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Las historias que importan sobre dinero y política en la carrera por la Casa Blanca
Bernie Sanders, el veterano senador de izquierda de Vermont, dijo que respaldaba completamente la candidatura de reelección de Joe Biden, ofreciendo ayuda crítica al presidente demócrata asediado mientras intenta mantener viva su campaña.
El apoyo de Sanders es la señal más reciente de que los defensores más acérrimos de Biden, en su intento por evitar una rebelión demócrata contra su candidatura en la elección contra Donald Trump, se encuentran en el flanco progresista del partido.
Se esperaba que el presidente se uniera a una reunión virtual del Caucus Progresista del Congreso el sábado por la tarde para discutir la elección de 2024, informó la Casa Blanca.
De lo contrario, se estaba reuniendo en su casa de la playa de Delaware después de una semana dramática en la que una serie de legisladores de su propio partido le pidieron que renunciara a la carrera presidencial tras su desastrosa actuación en un debate contra Trump el mes pasado.
Pero en un artículo de opinión publicado en el New York Times, Sanders escribió que haría “todo lo que pueda para que el presidente Biden sea reelegido”.
“Con una campaña efectiva que hable de las necesidades de las familias trabajadoras, no solo derrotará al Sr. Trump, sino que lo vencerá contundentemente”, escribió Sanders.
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Sanders fue el rival de Biden durante las primarias demócratas de 2020 y también desafió a Hillary Clinton por la nominación presidencial del partido en 2016. A sus 82 años, sigue siendo uno de los políticos de izquierda más influyentes del país.
Sus comentarios llegan en un momento en que muchos otros demócratas moderados y ancianos del partido han permanecido callados o han sido ambiguos sobre el futuro político de Biden, incluidos Nancy Pelosi y Barack Obama.
Los líderes demócratas del Congreso, Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, tampoco han emitido ningún respaldo extenso o claro a Biden en medio de la turbulencia, mientras se reúnen con legisladores preocupados por la capacidad del presidente para gobernar y hacer campaña contra Trump dadas las fallas en el debate.
Biden intentó despejar las dudas sobre su candidatura durante una conferencia de prensa de alto riesgo después de la cumbre de la OTAN el jueves, aunque su actuación fue mixta y no logró evitar más defecciones demócratas. El viernes, Biden viajó a Michigan, donde dio un discurso desafiante y enérgico en Detroit, presentándose como víctima de críticas injustas por parte de las élites del partido.
“Ustedes me hicieron el nominado, nadie más, ni la prensa, ni los expertos, ni los insiders, ni los donantes”, dijo Biden a la multitud en Detroit. “Ustedes, los votantes. Ustedes decidieron. Nadie más. Y no me voy a ninguna parte”, afirmó.
Los comentarios de Biden en la ciudad de Michigan famosa por ser el centro de la industria automotriz de EE. UU. también incluyeron un mensaje populista sobre economía, incluidas medidas para limitar la deuda médica, que se alinean con muchas de las políticas preferidas de Sanders.
“Mis primeros cien días en un segundo mandato seguirán centrados en la gente trabajadora”, dijo Biden.
Mientras la convención republicana para nominar formalmente a Trump se abre en Wisconsin el lunes, Biden tiene planeada una entrevista con NBC que también será observada de cerca por los demócratas en busca de señales de su determinación para seguir en la carrera y de su agudeza mental.
La decisión de Sanders de respaldar a Biden llega después de que jóvenes progresistas como Alexandria Ocasio-Cortez, Ayanna Pressley e Ilhan Omar también se apresuraron a respaldar al presidente, a pesar de sus propias reservas sobre él, incluida una fuerte crítica a su manejo de la guerra de Israel en Gaza.
La oposición a la campaña de Biden se ha concentrado entre los demócratas moderados en distritos en disputa, así como entre legisladores con experiencia en seguridad nacional, como Adam Smith y Jim Himes, los principales miembros del partido de los comités de servicios armados e inteligencia de la Cámara, respectivamente.
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