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Las ventas minoristas británicas se recuperaron mucho más de lo esperado a medida que los consumidores se volvieron más confiados en medio de una desaceleración de la inflación, lo que brinda algunas buenas noticias sobre la economía antes de las elecciones.
La cantidad de bienes comprados aumentó un 2,9 por ciento entre abril y mayo, tras una fuerte contracción el mes anterior y marcando el crecimiento más rápido desde enero, informó la Oficina de Estadísticas Nacionales el viernes.
El clima más cálido ayudó a impulsar el gasto en ropa y muebles, según indicó la ONS, con el aumento superando la expansión del 1,5 por ciento pronosticada por los economistas encuestados por Reuters.
Las finanzas públicas también resultaron mejores de lo esperado en los dos primeros meses del año financiero, según datos separados publicados el viernes, pero continúan señalando enormes desafíos para el próximo primer ministro.
La ONS revisó al alza las ventas minoristas de abril, de una caída del 2,3 por ciento a una disminución del 1,8 por ciento. La revisión, junto con el fuerte crecimiento de las ventas del mes pasado, sugiere que el crecimiento económico en el segundo trimestre podría ser más fuerte de lo previsto actualmente, según Rob Wood, economista de Pantheon Macroeconomics.
En el primer trimestre, la economía creció un 0,6 por ciento, la más rápida en dos años y suficiente para sacar al Reino Unido de la recesión.
Aunque las cifras muestran una marcada mejora económica, pueden ser demasiado tarde o demasiado modestas para aumentar las posibilidades electorales del Partido Conservador, que está detrás del Laborista por 20 puntos a menos de dos semanas de la jornada electoral el 4 de julio.
Datos separados publicados por la empresa de investigación GfK mostraron que la confianza del consumidor aumentó por tercer mes consecutivo en junio hasta su nivel más alto desde noviembre de 2021, aunque seguía muy por debajo de su promedio pre-pandémico de 2015-19.
Pero la actividad empresarial en el Reino Unido se expandió a la tasa más lenta desde noviembre, según una encuesta muy seguida que sugirió que las decisiones de gasto se detuvieron debido a las elecciones generales. También señaló la “terquedad” de las presiones inflacionarias.
Andrew Wishart, economista de Capital Economics, dijo que los datos de ventas minoristas de mayo mostraron “signos tentativos de que el fortalecimiento del crecimiento real de los ingresos ahora que la inflación ha vuelto al objetivo se está reflejando en un gasto más fuerte”.
Agregó: “Con la inflación volviendo al objetivo y la confianza del consumidor mejorando, es probable que las ventas minoristas sigan fortaleciéndose”.
El endeudamiento del sector público fue de 33,5 mil millones de libras en los dos primeros meses del año financiero, 0,4 mil millones de libras más que en el mismo período de dos meses del año anterior, pero 1,5 mil millones de libras menos que los 35 mil millones de libras pronosticados por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, el organismo fiscal del Reino Unido. El endeudamiento en mayo también fue mayor que el año anterior a medida que aumentaron el gasto del gobierno en servicios públicos y prestaciones, pero el aumento fue menor de lo previsto por la OBR.
Sin embargo, el desafío en torno a las finanzas públicas sigue siendo significativo para cualquier gobierno entrante. La deuda pública —la suma de los préstamos pasados a lo largo del tiempo— en relación con el tamaño de la economía aumentó al 99,8 por ciento en mayo, un incremento de 3,7 puntos porcentuales respecto al año anterior y el nivel más alto desde principios de la década de 1960.
Alex Kerr, de Capital Economics, dijo que los datos de las finanzas públicas de mayo “brindaron algunas noticias positivas sobre la posición fiscal después de la reciente racha de resultados peores de lo esperado”. Pero agregó que “hacen poco por reducir la magnitud del desafío fiscal que espera al próximo gobierno después de las elecciones generales”.
El índice de producción compuesta flash del PMI del Reino Unido de S&P Global —donde cualquier cifra por encima de 50 representa crecimiento— cayó por debajo de las expectativas de los analistas a 51,7 en junio desde 53,0 en mayo, según datos también publicados el viernes.
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La desaceleración fue impulsada por empresas del sector de servicios que informaron que las decisiones de gasto se detuvieron antes de las elecciones generales. Preocupantemente, la encuesta también mostró que el crecimiento de los precios cobrados en todo el sector privado alcanzó un máximo de cuatro meses en junio.
Chris Williamson, economista de S&P Global Market Intelligence, dijo que si bien una desaceleración en el crecimiento económico podría resultar temporal si las empresas reaccionan positivamente a las políticas anunciadas por el próximo gobierno, “la terquedad de las presiones inflacionarias subyacentes por encima del objetivo del Banco de Inglaterra parece estar algo arraigada”.
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