El aumento de las tasas de autismo en las escuelas primarias de California exige prácticas basadas en evidencia.

Los datos recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades revelan que 1 de cada 22 niños de cuatro años en California se encuentran en el espectro autista, superando significativamente el promedio nacional. Este aumento, atribuido en parte al diagnóstico temprano en California, subraya la urgente necesidad de intervenciones efectivas en nuestras escuelas.

En la Escuela Peres K-8 en Richmond, los maestros de primaria han sido testigos del aumento de casos de autismo. En los últimos dos años, más estudiantes están lidiando con la desregulación emocional, problemas sensoriales y comportamientos negativos, lo que ha provocado un aumento en las remisiones para intervenciones y servicios de educación especial. La presión sobre los maestros de clase es palpable mientras se esfuerzan por satisfacer las diversas necesidades de los estudiantes en el espectro autista, al mismo tiempo que atienden a sus otros estudiantes.

Este desafío no es único de Peres; el Distrito Escolar Unificado de West Contra Costa enfrenta tendencias similares en muchas de sus escuelas. En respuesta, el departamento de educación especial del distrito se ha esforzado por equipar a sus maestros con habilidades para manejar estas aulas complejas. Los esfuerzos incluyen compensar a los maestros de educación especial por completar cursos en línea en el sitio web de Recursos y Módulos de Intervención Centrada en el Autismo, ofrecer coaching sobre estrategias basadas en evidencia y adoptar un plan de estudios de habilidades sociales diseñado para abordar los déficits de comunicación social prevalentes entre los estudiantes con autismo. Sin embargo, las limitaciones de recursos y la alta demanda de apoyo han limitado el impacto de estas iniciativas.

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Los problemas de comportamiento representan obstáculos significativos para el aprendizaje tanto de los estudiantes con autismo como de sus compañeros. Por ejemplo, un estudiante en el espectro autista puede tocar repetidamente a un compañero debido a déficits en la comunicación social, lo que, si no se aborda, podría intensificarse en comportamientos más graves. Del mismo modo, las necesidades sensoriales pueden llevar a otro estudiante con autismo a salir frecuentemente de su silla, interrumpiendo el entorno de aprendizaje. Además, las transiciones entre actividades son desencadenantes comunes para comportamientos negativos como gritar o intentar escapar del aula.

Como ex maestra de educación especial en una clase para estudiantes con necesidades de apoyo extensas, reconozco la importancia crítica de abordar rápidamente los desafíos de comportamiento para evitar interrupciones que podrían afectar no solo la experiencia de aprendizaje del estudiante, sino también la de toda la clase. La colaboración entre educadores, proveedores de apoyo y familias es fundamental, especialmente para familias de bajos ingresos que pueden carecer de recursos. Brindar a las familias estrategias prácticas basadas en investigaciones que puedan implementar en casa fomenta la continuidad y promueve el éxito del estudiante.

Ahora, como maestra de educación especial especializada en discapacidades leves a moderadas, estoy más dedicada que nunca a abogar por prácticas basadas en evidencia que han demostrado ser efectivas para los aprendices con autismo. Por ejemplo, estrategias fundamentadas en la investigación, como los apoyos visuales y el refuerzo, han demostrado eficacia en el manejo del comportamiento en el aula y en la mejora de los resultados de aprendizaje.

La Red de Capacitación Profesional en Autismo de California (CAPTAIN) defiende el uso de prácticas basadas en evidencia en todo el estado. Colaborando con diversas agencias, la red promueve intervenciones respaldadas por investigaciones científicas, con el objetivo de mejorar los resultados para los estudiantes con autismo. Junto con los apoyos visuales y el refuerzo, hay otras 26 prácticas basadas en evidencia identificadas accesibles a través del sitio web de Recursos y Módulos de Intervención Centrada en el Autismo (AFIRM). Como una extensión del Centro Nacional de Desarrollo Profesional en el Trastorno del Espectro Autista, el sitio web AFIRM ofrece módulos sobre la planificación, el uso y el monitoreo de prácticas basadas en evidencia para aprendices con trastorno del espectro autista desde el nacimiento hasta los 22 años de edad. Este recurso sirve como una herramienta valiosa para los educadores que se esfuerzan por implementar efectivamente estrategias basadas en evidencia.

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Aunque dominar estos enfoques puede parecer inicialmente desafiante, la destreza se desarrolla con la práctica. Los beneficios a largo plazo de emplear prácticas basadas en evidencia son incalculables, ofreciendo a los estudiantes con autismo la oportunidad de prosperar junto a sus compañeros en entornos educativos inclusivos.

Es esencial reconocer que el autismo es un espectro y un diagnóstico no implica automáticamente un apoyo extenso. Con adaptaciones personalizadas y asistencia, los estudiantes en el espectro autista pueden prosperar en el entorno de educación general. A través de esfuerzos colaborativos dedicados y la implementación de prácticas basadas en evidencia, los educadores y las familias pueden allanar el camino hacia el éxito en aulas inclusivas. Es imperativo que los distritos prioricen los recursos para el desarrollo profesional y el coaching en prácticas basadas en evidencia, asegurando que todos los estudiantes, incluidos aquellos con trastorno del espectro autista, reciban el apoyo necesario para florecer en entornos inclusivos.

Cada estudiante, independientemente de su habilidad, merece un entorno educativo donde pueda prosperar. Comprometámonos a crear espacios de apoyo e inclusión donde los estudiantes en el espectro autista puedan alcanzar su máximo potencial junto a sus compañeros.

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Jenine Catudio es especialista en educación para estudiantes con necesidades leves a moderadas en la Escuela Peres K-8 en Richmond. De 2016 a 2021, Catudio, quien también fue miembro del Cuerpo de CAPTAIN, se desempeñó como maestra de educación especial en un aula de necesidades de apoyo extensas en la misma escuela.

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