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El sindicato industrial más grande de Alemania se está preparando para una batalla sobre salarios en los corazones industriales del país después de pedir un aumento del 7 por ciento para millones de trabajadores de la electricidad y el metal.
IG Metall dijo el lunes que su junta recomendó a los negociadores buscar el aumento salarial para un período de 12 meses para 3.9 millones de trabajadores en el sector, que es la columna vertebral de la economía alemana y un indicador para los acuerdos salariales en otros sectores.
La propuesta probablemente será recibida con frialdad por parte de los líderes de la industria que han enfrentado una crisis energética desencadenada por la invasión de Rusia a Ucrania y una recesión más amplia en la mayor economía de la UE. La asociación de empleadores ya había sugerido un congelamiento salarial en el sector, que incluye a muchos trabajadores de la vasta industria automotriz de Alemania.
La demanda de un aumento salarial del 7 por ciento en una de las áreas más débiles de la economía alemana refleja los esfuerzos continuos de los trabajadores por recuperar poder adquisitivo después del mayor aumento de la inflación en una generación hace dos años.
Pero también es probable que preocupe al Banco Central Europeo, que cuenta con una moderación de las demandas salariales para ayudar a reducir la inflación a su objetivo del 2 por ciento el próximo año.
“El BCE estará observando estos desarrollos con atención”, dijo Tomasz Wieladek, economista de T Rowe Price. “Si los salarios resultan ser rígidos, ya que los sindicatos tienen mucho más poder de negociación de lo habitual, el BCE podría tener que retrasar los recortes o reducirlos más lentamente de lo esperado.”
El banco central redujo su tasa de depósito de referencia por primera vez en cinco años a principios de este mes.
La demanda se produce cuando Eurostat, la agencia estadística de la UE, publicó cifras el lunes que mostraban que los costos laborales en la Eurozona se aceleraron a principios de este año, aumentando a una tasa anual del 5.1 por ciento en el primer trimestre, frente al 3.4 por ciento en el trimestre anterior.
En Alemania, los salarios acordados colectivamente aumentaron un 6.2 por ciento en el primer trimestre, la mayor tasa en casi una década.
IG Metall dijo que su propuesta se basaba en “el persistente nivel de precios” y la “situación económica en la industria”.
La demanda salarial es mucho más alta que la última tasa anual de inflación en Alemania del 2.8 por ciento en mayo. También llega después de que los trabajadores en el sector recibieran un aumento salarial del 8.5 por ciento repartido en dos años, además de un bono único de 3.000 euros después de la última negociación salarial en 2022.
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“Los pagos únicos realizados por los empleadores en el último acuerdo de negociación colectiva han sido absorbidos por la inflación”, dijo Nadine Boguslawski, miembro de la junta del sindicato. “Las empresas tienen un cómodo stock de pedidos, los empleados tienen que trabajar duro.”
La producción en la extensa industria eléctrica y metalúrgica de Alemania cayó un 2.4 por ciento en el primer trimestre de este año, lo que llevó la caída desde antes de que la pandemia golpeara en 2020 al 14 por ciento, según la asociación de empleadores Gesamtmetall del sector.
“Actualmente no hay nada que distribuir”, dijo Harald Marquardt, negociador principal de los empleadores en la región de Baden-Wurtemberg en el sur de Alemania, donde se encuentran los fabricantes de automóviles Porsche y Mercedes, la semana pasada. “Lo que más nos preocupa es que en los próximos cinco años casi la mitad de las empresas planea trasladar aún más sus inversiones al extranjero.”
IG Metall desestimó los comentarios de Marquardt como “faltos de respeto”, agregando que los libros de pedidos en el sector tenían una demanda adicional de más de un mes en comparación con los niveles típicos. El sindicato tiene previsto finalizar su demanda salarial el mes que viene antes de que comiencen las negociaciones en septiembre.