute y mejorar la atención y retención.
5. Seguir la investigación
Los últimos descubrimientos neurocientíficos se publican por una razón. Los educadores y profesionales de eLearning deben trabajar en cultivar la alfabetización en neurociencia, o neuroliteracidad, una habilidad valiosa en entornos de aprendizaje contemporáneos y más allá. La neuroliteracidad se refiere al proceso de familiarizarse con las diferentes funciones cerebrales y utilizar este conocimiento para adaptar y guiar los sistemas de aprendizaje naturales del cerebro hacia resultados óptimos.
Especialmente dentro de un aula, donde lo inesperado debe ser esperado, investigar y aprovechar los hallazgos neuroeducativos ayuda a los educadores a prepararse para satisfacer las necesidades de aprendizaje individuales y optimizar sus enfoques pedagógicos. Es manteniéndose informado que podrán llegar a una audiencia más amplia.
6. Aprovechar la tecnología
La integración de la tecnología es invaluable en los espacios de aprendizaje contemporáneos. No solo promueve la alfabetización digital, una habilidad fundamental para la vida personal y profesional de un individuo, sino que también aumenta el proceso de aprendizaje a través de experiencias de aprendizaje creativas, inmersivas e interactivas que mejoran los resultados. Por último, el acceso a herramientas de vanguardia, como la inteligencia artificial, la realidad virtual y aumentada, permite a los estudiantes comprender cómo encaja la tecnología en el gran esquema de las cosas; la destreza tecnológica más allá de la mera alfabetización aumenta la autosuficiencia y fomenta la confianza en uno mismo, allanando el camino para un mayor desarrollo, innovación o incluso cambios de carrera.
Consejos y prácticas adicionales para tu aula
Ya sea que estés enseñando una clase en persona de K-12 o capacitando a empleados a través de cursos en línea, es bueno inculcar prácticas y hábitos que lleven la esencia de la neuroeducación. Aquí tienes algunos consejos más sobre cómo llevar la neuroeducación a tu aula.
Meditación y escritura en diario
La reflexión metacognitiva a través de la escritura en diario ayuda a identificar patrones de pensamiento negativos, mejora la autoconciencia y fomenta la autodisciplina. La meditación es una habilidad que tiene como objetivo enseñar paciencia y desarrollar resiliencia al tiempo que permite a los estudiantes regular y procesar sus emociones.
Establecer metas
Enseñar a los estudiantes a diseñar sus propios caminos hacia metas cultiva habilidades fundamentales que perduran toda la vida. Desde establecer objetivos hasta idear planes de acción y lidiar con obstáculos inesperados en el camino, los estudiantes se familiarizan con lo que significa perseverar, superar, tener éxito y fallar. Más allá de la capacitación o la educación formal, establecer metas es una práctica esencial que todos deberían dominar.
Actividad física y ejercicio
Hacer ejercicio con fines recreativos promueve la neurogénesis, la capacidad del cerebro para crear nuevas conexiones neuronales en respuesta a estímulos desconocidos. La actividad física también es una excelente manera de regular las emociones, reducir el estrés y establecer hábitos saludables de por vida. Por supuesto, el ejercicio físico puede ser estresante en un contexto de aula y no es tan efectivo cuando es obligatorio; es mejor dejar que los estudiantes elijan lo que les funcione ofreciéndoles una amplia gama de opciones.
Debido a su profundo impacto en el desarrollo cognitivo, emocional y social, el arte tiene el poder de transformar las experiencias educativas para estudiantes de todas las edades y orígenes. Al proporcionar oportunidades de enriquecimiento a través de la formación en arte, los estudiantes pueden crear asociaciones positivas con el proceso de aprendizaje, fortalecer las capacidades mnemotécnicas, mejorar las habilidades motoras y sociales, y descubrir nuevas vías hacia la autoexpresión.
Conclusión
Con la disminución constante de la atención en esta realidad acelerada, los educadores y profesionales de eLearning necesitan tanta ayuda como puedan obtener para crear espacios de aprendizaje óptimos que celebren la neurodiversidad y promuevan el bienestar general de los estudiantes. A través de un enfoque basado en la neuroeducación para el diseño del plan de estudios y el aula, podemos cambiar el juego para todos los estudiantes, preparándolos para el éxito a largo plazo. ¡Es seguro decir que la neurociencia no es solo para los neurocientíficos!
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