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Los 31 grandes bancos de EE.UU. que participaron en una prueba de estrés de la Reserva Federal podrían resistir una grave recesión global, una nueva demostración de fortaleza mientras se oponen a regulaciones más estrictas que les obligarían a mantener más capital.
Los resultados publicados por la Fed el miércoles muestran que estos bancos tendrían suficiente capital disponible para absorber pérdidas y seguir prestando durante un escenario de dos años en el que el desempleo en EE.UU. sube al 10%, los precios de los bienes raíces comerciales caen un 40%, y el mercado de valores se desploma un 55%.
Sus pérdidas en esta simulación ascendieron colectivamente a $685 mil millones. Eso incluyó $175 mil millones en tarjetas de crédito, $142 mil millones en préstamos comerciales y casi $80 mil millones en bienes raíces comerciales.
Los más grandes del grupo – JPMorgan Chase (JPM), Bank of America (BAC), Wells Fargo (WFC), Citigroup (C), Goldman Sachs (GS) y Morgan Stanley (MS) – tendrían todos colchones de capital cercanos al doble del requisito mínimo del 4.5% de la Fed bajo este escenario extremo.
Bancos regionales más grandes como PNC (PNC) y Truist (TFC), Regions (RF), Citizens (CFG) y M&T Bank (MTB) también tenían niveles de capital relativamente más altos que el mínimo.
Un banco regional que ha tenido problemas este año, New York Community Bancorp (NYCB), no formó parte de la última prueba. En su lugar, será examinado en 2025.
“El objetivo de nuestra prueba es ayudar a garantizar que los bancos tengan suficiente capital para absorber pérdidas en un escenario altamente estresante”, dijo el vicepresidente de la Fed para supervisión, Michael Barr, en un comunicado. “Esta prueba muestra que lo tienen.”
Hubo signos de algunas nuevas debilidades a pesar de la calificación aprobatoria aplicada a todos los bancos.
La disminución agregada en las ratios de capital de los bancos durante una hipotética desaceleración fue mayor que la disminución registrada por los bancos en la prueba del año pasado, cuando se examinaron menos prestamistas.
“La prueba resultó en pérdidas más altas porque los balances de los bancos son algo más riesgosos y los gastos son mayores”, añadió Barr.
Citó tres factores principales que impulsaron la disminución del capital: aumentos “sustanciales” en los saldos de tarjetas de crédito bancarias, carteras de crédito corporativo más riesgosas y menos ingresos proyectados debido a gastos más altos y menores ingresos por tarifas.
Los resultados variaron ampliamente entre los bancos. El banco con la tasa más alta de pérdidas de préstamos bajo el “escenario severamente adverso” de la Fed fue Discover (DFS), seguido por Capital One (COF).
Capital One acordó a principios de este año comprar Discover en una operación que aún necesita la aprobación regulatoria para cerrar.
El banco con la tasa más baja de pérdidas de préstamos fue Charles Schwab (SCHW).
La Fed comenzó a aplicar pruebas de estrés a un amplio grupo de bancos tras la última crisis financiera. Fue ordenado anualmente por ley para las instituciones con más de $100 mil millones en activos como parte de la legislación que se aprobó en 2010.
Una ley aprobada en 2018 adaptó las pruebas según el tamaño de los bancos, lo que significa que aquellos en el rango de $100 mil millones a $250 mil millones serían examinados cada dos años.
Algunos demócratas y reguladores el año pasado criticaron ese ajuste de 2018. Argumentaron que podría haber ayudado a prevenir los problemas que se acumularon en Silicon Valley Bank, que no había sido sometido a una prueba de estrés antes de que fallara en 2023.
Los bancos suelen utilizar los resultados de las pruebas de estrés anuales de la Fed para determinar cuánto deben tener en su balance para absorber impactos y cuánto les queda para dividendos y recompras.
Se espera que algunos bancos hagan anuncios el viernes sobre cuánto dinero planean devolver ahora a los accionistas.
Cualquier movimiento “probablemente sea modesto para muchos” hasta que los prestamistas obtengan más claridad de los reguladores sobre un nuevo conjunto de requisitos de capital propuestos el año pasado, dijo el analista de RBC Capital Markets, Gerard Cassidy.
La versión inicial pedía aumentar los niveles de capital en un 16% en conjunto y los bancos han pasado el último año oponiéndose agresivamente al plan.
Los reguladores han señalado que se avecinan alteraciones, con Barr diciendo en mayo que espera “cambios amplios y materiales” en la propuesta.
Bloomberg informó esta semana que una nueva propuesta podría reducir los aumentos de capital hasta un 5%.
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