Según Brenda, lo que hace de manera inequívoca diferente a esta generación de estudiantes es las redes sociales y la tecnología y cómo algunos estudiantes están demasiado apegados a ellas. En consecuencia, parece que los estudiantes han perdido habilidades sociales importantes, como conversar y regular sus emociones. “El drama de las redes sociales se filtra en las escuelas y en las aulas”, explicó Brenda. “Como resultado, esto significa que tu profesor ya no está enseñando, sino que ahora debe ser árbitro. Luego, tendrás algunos padres que arremeterán contra el profesor por no manejar la situación correctamente cuando no es trabajo del profesor. El profesor es contratado para enseñar. Depende de los padres establecer límites con el uso de la tecnología y las redes sociales.”
Wavebreakmedia / Getty Images/iStockphoto