Irán está enviando señales contradictorias sobre el mortal ataque con cohetes en un pueblo druso que Israel ha culpado a la milicia respaldada por Irán, Hezbollah, en Líbano.
El sábado, al menos 12 niños y jóvenes de entre 10 y 20 años murieron en un ataque con misiles que golpeó un campo de fútbol en la ciudad drusa de Majdal Shams en los Altos del Golán ocupados por Israel.
Israel dijo que Hezbollah había llevado a cabo el ataque y prometió tomar represalias. La milicia chiíta negó haber tenido algo que ver con ello.
“Después de 10 meses de masacres en la Franja de Gaza y la matanza de mujeres y niños palestinos, el régimen israelí de apartheid está tratando de engañar a la opinión pública con un escenario falsificado para distraer la atención del mundo de los crímenes que comete a gran escala en Palestina”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, según una declaración en el sitio web del ministerio.
“Esta masacre es una guerra contra la humanidad y viola todas las leyes y regulaciones internacionalmente reconocidas”, dijo Kanaani, según la agencia de noticias ISNA.
Sin embargo, el embajador de Irán en Líbano adoptó un tono diferente, minimizando la importancia del ataque.
El embajador Mojtaba Amani escribió el sábado por la noche en X que las posibilidades de que estalle un conflicto mayor eran “muy escasas” ya que hay un “equilibrio de poder impuesto” en la región.
Amani agregó que Irán no quiere una escalada con Israel ni le teme. “Nuestros enemigos tienen que imaginar lo que podemos hacer con nuestro poder, capacidad y defensa de la resistencia”, agregó Amani sin entrar en detalles.
Irán, enemigo jurado de Israel, es el aliado clave de Hezbollah alineado con Hamas que ha estado en confrontación con Israel desde que comenzó la guerra en Gaza en octubre del año pasado.
La gente llora en el funeral de sus familiares en la ciudad drusa de Majd al-Shams en los Altos del Golán controlados por Israel. Varios niños y jóvenes murieron en un ataque con cohetes en un campo de fútbol en el pueblo. Ilia Yefimovich/dpa