Imagina un aula animada, vibrante y ocupada llena de los sonidos de estudiantes emocionados haciendo un proyecto al final de la unidad. Entre los grupos de estudiantes, un niño, Jimmy, se aleja de su grupo para saltar en el trampolín en el área sensorial del aula. Tiene que recibir constantes recordatorios de su maestro para que regrese a su grupo y participe en la discusión de su grupo. Mientras tanto, en otra mesa, otra estudiante, Julia, mira fijamente por la ventana, perdida en un ensueño, sin escuchar las conversaciones de sus compañeros de grupo. Ambos niños, aunque muy diferentes en sus comportamientos, comparten un diagnóstico común: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
El TDAH es cuando un individuo tiene un patrón de falta de atención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con su funcionamiento o desarrollo. Hay tres tipos diferentes de TDAH o diferentes formas en que el TDAH se manifiesta en un individuo. Como educadores, es imperativo que podamos entender estas diferencias para comprender y apoyar mejor a nuestros estudiantes.
El TDAH afecta aproximadamente al 3.5% de los individuos en los Estados Unidos. Para los estudiantes con TDAH, el aula estándar puede ser una experiencia desafiante. Los niños con TDAH a menudo luchan por mantenerse enfocados, seguir instrucciones y controlar sus impulsos, lo que puede dificultar su rendimiento académico e interacciones sociales. Como maestros, debemos ser capaces de pensar en diferentes estrategias para apoyar a nuestros estudiantes en su capacidad de crecer y prosperar en nuestros entornos escolares. Es importante recordar que ningún estudiante con TDAH tendrá exactamente los mismos comportamientos y, por lo tanto, es probable que requieran apoyos diferenciados. Un estudiante como Jimmy, que es hiperactivo e impulsivo y por lo tanto puede interrumpir las lecciones, necesitará un apoyo diferente que un estudiante como Julia, que a menudo es inatenta, lo que podría hacer que se pierda instrucciones importantes y se retrase en su aprendizaje.
Observaciones de TDAH en Estudiantes:
El TDAH en niños y adultos suele presentarse en tres formas: inatenta, hiperactiva-impulsiva y combinada. Los estudiantes inatentos pueden parecer desorganizados, tener dificultades para seguir instrucciones y tener dificultades para mantener la atención en las tareas. Los estudiantes hiperactivos-impulsivos a menudo exhiben inquietud excesiva, interrumpen a otros y tienen dificultades para permanecer sentados. Los estudiantes con TDAH combinado muestran síntomas tanto de inatención como de hiperactividad-impulsividad.
Cuando se piensa en el TDAH, es importante que los maestros recuerden las tres formas diferentes en que el trastorno se manifiesta y reconozcan que el TDAH puede verse diferente en cada niño. A menudo, cuando los adultos piensan o hablan sobre el TDAH, se piensa abrumadoramente en un niño muy hiperactivo, que sale frecuentemente de su asiento, habla excesivamente, responde sin levantar la mano, se vuelve físicamente inquieto o interrumpe la clase con estallidos.
Aunque estos son signos comunes de TDAH, son típicos de individuos con TDAH hiperactivo/impulsivo. A menudo, los estudiantes con TDAH inatento pueden ser olvidados o caer entre las grietas en nuestras aulas, ya que pueden ser más callados y reservados. Estos niños pueden soñar despiertos, ser olvidadizos o distraerse fácilmente por estímulos externos. Por ejemplo, durante el tiempo de trabajo independiente, un estudiante podría perder repetidamente sus materiales o absorberse en actividades irrelevantes, como garabatear o jugar con objetos en su escritorio.
Impacto en el Aprendizaje del Estudiante:
Un estudiante que me llamó la atención es una estudiante de jardín de infantes a la que enseñé hace tres años. Esta estudiante era increíblemente dulce y una gran amiga, pero también era muy tímida. Le costaba mucho relacionarse con alguien nuevo, ya sea un compañero o un adulto, y era extremadamente tranquila en clase. Esta niña se negaba a levantar la mano, y a menudo la encontraba soñando despierta en clase o sentada y mirando su papel durante el tiempo de trabajo independiente sin escribir nada en él.
Aunque comencé a sacar a esta estudiante para mi intervención en grupos pequeños y darle apoyo adicional en lectura y matemáticas, empezó a quedarse rezagada en la mayoría de sus materias. Al final del jardín de infantes, mientras la mayoría de los estudiantes de la clase podían leer frases cortas y libros, ella todavía estaba aprendiendo todos los sonidos de las letras. En matemáticas, mientras otros estudiantes empezaban a hacer sumas dentro de 10, ella todavía estaba aprendiendo a identificar números y emparejarlos con sus cantidades.
Durante su revisión física anual con su pediatra, el pediatra sugirió una evaluación con un psiquiatra pediátrico. Después de pasar por las pruebas, la madre me informó que su hija fue diagnosticada con TDAH y se le recetó medicación para apoyarla.
Estrategias para Apoyar a los Estudiantes con TDAH:
En los dos años siguientes, vi a mis estudiantes florecer y aprender muchas habilidades nuevas. Aunque los médicos recetan medicamentos para apoyar a las personas con TDAH, es importante que los maestros no se basen únicamente en esta intervención. Muchos padres deciden en contra de que sus hijos tomen medicación. Independientemente de si nuestros estudiantes toman o no medicación, es crucial que utilicemos estrategias en nuestro aula para apoyar su éxito académico y social.
Rutinas Estructuradas y Expectativas Claras
Los estudiantes con TDAH se benefician de rutinas predecibles y expectativas claras. Al comienzo de cada año, me siento con mis estudiantes y trabajamos juntos para crear expectativas para el año escolar. Luego imprimo esas expectativas y señales visuales para acompañarlas y las coloco al frente del aula. Comenzamos cada día revisando nuestras expectativas en el aula. Nos aseguramos de enmarcar estas expectativas de manera positiva para empoderar a los estudiantes. Por ejemplo, algunas de nuestras expectativas en el aula son “respetar a nuestros compañeros”, “manos seguras” y “pies caminando”. Si notamos que nosotros o nuestros compañeros no seguimos las expectativas en el aula, detenemos lo que estamos haciendo, volvemos a revisar nuestras expectativas y tomamos algunas respiraciones profundas antes de continuar con nuestra lección.
Establezco y mantengo un horario diario consistente, lo que ayuda a reducir la ansiedad y mejorar el enfoque. Después de revisar nuestras expectativas, pasamos a revisar nuestro horario diario. Utilizo ayudas visuales en forma de señales visuales al lado de cada una de las actividades en el horario para apoyar a los estudiantes en su comprensión y hacer que nuestro horario sea lo más legible y accesible posible. Al terminar cada actividad, antes de comenzar una nueva, traigo a mis estudiantes de vuelta al horario, marco la actividad que hemos completado y les recuerdo qué sucederá a continuación. Esto permite a los estudiantes tener recordatorios constantes y consistentes de qué esperar a lo largo del día, lo que les ayuda a mantenerse enfocados en la tarea.
Reforzamiento Positivo y Manejo del Comportamiento
El refuerzo positivo es una herramienta poderosa para fomentar comportamientos deseados en los estudiantes con TDAH. Utilizo tableros de fichas como mi sistema de recompensas e incentivos para motivar y reforzar los comportamientos objetivo deseados. Un tablero de fichas es una herramienta simple y efectiva para reforzar el comportamiento positivo y promover habilidades de toma de decisiones en individuos, especialmente aquellos con necesidades neurodiversas.
En cada tablero de fichas de los estudiantes, hay diez casillas donde los estudiantes deben colocar sus fichas para ganar una recompensa deseada. Los estudiantes pueden ganar fichas completando tareas deseadas. Por ejemplo, si un estudiante tiene dificultades para completar problemas de matemáticas porque tiende a perder el enfoque y prefiere hacer una actividad diferente, podría darle una ficha al estudiante por cada problema de matemáticas que complete. Una vez que hayan recibido todas sus fichas, pueden participar en su actividad preferida como recompensa. Este sistema no solo ayuda a promover la finalización de tareas, sino que también empodera a los estudiantes al permitirles trabajar hacia un objetivo que valoran.
Las estrategias de manejo del comportamiento son esenciales para mantener un ambiente de aprendizaje propicio. Establezco expectativas claras y consistentes y me aseguro de que se comuniquen efectivamente a todos los estudiantes. Para los comportamientos impulsivos, utilizo señales no verbales, como señalar hacia dónde se supone que debe estar un estudiante o usar una señal manual específica, para recordar al estudiante que se mantenga enfocado sin interrumpir la clase.
Adaptaciones y Modificaciones
Las adaptaciones y modificaciones pueden marcar una gran diferencia para los estudiantes con TDAH. A menudo, los estudiantes que tienen TDAH pueden tener adaptaciones proporcionadas a ellos que están detalladas en un plan 504 o un Plan de Educación Individualizado (IEP), que son dos tipos de documentos que apoyan a los estudiantes con servicios de educación especial para obtener el apoyo adecuado para ellos en su entorno escolar.
A menudo, estos apoyos incluyen proporcionar tiempo adicional para tareas y pruebas, lo que permite a los estudiantes trabajar a su propio ritmo sin sentirse apresurados o estar en un espacio privado para tomar pruebas o completar tareas para permitir un mejor enfoque. También permito pausas para moverse, entendiendo que algunos estudiantes necesitan gastar energía física para mantenerse concentrados.
También es importante pensar en los arreglos de asientos con estudiantes que tienen TDAH. Es importante que los estudiantes con TDAH estén sentados en un lugar donde puedan estar cerca del maestro y a una distancia cercana de apoyos visuales como su horario visual o tablero de fichas.
Me encanta usar temporizadores con estudiantes que tienen dificultades para mantener el enfoque. Los temporizadores ayudan a crear una sensación de estructura, haciendo que las tareas sean más manejables y con límites de tiempo. Para los estudiantes con TDAH, los temporizadores pueden dividir tareas más grandes en segmentos más pequeños y más alcanzables. Por ejemplo, si establezco un temporizador de 10 minutos de trabajo enfocado, los estudiantes entenderán que tendrán un descanso cronometrado de 3 minutos después. Esto ayuda a los estudiantes a sentirse comprometidos sin sentirse abrumados por la tarea en cuestión. Además, los temporizadores visuales pueden ser particularmente efectivos, proporcionando una clara representación visual del paso del tiempo, lo que ayuda a mantener a los estudiantes en el camino y conscientes de cuánto tiempo necesitan mantener su enfoque.
Colaboración con los Padres
Para poder apoyar verdaderamente a nuestros estudiantes, es crucial que nosotros, como maestros, tengamos líneas de comunicación abiertas con los padres. Una forma en que mantengo la comunicación con los padres es a través de un diario de comunicación diario. En este diario, informo a los padres sobre lo que sucedió con sus hijos a lo largo del día. Puedo informar a los padres sobre los logros del día, así como sobre los desafíos que se enfrentaron. Los padres también pueden escribirme y decirme si ha habido algún cambio en casa. Esto también permite tanto a mí como a los padres hacer y responder preguntas rápidas que cada uno pueda tener sobre el progreso, el comportamiento o las necesidades del niño en general.
Me aseguro de llamar a cada padre al menos una vez al mes para hablar sobre los diferentes apoyos que se están implementando actualmente en el aula. Les puedo contar sobre cómo le va a su hijo con su tablero de fichas, mantener el enfoque o hacer cualquier pregunta que pueda tener sobre lo que el padre está viendo en casa. Además, permito a los padres hacerme preguntas que puedan tener sobre el progreso de su hijo. Al tener estas llamadas telefónicas al menos una vez al mes, me aseguro de no pasar mucho tiempo sin verificar y conversar con los padres sobre el progreso de sus hijos.
Nuestro Rol Como Educadores
Como educadores, es importante que tengamos una comprensión clara del TDAH para apoyar a nuestros estudiantes. Es importante que como maestros, entendamos los signos de TDAH. También debemos tener una comprensión clara de los apoyos que podemos utilizar dentro de nuestras aulas para apoyar el éxito de nuestros estudiantes. Cada uno de nuestros estudiantes tiene diferentes fortalezas, desafíos y necesidades. Una de las partes más bonitas de la enseñanza es poder ver a cada niño tal como es y ayudarles a alcanzar su mayor potencial.