Las principales fuerzas impulsoras del desarrollo profesional

El Top 2 Razones Por Las Que Los Empleados Aman Aprender

Un mejor salario, un estatus más alto, más control—seguro que todos ellos influyen en la motivación de un empleado para buscar oportunidades de desarrollo profesional, pero no son las fuerzas impulsoras. En palabras del atleta de pista estadounidense y nueve veces medallista de oro, Carl Lewis, “Se trata del viaje, no del resultado”. No es suficiente dar el 100% de tu talento y habilidad en el trabajo todos los días si tu única motivación es lo que podrías lograr para el momento en que te jubiles. Y si lo es, te diriges hacia la decepción y el agotamiento.

Si quieres que tus empleados permanezcan comprometidos, comprometidos y motivados a aprender a largo plazo, tiene que haber controles diarios, semanales, mensuales y anuales que afirmen y añadan a los beneficios de su viaje de aprendizaje. Cuando el proceso de aprendizaje produce beneficios tangibles que los empleados pueden capitalizar de inmediato y usar como combustible para avanzar en sus carreras, se sienten inspirados para perseguir metas de desarrollo aún más grandes. De esta manera, las empresas están en posición de maximizar su crecimiento también. Entonces, ¿cuáles son esas fuerzas impulsoras?

1. Propósito

8 de cada 10 personas dicen que el aprendizaje agrega propósito a su trabajo. Los empleados que participan en programas de aprendizaje que sienten valiosos y relevantes para sus intereses y metas pueden ver una correlación directa entre su desarrollo personal y el logro de objetivos más amplios de la empresa. Esta alineación ayuda a las personas a comprender su papel en el cuadro más grande, infundiendo sus tareas diarias con mayor significado y sentido. Transforma el trabajo rutinario en un escalón para el avance profesional y la realización personal dentro del contexto de la visión y misión de la empresa.

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Los empleados que encuentran propósito en su trabajo son más propensos a permanecer leales a su organización. Sienten un sentido de propiedad y orgullo en sus contribuciones, lo que los motiva a ir más allá de sus descripciones de trabajo. Este sentido de propósito también fomenta un ambiente de trabajo positivo donde las personas son impulsadas por un objetivo común, lo que lleva a una mayor colaboración e innovación. Además, los empleados con un fuerte sentido de propósito son más resistentes frente a desafíos y contratiempos, viéndolos como oportunidades de crecimiento en lugar de obstáculos.

2. Conexión

7 de cada 10 personas dicen que el aprendizaje mejora su sentido de conexión con su organización. Cuando una organización invierte en el crecimiento personal y profesional de su fuerza laboral, fomenta una cultura de mejora continua e innovación. Ese tipo de cultura a menudo genera un ambiente de aprendizaje colaborativo que rompe los silos corporativos obsoletos y fomenta el trabajo en equipo. A medida que los empleados interactúan y aprenden con sus compañeros, construyen relaciones y un sentido de pertenencia a una comunidad más grande. El crecimiento compartido crea un vínculo poderoso. Este aspecto social del aprendizaje mejora su conexión emocional con la organización, haciéndolos sentir más integrales en su ecosistema.

Los empleados que se sienten conectados con su organización son más propensos a estar comprometidos y ser productivos. No solo están trabajando por un salario, sino que están contribuyendo a algo más grande que ellos mismos. Esta conexión conduce a índices más altos de satisfacción laboral y retención. Además, un fuerte sentido de comunidad dentro del lugar de trabajo puede llevar a una comunicación y resolución de problemas más efectivas, ya que los empleados se sienten cómodos compartiendo ideas y colaborando en proyectos. Este ambiente de confianza y respeto mutuo puede mejorar aún más la innovación y la eficiencia dentro de la organización.

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Conclusión

En última instancia, si bien las recompensas externas como el salario y el estatus son importantes, no son los impulsores principales de la motivación y el compromiso sostenidos de los empleados. El propósito y la conexión son las verdaderas fuerzas impulsoras que mantienen a los empleados motivados para aprender, crecer y contribuir a su organización. Al enfocarse en estos motivadores intrínsecos, las empresas pueden crear una fuerza laboral más dinámica, comprometida e innovadora. Los empleados que se sienten valorados y conectados no solo son más productivos, sino que también se convierten en embajadores de la cultura y valores de la empresa, fortaleciendo aún más la reputación y el éxito de la organización a largo plazo.