El huracán Beryl, una tormenta poderosa que tocó tierra el lunes como una Categoría 4, ha estado avanzando a través del Caribe, matando al menos a cuatro personas, destruyendo casas y partiendo árboles por la mitad.
El huracán golpeó primero a Carriacou, una pequeña isla al norte de Granada, el lunes por la mañana, donde aplanó la isla en solo media hora, mientras también causaba daños extremos en la vecina Petite Martinique. Los equipos de rescate partieron de Granada el martes por la mañana para llevar suministros a ambas islas y evaluar la destrucción.
Carriacou es conocida por sus arrecifes de coral y lugares de buceo, mientras que en Petite Martinique la mayoría de las personas trabajan en la pesca o en la construcción de barcos. Las dos islas tienen una población combinada de aproximadamente 6,000 personas, según datos del gobierno.
El lunes por la noche, Beryl se fortaleció a Categoría 5 y se dirigía al oeste hacia Jamaica.
La tormenta fue una anomalía en lo que ya ha sido una temporada de tormentas inusualmente activa, que se extiende hasta finales de noviembre. Cuando se convirtió en una tormenta de Categoría 4 el domingo, fue el tercer huracán importante en el Océano Atlántico en junio, y la primera vez que una Categoría 4 se materializó tan temprano en la temporada.
La tormenta continuó batiendo récords, convirtiéndose en la primera tormenta del Atlántico en alcanzar una fuerza de Categoría 5 tan temprano en la temporada, según Philip Klotzbach, un meteorólogo de la Universidad Estatal de Colorado especializado en ciclones tropicales.
El rápido fortalecimiento de la tormenta fue resultado directo de temperaturas superficiales del mar por encima del promedio, así como un presagio de lo que podría venir esta temporada de huracanes. Un huracán que se intensifica más rápido puede ser más peligroso porque da a las personas en las áreas proyectadas para ser afectadas menos tiempo para prepararse y evacuar.