Beryl se fortaleció en un huracán el sábado mientras avanzaba hacia el sureste del Caribe, con meteorólogos advirtiendo que se esperaba que se convirtiera en una tormenta mayor peligrosa antes de llegar a Barbados tarde el domingo o temprano el lunes.
Un huracán mayor se considera de Categoría 3 o superior, con vientos de al menos 111 mph (178 kph). A media tarde del sábado, Beryl era un huracán de Categoría 1, marcando el punto más al este en el que se formó un huracán en el Atlántico tropical en junio, rompiendo un récord establecido en 1933, según Philip Klotzbach, investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado.
Se emitió una advertencia de huracán para Barbados, y se declaró una vigilancia de huracán para Santa Lucía, Granada y San Vicente y las Granadinas. Se emitió una vigilancia de tormenta tropical para Martinica, Dominica y Tobago.
“Es asombroso ver un pronóstico de un huracán mayor (Categoría 3+) en junio en cualquier parte del Atlántico, y mucho menos tan al este en el profundo trópico. #Beryl se está organizando rápidamente sobre las aguas más cálidas jamás registradas para finales de junio”, publicó el experto en huracanes con sede en Florida, Michael Lowry, en X.
Se pronosticaba que el centro de Beryl pasaría aproximadamente a 26 millas (45 kilómetros) al sur de Barbados, dijo Sabu Best, director del servicio meteorológico de la isla. Los meteorólogos esperaban entonces que la tormenta cruzara el Caribe en dirección a Jamaica y eventualmente México.
A última hora de la tarde del sábado, Beryl se encontraba a unas 720 millas (1,160 kilómetros) al sureste de Barbados, con vientos sostenidos máximos de 75 mph (120 kph). Se movía hacia el oeste a 22 mph (35 kph).
“Se pronostica un rápido fortalecimiento”, dijo el Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami.
El investigador en ciencias atmosféricas Tomer Burg señaló que Beryl era solo una depresión tropical con vientos de 35 mph el viernes.
“Esto significa que, según datos preliminares, Beryl ya cumplía con los criterios de intensificación rápida antes incluso de convertirse en un huracán”, escribió en la plataforma de redes sociales X.
Las cálidas aguas estaban alimentando a Beryl, con un contenido de calor oceánico en el profundo Atlántico el más alto registrado para esta época del año, según Brian McNoldy, investigador en meteorología tropical de la Universidad de Miami.
Beryl también es la tormenta tropical de junio más fuerte registrada en esa parte del Atlántico tropical, según Klotzbach.
“Necesitamos estar preparados”, dijo la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, en un discurso público el viernes por la noche. “Tú y yo sabemos que cuando estas cosas suceden, es mejor planificar para lo peor y rezar por lo mejor”.
Señaló que miles de personas se encuentran en Barbados para la final de la Copa Mundial de Twenty20 de cricket, con India venciendo a Sudáfrica el sábado en la capital de Bridgetown. Se considera el evento más importante del cricket.
Algunos fanáticos, como Shashank Musku, un médico de 33 años que vive en Pittsburgh, se estaban apresurando a cambiar sus vuelos para irse antes de la tormenta.
Musku dijo por teléfono que nunca había experimentado un huracán: “Tampoco planeo estar en uno”.
Él y su esposa, que estaban apoyando a India, se enteraron de Beryl gracias a un taxista que mencionó la tormenta.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, dijo en un discurso público el sábado que los refugios abrirían el domingo por la noche y les instó a la población a prepararse. Ordenó a los funcionarios que reabastecieran los vehículos del gobierno y pidió a las tiendas de comestibles y gasolineras que permanecieran abiertas más tiempo antes de la tormenta.
“Habrá tal avalancha… si mantienes horas limitadas”, dijo mientras se disculpaba de antemano por las interrupciones del gobierno en las emisoras de radio con actualizaciones sobre la tormenta. “Los amantes del cricket tendrán que soportar que les demos información… esto es vida o muerte”.
Beryl es la segunda tormenta con nombre en lo que se predice será una temporada de huracanes ocupada, del 1 de junio al 30 de noviembre en el Atlántico. A principios de este mes, la tormenta tropical Alberto tocó tierra en el noreste de México con fuertes lluvias que causaron la muerte de cuatro personas.
Lowry señaló que en registros que datan de 1851, solo cinco tormentas con nombre habían sido formadas en junio en el Atlántico tropical al este del Caribe, y solo una fue un huracán. Dijo que uno fue el primer huracán de 1933, la temporada de huracanes más activa registrada.
Mark Spence, gerente de un albergue en Barbados, dijo por teléfono que estaba tranquilo respecto a la tormenta que se acercaba.
“Es la temporada. Puedes tener una tormenta en cualquier momento”, dijo. “Siempre estoy preparado. Siempre tengo suficiente comida en mi casa”.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica predice que la temporada de huracanes de 2024 probablemente esté muy por encima del promedio, con entre 17 y 25 tormentas con nombre. El pronóstico prevé hasta 13 huracanes y cuatro huracanes importantes.
Una temporada de huracanes promedio del Atlántico produce 14 tormentas con nombre, siete de ellas huracanes y tres huracanes importantes.
Se esperaba que Beryl arrojara hasta seis pulgadas (15 centímetros) de lluvia en Barbados e islas cercanas, y se emitió una advertencia de marejada ciclónica de olas de hasta 13 pies (4 metros). También se pronosticaba una marejada ciclónica de hasta siete pies (2 metros).
La tormenta se acerca al sureste del Caribe apenas unos días después de que la nación de Trinidad y Tobago tuviera importantes inundaciones en la capital, Puerto España, como resultado de un evento climático no relacionado.
Los líderes del Caribe no solo están preocupados por Beryl, sino también por un grupo de tormentas eléctricas que siguen de cerca el camino de Beryl y que tenían un 70% de probabilidad de convertirse en una depresión tropical para mediados de la próxima semana.
Mientras tanto, una tormenta sin nombre a principios de junio arrojó más de 20 pulgadas (50 centímetros) de lluvia en partes del sur de Florida, dejando varados a numerosos automovilistas en calles inundadas e inundando algunas casas en áreas bajas.