Altos funcionarios de Israel, Qatar y Estados Unidos se reunieron en Roma el domingo para continuar las negociaciones sobre un alto el fuego en Gaza, según dos funcionarios involucrados en las conversaciones. Las conversaciones se produjeron mientras las tensiones aumentaban en la región debido a la creciente violencia en la frontera entre Israel y Líbano.
Los funcionarios que se reunieron en Roma están presionando para forjar un alto el fuego en el que los rehenes israelíes retenidos por Hamas serían intercambiados por cientos de palestinos encarcelados por Israel bajo un plan que se ha discutido durante meses. Qatar alberga parte del liderazgo de Hamas y, junto con Egipto, desempeña un papel clave en mediar entre las dos partes.
A pesar de los avances en las últimas semanas, las negociaciones de meses de duración siguen estancadas en varios temas clave, particularmente en cuanto a la medida en que las fuerzas israelíes permanecerían en Gaza durante un alto el fuego, según siete funcionarios involucrados en las conversaciones o informados sobre las mismas.
A principios de julio, Israel endureció su posición sobre el mantenimiento de controles en una carretera estratégica al sur de la ciudad de Gaza, semanas después de sugerir que podría ceder. No estaba claro el domingo si el primer ministro Benjamin Netanyahu había permitido a los negociadores mostrar una mayor flexibilidad sobre el asunto durante las conversaciones del domingo. El Sr. Netanyahu enfrenta presiones de miembros de su gobierno de derecha para mantener una postura más dura.
La duración del alto el fuego también es motivo de disputa: Hamas quiere un alto el fuego permanente, mientras que Israel quiere la opción de reanudar el combate.
Israel también se ha negado a garantizar que sus tropas abandonarán la frontera entre Gaza y Egipto durante un alto el fuego, temiendo que Hamas contrabandee armas a través de la frontera en ausencia de fuerzas israelíes.
Negociadores israelíes han discutido en privado abandonar la zona fronteriza si pueden primero instalar sensores electrónicos para detectar futuros intentos de excavar túneles, así como construir barreras subterráneas para bloquear la construcción de túneles, según tres funcionarios informados sobre las conversaciones. Pero no se ha llegado a un acuerdo, dijeron los funcionarios.
Israel quiere mantener controles militares en una carretera estratégica dentro de Gaza para evitar que los combatientes de Hamas transporten armas hacia la ciudad de Gaza, según cuatro funcionarios israelíes y un funcionario de uno de los países mediadores. Después de mostrarse más flexibles sobre el tema a principios del verano, la postura de Israel se endureció nuevamente hace aproximadamente tres semanas, mientras que Hamas nunca estuvo de acuerdo en ceder, dijeron los funcionarios.
Todos los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato para poder hablar con mayor libertad sobre asuntos sensibles.
La reunión en Roma se produjo mientras diplomáticos occidentales se apresuraban el domingo para evitar un recrudecimiento de los combates en la frontera entre Israel y Líbano, dijeron funcionarios, después de que un cohete desde Líbano el sábado matara al menos a 12 personas en una ciudad controlada por Israel, la mayoría de ellos niños. Israel respondió temprano el domingo con ataques en todo Líbano.
Antes de los últimos ataques, los mediadores entre las dos partes esperaban que un alto el fuego en Gaza pudiera proporcionar el impulso para una disminución de las tensiones a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano, aunque el riesgo de escalada allí sigue siendo más alto que nunca.
Seis funcionarios israelíes dijeron que el primer ministro Benjamin Netanyahu es la razón principal de la postura más dura de Israel en las conversaciones que tienen lugar en Roma, y que los principales funcionarios de seguridad están presionando al primer ministro para que muestre una mayor flexibilidad para asegurar un acuerdo. El margen de maniobra de Netanyahu está limitado por los miembros de su gobierno de coalición de derecha; algunos de ellos se oponen a un alto el fuego que permitiría a Hamas sobrevivir a la guerra intacta y han amenazado con derribar el gobierno si no se cumplen sus deseos.
La oficina del Sr. Netanyahu no respondió a las solicitudes de comentarios. Pero el jueves, prometió a las familias de los rehenes retenidos en Gaza que su gobierno no introduciría nuevas condiciones u obstáculos para lograr un acuerdo marco para un alto el fuego, según Jonathan Dekel-Chen, cuyo hijo Sagui fue secuestrado durante el ataque liderado por Hamas el 7 de octubre.
El compromiso de Netanyahu, dijo Dekel-Chen, se hizo en presencia del presidente Biden, su asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, y seis familias con parientes retenidos en Gaza.
“Se comprometió frente al presidente a actuar con más urgencia de la que ha tenido en el pasado”, dijo Dekel-Chen en una entrevista telefónica el sábado.
Las conversaciones en Roma se produjeron cuando decenas de miles de personas han sido obligadas bajo órdenes israelíes a evacuar varios vecindarios en el sur de Gaza, según las Naciones Unidas.
Una orden israelí el sábado fue la última de una serie de directivas recientes que han obligado a los palestinos desplazados a reubicarse nuevamente.
La orden incluye un área alrededor de la ciudad de Jan Yunis que Israel había designado previamente como una “zona humanitaria” para civiles palestinos, que han enfrentado casi un año de guerra implacable y han luchado por evitar enfermedades y encontrar alimentos y agua limpia.
Decenas de miles de personas se han dirigido a pie hacia Al Mawasi, un tramo ya abarrotado de tiendas cerca del mar en Gaza que ha servido como refugio improvisado de último recurso durante meses. Unas 182,000 personas fueron desplazadas de la ciudad sureña de Jan Yunis a Al Mawasi en solo unos días la semana pasada, estima la ONU.
Pero la ONU también dijo que cientos seguían varados en áreas que se les ordenó evacuar, incluidos unos 300 refugiados en varias escuelas.
Algunos se vieron obligados a quedarse debido a familiares discapacitados. Kamel Abu Jamea, de 73 años, residente de Jan Yunis, dijo que su esposa, Amna, de 73 años, estaba demasiado enferma para caminar, lo que les impedía evacuar a pesar de los bombardeos y tiroteos que podía escuchar afuera. Había intentado encontrar un medio de transporte para llevarlos a una zona más segura, pero no tuvo suerte. Y su comida, agua y medicamentos se estaban agotando.
“Mi esposa ni siquiera puede caminar cinco metros”, dijo. “No puedo dejarla e irme”.
Las órdenes de evacuación israelíes han complicado aún más el trabajo de los grupos de ayuda que intentan servir a la zona de Jan Yunis.
Doce puntos de distribución que se habían establecido para distribuir alimentos suspendieron sus operaciones, junto con ocho cocinas de comidas calientes y programas de nutrición para niños y mujeres embarazadas en dos refugios, dijo la ONU. Diez instalaciones de agua y saneamiento, y al menos 17 refugios también dejaron de funcionar, dijo.