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La medida de inflación favorita de la Reserva Federal se mantuvo baja el mes pasado, reforzando la evidencia de que las presiones de precios se están enfriando de manera constante y preparando el escenario para que la Fed comience a reducir las tasas de interés en septiembre.
Los precios subieron solo un 0.1% de mayo a junio, informó el Departamento de Comercio el viernes, en comparación con el 0% del mes anterior. En comparación con el año anterior, la inflación cayó al 2.5% desde el 2.6%.
Excluyendo los precios volátiles de alimentos y energía, la llamada inflación subyacente aumentó un 0.2% de mayo a junio, en comparación con el 0.1% del mes anterior. Medido desde un año antes, los precios básicos aumentaron un 2.6%, sin cambios desde junio. Los economistas siguen de cerca los precios básicos, que suelen ofrecer una mejor lectura de las tendencias futuras de inflación.
En su conjunto, las cifras del viernes sugieren que la peor racha de inflación en cuatro décadas, que alcanzó su punto máximo hace dos años, está llegando a su fin. El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que los datos de enfriamiento de los precios de este verano han fortalecido su confianza en que la inflación está regresando de manera sostenible al nivel objetivo del 2% del banco central.
Las tasas de interés más bajas y una inflación más débil, junto con un mercado laboral todavía sólido, podrían mejorar la evaluación de la economía de los estadounidenses e influir en la carrera presidencial de este año entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump.
El informe del viernes también mostró que el gasto del consumidor aumentó ligeramente en junio. Lo mismo ocurrió con los ingresos, incluso después de ajustar por inflación. El informe sugirió que un raro “aterrizaje suave”, en el que la Fed logra frenar la economía y la inflación a través de tasas de interés más altas sin causar una recesión, está teniendo lugar, al menos por el momento.
“Un resumen de dos palabras del informe es ‘lo suficientemente bueno'”, dijo Robert Frick, economista de Navy Federal Credit Union. “El gasto es lo suficientemente bueno para mantener la expansión, y los ingresos son lo suficientemente buenos para mantener el gasto. Y el nivel de inflación es lo suficientemente bueno para que la decisión de recortar las tasas sea fácil para la Fed”.
El gasto del consumidor aumentó un 0.3% de mayo a junio, ligeramente por debajo del aumento del 0.4% del mes anterior. Los ingresos aumentaron un 0.2%, frente al 0.4% en mayo. El ingreso promedio ajustado por inflación ha aumentado un 1% respecto al año anterior, según el informe del viernes, aunque esa cifra se ha desacelerado desde el 1.9% a principios de año.
Con el ritmo de contratación disminuyendo y la economía creciendo a un ritmo constante, aunque no robusto, se considera casi seguro que la Fed reducirá su tasa de interés de referencia cuando se reúna a mediados de septiembre. El banco central se reunirá primero la próxima semana. Se espera que Powell diga después que los responsables de la Fed aún quieren ver datos adicionales para asegurarse de que la inflación se está desacelerando de manera consistente.
De todos modos, es probable que el banco central señale la próxima semana que está más cerca de reducir los costos de endeudamiento.
“Espero que Powell señale con bastante comodidad a septiembre para un alivio”, dijo David Page, jefe de investigación macroeconómica de AXA IM, un gestor de inversiones con sede en Londres.
El mes pasado, los precios de los alimentos aumentaron solo un 0.1%, extendiendo una racha de ligeras subidas de costos después de que los precios de los comestibles se dispararon en 2021 y 2022. En comparación con el año pasado, los precios de los alimentos han subido solo un 1.4%.
Los precios de la energía cayeron un 2.1% de mayo a junio, liderados por los fuertes descensos en los precios de la gasolina. Los costos de energía han subido un 2% en el último año. Los precios de los automóviles nuevos cayeron un 0.6% el mes pasado, después de haber aumentado durante la pandemia.
Después de aumentar al 7% en 2022, según la medida publicada el viernes, la inflación ha caído constantemente en el último año. Aun así, los costos de necesidades cotidianas como comestibles, gasolina y alquiler siguen siendo mucho más altos que hace tres años, un hecho que ha amargado a muchos votantes sobre el manejo de la economía por parte de la administración Biden-Harris.
La inflación se está enfriando incluso a medida que la economía sigue expandiéndose constantemente. El jueves, el gobierno informó que la economía de EE. UU. creció a una tasa anual saludable del 2.8% en el segundo trimestre de abril a junio, con los consumidores y las empresas gastando a un ritmo sólido. Eso representó un aumento desde una tasa de crecimiento anual del 1.4% en los primeros tres meses del año.
Las empresas siguen añadiendo empleos, aunque la mayor parte de la contratación en los últimos meses se ha concentrado en solo dos sectores de la economía: la atención médica y el gobierno. La tasa de desempleo ha aumentado a un aún bajo 4.1%, después de la racha más larga por debajo del 4% en medio siglo.
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