Los venezolanos irán a las urnas el 28 de julio para elegir un nuevo presidente, una elección que podría determinar si se restaurará la democracia en la nación sudamericana. También es un voto en el que Estados Unidos jugó un papel para asegurar que se llevara a cabo.
Los votantes elegirán entre un diplomático poco conocido llamado Edmundo González y el presidente Nicolás Maduro, el líder autocrático del país que ha estado en el cargo desde 2013.
Muchos analistas dudan de que el Sr. Maduro aceptaría una derrota electoral y, si eso sucediera, no está claro cómo respondería la administración de Biden a un rechazo de los resultados.
Esto es lo que hay que saber sobre una elección importante para ambos países.
¿Qué está pasando entre EE.UU. y Venezuela?
Los últimos tres presidentes estadounidenses han estado unidos en una política: golpear al gobierno venezolano con duras sanciones en respuesta a la corrupción, movimientos antidemocráticos y abusos de derechos humanos.
Estados Unidos y Venezuela no han tenido relaciones diplomáticas desde 2019.
Pero mientras que el presidente Donald J. Trump adoptó un enfoque duro, la administración de Biden intentó una táctica diferente, reuniéndose en privado el año pasado con funcionarios del gobierno venezolano en Qatar, donde discutieron levantar sanciones que habían paralizado la vital industria petrolera de Venezuela.
Algunos expertos dijeron que la nueva estrategia de la administración de Biden, que muchos habían criticado por ser demasiado permisiva, ayudó a sentar las bases para la elección y energizó a la oposición.
Eso, en parte, ayudó a impulsar las conversaciones entre el gobierno venezolano y la oposición que culminaron en un acuerdo a finales del año pasado destinado a allanar el camino para elecciones libres y justas, aunque desde entonces la administración de Maduro ha tomado diversas medidas para socavar la votación.
¿Qué influencia tiene Estados Unidos sobre Venezuela?
Mediante órdenes ejecutivas y una ley llamada Ley de Designación de Cabecillas Narcotraficantes Extranjeros, Estados Unidos ha impuesto más de 350 sanciones contra Venezuela en los últimos siete años. La administración de Trump congeló los activos venezolanos en Estados Unidos.
El Departamento de Justicia de EE.UU. ha acusado al presidente Maduro de tráfico de drogas y ofreció una recompensa de $15 millones por información que conduzca a su arresto.
¿El presidente Biden levantó las sanciones?
En octubre de 2023, el gobierno venezolano y un grupo de partidos de oposición conocidos como la Plataforma Unitaria firmaron un acuerdo destinado a instituir reformas democráticas y crear un camino para elecciones.
Después de ese acuerdo, la administración de Biden levantó una prohibición sobre la negociación secundaria de algunos bonos venezolanos y alivió diversas sanciones sobre el petróleo durante seis meses. La administración había prometido liberar millones de dólares para uso humanitario si el gobierno cumplía con su parte del trato.
Pero en lugar de eso, el gobierno venezolano impidió que una destacada líder de la oposición, María Corina Machado, que ha surgido como una de las figuras más populares del país, se postulara para presidente. Decenas de activistas de la oposición han sido hostigados y detenidos.
En abril, la administración de Biden permitió que el alivio de las sanciones expirara y millones de dólares no han sido liberados.
¿Cuál es la respuesta del gobierno venezolano?
El gobierno venezolano considera las sanciones de EE.UU. ilegales y culpa a Washington por la crisis económica del país y por el éxodo de casi ocho millones de venezolanos.
“La migración fue promovida desde Washington”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil Pinto, a The Intercept el mes pasado. “Quienes crearon esas condiciones deben asumir su responsabilidad, la responsabilidad de dañar nuestra economía y de crear un atractivo migratorio hacia Estados Unidos”.
(Los datos de EE.UU. muestran que desde 2021, más de 800,000 migrantes venezolanos ingresaron a Estados Unidos, incluidos 114,695 en los primeros seis meses de este año.)
Gil también culpó a lo que llamó la “extrema derecha” de Venezuela por conspirar con Estados Unidos y predijo que, como resultado, los votantes rechazarían a la oposición en las urnas.
¿Qué hará EE.UU. si el Sr. Maduro intenta manipular la elección?
Dos altos funcionarios del gobierno de EE.UU., que hablaron con The New York Times bajo condición de anonimato para discutir asuntos diplomáticos sensibles, dijeron que era importante esperar y ver qué sucede antes de discutir cualquier represalia.
La comunidad internacional no debería emitir un juicio sobre el proceso electoral hasta que haya resultados, dijo un funcionario, señalando que la administración estaba observando de cerca si el gobierno de Maduro se involucra en movimientos de último minuto para socavar el proceso democrático.
La administración de Biden está particularmente preocupada de que el gobierno de Maduro podría afirmar la victoria sin resultados verificables, dijo el funcionario, agregando que el partido gobernante es consciente de que su futuro político está vinculado a la legitimidad del voto.
Otro funcionario de EE.UU. dijo que si el Sr. Maduro pierde y acepta la derrota, probablemente habría negociaciones sobre una transición de poder, pero agregó que esas conversaciones aún no se han llevado a cabo. Estas conversaciones podrían incluir temas como amnistías, garantías para quienes abandonan el cargo y el establecimiento de comisiones de verdad.
¿Qué ha dicho la oposición sobre las relaciones con EE.UU.?
González, el exdiplomático de larga data que se postula para presidente, está ansioso por normalizar las relaciones diplomáticas.
“Quiero que Venezuela y Estados Unidos recuperen y vuelvan a la relación amistosa o simplemente natural que hemos tenido durante muchos años”, dijo durante una discusión el jueves patrocinada por el Centro Wilson, un centro de investigación no partidista en Washington. “Es absurdo, por no decir increíble”, agregó, la cantidad de años que Venezuela ha estado “sin una oficina diplomática en Washington”.
El diálogo político y la cooperación son una necesidad, dijo González.
“Eso es algo que tenemos que abordar de inmediato”, agregó.