Investigadores de la Universidad de Texas en Austin han identificado una base aérea israelí como una fuente clave de ataques GPS que han interrumpido la navegación de aerolíneas civiles en Medio Oriente. Los ataques, conocidos como spoofing, envían señales GPS manipuladas que hacen que los instrumentos de los aviones malinterpreten su ubicación. Los investigadores, Todd Humphreys y Zach Clements, dijeron que están “altamente seguros” de que los ataques de spoofing se originaron en el Aeródromo de Ein Shemer en el norte de Israel. El ejército israelí declinó hacer comentarios el martes. Los investigadores utilizaron datos emitidos por el spoofer y recogidos por satélites en órbita baja para determinar su ubicación. Luego confirmaron sus cálculos utilizando datos recolectados en tierra en Israel. El spoofing, junto con la interferencia GPS, ha aumentado considerablemente en los últimos tres años, particularmente cerca de zonas de guerra en Ucrania y Gaza, donde los ejércitos interfieren con las señales de navegación para evitar ataques con misiles y drones. Medio Oriente ha surgido como un punto caliente de spoofing. Los investigadores de la Universidad de Texas no dijeron cuántos ataques de spoofing habían vinculado a la base militar, pero un análisis separado estimó que más de 50,000 vuelos han sido spoofeados en la región este año. Los ataques han hecho que los pilotos crean que estaban sobre aeropuertos en Beirut o El Cairo cuando no lo estaban, según investigadores de SkAI Data Services y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zurich, quienes analizaron datos de la Red OpenSky. Swiss International Air Lines dicen que sus vuelos son spoofeados casi todos los días sobre Medio Oriente. Por separado, Estonia y otras naciones bálticas han culpado a Rusia por interrumpir las señales en sus espacios aéreos. En abril, Finnair suspendió temporalmente vuelos a un aeropuerto estonio después de dar marcha atrás a dos vuelos debido a una grave interferencia GPS. Los ataques ahora cubren grandes extensiones del globo lejos de cualquier campo de batalla. Además de causar confusión en la navegación, el spoofing puede desencadenar alertas falsas de que los aviones están demasiado cerca del suelo. Pero los ataques aún no han hecho que volar sea peligroso porque los pilotos pueden usar métodos de navegación alternativos. “Perder el GPS no hará que los aviones caigan del cielo”, dijo Jeremy Bennington, vicepresidente de Spirent Communications, que proporciona pruebas para sistemas de navegación global. “Pero tampoco quiero negar el hecho de que estamos eliminando capas de seguridad”.