Se informa que Turquía ha cerrado sus principales cruces fronterizos hacia el noroeste de Siria después de que sus tropas fueran atacadas por sirios enojados por la violencia contra sus compatriotas en Turquía.
La policía turca había anunciado anteriormente la detención de casi 500 personas tras los ataques a propiedades y vehículos sirios en varias ciudades turcas.
El país alberga ahora a más de tres millones de refugiados sirios y las tensiones con las comunidades locales han ido aumentando.
Al menos cuatro personas murieron en la ciudad fronteriza siria de Afrin en un intercambio de disparos entre tropas turcas y manifestantes armados. Civiles sirios enojados también han arrojado piedras a los convoyes turcos y han derribado banderas turcas.