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Las historias importantes sobre dinero y política en la carrera por la Casa Blanca
El presidente de EE. UU., Joe Biden, ha reiniciado dramáticamente la carrera presidencial de 2024 al anunciar que se retirará de la contienda después de semanas de presión de su partido Demócrata para dar un paso al costado.
Los llamados comenzaron después de una desastrosa actuación en el debate del mes pasado y se intensificaron nuevamente después del intento de asesinato de Donald Trump, que parecía darle nuevo impulso al candidato republicano.
Biden respaldó a su vicepresidenta, Kamala Harris, poco después de su anuncio el domingo, aunque el partido Demócrata aún no ha dado su respaldo oficial.
“El pueblo estadounidense escuchará al Partido Demócrata sobre los próximos pasos y el camino a seguir para el proceso de nominación”, que estará regido por las reglas del partido, dijo el presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison.
¿Quién es el candidato líder para reemplazar a Biden?
Aunque Biden ha respaldado a Harris para reemplazarlo en la parte superior de la boleta, efectivamente ungíendola, el partido aún no tiene un nominado oficial.
El presidente dijo en una publicación en X justo después de anunciar su decisión de retirarse de la campaña que “ofreceré todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la nominada de nuestro partido este año”.
Si el partido se une en torno a ella, los Demócratas evitarían una batalla interna y una convención abierta caótica que ponga al descubierto sus fisuras ideológicas en Chicago el próximo mes.
En un gesto hacia una posible división sobre la nominada, Biden llamó a la unidad al respaldar a Harris, diciendo: “Demócratas, es hora de unirnos y vencer a Trump. Hagámoslo”.
¿Alguien desafiará a Harris?
Esto sigue siendo incierto, aunque improbable.
Se esperaba que la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y el gobernador de California, Gavin Newsom —ambos en la lista de posibles sucesores de Biden— respaldaran a Harris, según tres prominentes donantes y operativos del Partido Demócrata con conocimiento directo del asunto.
Los donantes Demócratas también tendrán influencia. Si comienzan a respaldar a Harris —como ya lo han hecho George y Alex Soros— es más probable que los políticos apoyen a la vicepresidenta y mantengan los fondos fluyendo.
En teoría, Whitmer o Newsom —o alguien más— podrían presentar un desafío, pero eso podría desencadenar una guerra civil Demócrata que podría perjudicar más que beneficiar al partido. Si Harris se convierte en la nominada, Whitmer y Newsom serían los principales contendientes para ser su compañero de fórmula.
¿Qué hace ahora Biden?
La decisión de Biden recuerda a cuando Lyndon B Johnson sorprendió a la nación en marzo de 1968 al retirarse de la carrera presidencial diciendo que la presidencia no debe verse mancillada por “divisiones partidistas” mientras se enfocaba en la polémica guerra de Vietnam.
Aunque será considerado un pato cojo hasta noviembre, es probable que Biden siga los pasos de LBJ, centrándose en su agenda de política exterior —principalmente asegurando un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamas y afianzando el apoyo a Ucrania— y recorriendo la campaña en nombre de su sucesor.
¿Cuáles son las reglas para nombrar a un sucesor?
Dado que Biden se ha retirado antes de su nominación formal en la Convención Nacional Demócrata del próximo mes, los mecanismos del partido para elegir a su sucesor siguen siendo los mismos que en cualquier otra elección.
Hay 3,937 delegados comprometidos en la DNC, y se necesitan 1,976 para ganar la nominación. Biden cuenta con el apoyo del 99 por ciento de los delegados comprometidos. Ahora que se ha retirado, son libres de votar por el candidato que deseen, aunque es muy probable que sea quien el partido respalde.
“Nuestros delegados están preparados para asumir seriamente su responsabilidad en la entrega rápida de un candidato al pueblo estadounidense”, dijo Harrison.
¿Qué sucede con los fondos de campaña de Biden?
Biden comparte un comité de campaña con Harris, por lo que ella retendría acceso a sus fondos si se convirtiera en la nominada. El comité recaudó $270 millones en el segundo trimestre.
Si alguien que no sea Harris sucede a Biden, su campaña tendría que ofrecer reembolsar el dinero a los donantes, quienes podrían luego utilizarlo para contribuir a la campaña de un nuevo candidato, según el Leadership Now Project. Las reglas federales limitan las transferencias de candidato a candidato a $2,000.
La campaña de Biden también podría transferir una cantidad ilimitada al DNC, que a su vez podría gastar hasta $32 millones en coordinación con la campaña del nuevo nominado, según las reglas de la FEC.
Expertos en campañas dicen que la transferencia de cualquier fondo restante no podría ser entregada directamente al candidato, pero podría gastarse en alineación con su campaña, de la misma manera que trabajan los grupos de recaudación de fondos de super PAC.
Reportaje adicional de Alex Rogers y Lauren Fedor en Washington y James Fontanella-Khan en Nueva York