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Por derecho propio, los hermanos Russo deberían estar en el mismo nivel que Christopher Nolan y James Cameron en ese raro panteón de cineastas que pueden lograr resultados incendiarios en taquilla mientras mantienen contentos a los críticos. Son solo el tercer par de directores en lograr una recaudación global de $2 mil millones (con Avengers: Infinity War de 2018) después de James Cameron y JJ Abrams. Lograron repetir el logro con la siguiente película, Avengers: Endgame. Y desde que dejaron de hacer películas para Marvel hace cinco años, el estudio ha entrado en un período de relativo declive.
Por lo tanto, no sorprende que los informes sugieran que los Russo podrían estar de vuelta para intentar otra vez con los Vengadores. The Hollywood Reporter sugiere que el dúo está en conversaciones iniciales para dirigir las dos películas que una vez se llamaron Vengadores: La Dinastía de Kang y Vengadores: Guerras Secretas, y que teóricamente deberían llegar a los cines en 2026 y 2027.
Es muy poco probable que veamos el primer episodio de esas películas en los cines en su forma original, ya que Marvel ha cortado todos los lazos con el actor Jonathan Majors (alias Kang) después de su condena por agredir a su exnovia en un caso muy mediático que ha arruinado la carrera del actor. El supervillano viajero en el tiempo ya no será el gran villano de estas películas, y es probable que el primer episodio de estas nuevas películas de los Vengadores sea renombrado y reconfigurado. Aun así, Marvel necesita a alguien que se haga cargo de esta doble entrega final de la Saga del Multiverso, y los Russo son la elección obvia.
¿O no? Porque en muchos aspectos parece absurdo colocar a los hermanos en la misma categoría que Nolan y Cameron. Estos últimos son cineastas con una visión única y vitalidad artística basada en la integridad estilística y en la negativa a comprometerse. Es posible reconocer una película de Nolan sin ver los créditos por su narrativa no lineal y sus visiones internas que hacen dar vueltas la cabeza. Lo mismo no se puede decir de los Russo, pero eso podría ser algo a su favor.
Desde que dejaron Marvel, no han destacado especialmente. El drama de drogas Cherry liderado por Tom Holland fue nombrado la peor película de 2021 por un crítico; The Gray Man (2022), protagonizada por Ryan Gosling, costó supuestamente $200 millones pero resultó ser poco más que un thriller de acción tibio de Netflix. Ninguna de estas películas insinúa un estilo cinematográfico particularmente distintivo.
Y sin embargo, los Russo tienen justo lo que Marvel necesita: la habilidad de tocar las fibras del corazón con un personaje individual a pesar de usar grandes elencos, y la astucia para coreografiar secuencias de lucha dinámicas y set pieces de acción soberbias. Por otro lado, ¿qué director que haya trabajado regularmente con el estudio no posee estas habilidades? Quizás Marvel siente la necesidad de recurrir a lo probado y verdadero después de un período de turbulencia: ha sido durante mucho tiempo un estudio liderado por productores que prefieren jugadores de equipo en lugar de rebeldes.
Solo los cineastas más idiosincráticos (Sam Raimi en Doctor Strange en el Multiverso de la Locura; Taika Waititi en la doble entrega de Thor; James Gunn en la trilogía de Guardianes de la Galaxia) han logrado realmente dejar una marca individual en estas películas. Y hay casos en los que Marvel simplemente ha encontrado directores individuales demasiado descontrolados para que el jefe Kevin Feige confíe en ellos con el universo: en algún lugar hay un universo en el que la película de Ant-Man de Edgar Wright rompió todos los récords de taquilla, pero lamentablemente no es este.
Quizás entonces, un poco más de todo lo bueno que teníamos en los años previos a Covid es exactamente lo que se necesita. Más grandiosas mega-épicas de Marvel que reúnan a docenas de superhéroes de una manera que mantenga extasiados a los fanáticos que ven cada milisegundo del MCU y confundan a todos los demás. Más cuentos cósmicos de maravilla galáctica que también logren adentrarse en la psique interna de gigantescos monstruos verdes con serios problemas de control de la ira. Más blockbusters explosivos que de alguna manera logren hacer que uno se preocupe profundamente por el viaje emocional de un mapache parlante. Funcionó antes, y puede funcionar de nuevo.
Aunque la mayoría de los personajes interesantes de Marvel en estos días parecen muy poco probables de llegar a la Tierra-616 del siglo XXI a tiempo para la gran despedida: los Cuatro Fantásticos están atrapados en una realidad alternativa de los años 1960; Deadpool y Wolverine son demasiado sarcásticos y sedientos de sangre para sobrevivir mucho tiempo en un PG-13, los Russo casi con certeza pueden traernos esto. Simplemente no esperes que hagan mucho alarde al respecto, porque no es su estilo. Si Nolan y Cameron son el Iron Man y el Capitán América del cine de blockbuster del siglo XXI, los Russo están probablemente más cerca de ser un doble Ojo de Halcón. Aún así, quizás un par de jugadores de equipo que simplemente tienen una puntería perfecta es exactamente lo que Marvel necesita para salvar el día.
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