Crédito: Allie Palomera de SCCOE
Zaida Ramos aprendió por primera vez la magia del mariachi de su padre cuando era una niña. Ahora hacen música juntos, dirigiendo el programa de música bilingüe para el Distrito Escolar Unión de Alum Rock en San José.
Su padre, Juan, es el maestro, el director de música. Ella es la directora del programa. El dúo padre e hija colaboran para compartir la cultura y la herencia de la música mariachi con sus estudiantes. La familia Ramos ha estado enseñando música a niños durante más de dos décadas. Es un verdadero negocio familiar.
“El mariachi es como crecí. En mi familia, siempre estábamos cantando”, dijo Ramos, una vocalista que también toca el violín. “Es tan gratificante para nosotros, tan gratificante, compartir el mariachi con las familias y con toda la comunidad. Todos son parte de la actuación porque todos están conectados con estas canciones, ¿sabes? Muchas veces escucharás a la audiencia cantar, reír, llorar. Resuena con todos de alguna manera, es su historia.”
Los estudiantes de tercer a octavo grado se reúnen después de la escuela y durante el verano para sumergirse en la música folclórica de la región suroeste de México, una tradición musical marcada por instrumentos de cuerda, músicos ambulantes vestidos con trajes intrincadamente bordados y un grito distintivo conocido como “grito”. Los jóvenes en este programa aprenden a tocar instrumentos, incluyendo el guitarrón, la guitarra, la vihuela, el violín y la trompeta, y a cantar, formas de arte que requieren partes iguales de creatividad y disciplina. También aprenden la belleza y la fluidez del ballet folklórico.
“Realmente me impulsa el ideal de una educación pública y gratuita, y las artes deben ser parte de eso”, dijo Sofía Fojas, coordinadora de artes para la Oficina de Educación del Condado de Santa Clara. “La música y las artes son parte de ser humano. Es un lenguaje universal, una forma de unir las diferentes culturas que vemos en el aula en California. Realmente se trata de la importancia de las artes y la cultura y de involucrar a los jóvenes que tradicionalmente no han tenido acceso.”
A través del estudio del mariachi, los niños de este distrito predominantemente latino aprenden que la música es más que sonido. También se trata de identidad, historia y cultura. El mariachi contiene múltiples significados porque hay gran matiz y complejidad incrustados en sus notas. Mientras que las melodías evocan la herencia mexicana, con raíces profundas en el período colonial del país, muchos de los temas también son universales.
“Creo que al abrazar nuestra herencia cultural y compartir nuestras historias a través de la música, podemos inspirar un cambio positivo y crear una sociedad más armoniosa”, dijo Guillermo Tejeda, un músico que se especializa en enseñar historia, jazz y mariachi a jóvenes. “Es increíblemente gratificante ver cómo la música puede empoderar e inspirar a los jóvenes de nuestra comunidad.”
Llevar esta rica tradición artística a una nueva generación es parte de lo que impulsa a Ramos. Ella ve el mariachi como una forma de conectar a los estudiantes con su propia voz única, así como con el espíritu colectivo de su comunidad.
“Siempre les digo, son embajadores de toda su comunidad”, dijo Ramos, que también trabaja en bienes raíces. “Dondequiera que vayan, no solo están representando el Este de San José, están representando toda una cultura. Están representando la cultura mexicana y están representando el mariachi. Hay un sentido de orgullo en quiénes son.”
La lucha a menudo es parte de las historias contadas en la música de mariachi. También es parte de la realidad de enseñar música en un momento de presupuestos ajustados y matrículas en declive. Mientras Ramos se alegra de cuántos de sus estudiantes adquieren un amor de por vida por la música, desearía no tener que luchar siempre por más financiamiento.
“Necesitamos más maestros, más instrumentos, más apoyo, más tiempo, más clases”, dijo Ramos, “y todo eso se reduce a la presupuestación. Tenemos muchas solicitudes para que los niños actúen y representen a Alum Rock, pero si no tenemos el presupuesto para apoyarlo, no podemos hacerlo.”
Muchos defensores de las artes tienen la esperanza de que una inyección de fondos de la Proposición 28 pueda ayudar a reforzar proyectos como el programa de mariachi, un programa de educación artística que representa la herencia cultural de la comunidad.
“El plan de estudios e instrucción culturalmente relevantes ayudan a los educadores a construir relaciones con los estudiantes aprovechando lo que traen al aula”, dijo Letty Kraus, directora de la Iniciativa de Artes a Nivel Estatal de los Superintendentes de los Condados de California. “Ayuda a garantizar relevancia y compromiso y maximiza la inclusión.”
La naturaleza trenzada del arte, la forma en que está estrechamente entrelazado con la historia y la cultura a lo largo del tiempo, le da poder al mariachi. La educación artística también abre caminos de oportunidad y posibilidad para los estudiantes y al mismo tiempo nutre un sentido de pertenencia, dicen los expertos.
“Les estás enseñando sobre su propio pasado”, dijo Fojas, que enseñó orquesta, banda y mariachi durante 20 años. “La mayoría de los estudiantes a los que enseñé eran de ascendencia mexicana, así que cuando estás enseñando mariachi, en realidad les estás enseñando sobre la historia de México.”
En un mundo post-pandémico, cuando el ausentismo y la desvinculación son altos, las artes pueden ser un camino para enseñar a los estudiantes cómo perseverar ante la adversidad. Los músicos principiantes deben aprender a tener la determinación para ensayar incansablemente y luego actuar sin miedo ante una audiencia. Fojas ve la educación artística como un imán para atraer a los estudiantes de vuelta a la escuela.
“Todos necesitan entender la importancia del arte”, dijo Fojas. “El arte es cultura y cuando niegas a las personas el arte, les estás negando la cultura, y esos artefactos culturales son las cosas que dejamos atrás. Así que si negamos a los jóvenes la capacidad de participar en las artes, estamos negando a las futuras generaciones la capacidad de ver lo que hemos dejado atrás.”