Las escuelas deben reforzar la continuidad de la red a medida que adoptan más tecnología.

Puntos clave:

Las innovaciones tecnológicas siempre han sido un aspecto vital de la educación, con las aulas de hoy en día llegando muy lejos desde las pizarras y proyectores tradicionales hasta lo último en computación en la nube y dispositivos de Internet de las Cosas (IoT). La infraestructura de red es el corazón de estas tecnologías modernas, permitiendo los recursos y dispositivos que los profesores y sus estudiantes utilizan a diario.

Desafortunadamente, muchas instituciones no tienen soluciones de red adecuadas para facilitar una conectividad siempre activa. Si un error humano o un ciberataque comprometen la red, estas tecnologías podrían volverse inaccesibles, haciendo imposibles los procesos educativos esenciales.

Las consecuencias y causas de la caída de la red en la educación

A medida que los educadores se vuelven más dependientes de las tecnologías que dependen de la red para hacer su trabajo, mayores son las consecuencias cuando estas cosas se vuelven inaccesibles debido a cortes inesperados en la red. Así como el conductor que solo usa su cámara de respaldo tiene dificultades para retroceder sin ella, así es la situación en la que se encuentran los educadores hoy en día.

El aprendizaje en línea, por ejemplo, requiere una conectividad constante: si la red se cae, los estudiantes no tendrán forma de acceder a los materiales de aprendizaje o entregar tareas. Del mismo modo, los cortes en la red pueden bloquear al personal para acceder a sistemas financieros y operativos y aplicaciones de gestión del aprendizaje. En algunos casos, los educadores pueden ser incapaces de completar tareas fundamentales como tomar asistencia o utilizar sistemas de calificación.

Además de interrumpir los procesos educativos y poner en peligro la productividad, los cortes en la red pueden ser costosos, acumulando costos tangibles en tarifas de recuperación, así como costos intangibles como daños a la reputación. Investigaciones de Comparitech muestran que entre 2018 y mediados de septiembre de 2023, los ataques de ransomware contra instituciones educativas de K-12 y educación superior en todo el mundo costaron más de $53 mil millones en tiempo de inactividad.

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En los últimos años, los ciberataques a escuelas de K-12 han aumentado principalmente debido a que estas instituciones son objetivos fáciles para los actores malintencionados. Un informe de 2022 de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de EE. UU. encontró que las clases pueden tardar hasta tres semanas en regresar a la normalidad después de un ataque. El informe también señala que, detrás de escena, algunos distritos pueden tardar nueve meses en recuperarse.

Fortaleciendo la resiliencia de la red con la Gestión Fuera de Banda

Existen dos formas de gestionar una red: la gestión en banda y la gestión fuera de banda (OOB). Muchas instituciones educativas confían en la primera, que implica gestionar la red a través de la red misma. El problema con esta metodología es que cuando ocurre un corte, no hay forma para que los ingenieros de red y el personal de TI accedan a dispositivos remotos y solucionen el problema.

Por otro lado, la gestión OOB permite a los ingenieros de red establecer un plano de gestión separado que opera de forma independiente al plano de datos o infraestructura productiva. En otras palabras, los técnicos de una escuela pueden usar la gestión OOB para llegar a dispositivos remotos sin acceder directamente a la dirección IP de producción en el plano de datos. Incluso si la red está caída, los equipos de TI aún pueden acceder, gestionar y solucionar dispositivos de forma remota y segura.

Algunas soluciones de gestión OOB de primera clase permiten a los ingenieros de red detectar y solucionar problemas a través de monitoreo proactivo, incluidos sistemas que notifican automáticamente al personal necesario sobre problemas de red o inconsistencias ambientales por correo electrónico o SMS. Al reconocer y solucionar problemas de manera preventiva, las instituciones educativas pueden detectar fallas antes de que se conviertan en fallas, minimizando el tiempo de inactividad y los costos operativos a través de la continuidad operativa. Además, la capacidad de monitorear y solucionar problemas de forma remota elimina la necesidad de que las escuelas envíen ingenieros a los sitios para realizar cambios de configuración y solucionar problemas, ahorrando tiempo valioso.

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Además, la gestión OOB permite a las instituciones educativas aislar y contener incidentes de seguridad, como violaciones o ataques. Bloquear y poner en cuarentena partes afectadas de la red evitará que los actores malintencionados se muevan libremente, protegiendo los datos sensibles de los estudiantes y el personal. Estas capacidades mejoran significativamente la resiliencia de la red frente a ciberataques, preservando la integridad de la red para garantizar que el aprendizaje y otras operaciones comerciales puedan continuar sin interrupciones.

La necesidad de conectividad en medio de la rápida adopción tecnológica

A medida que las tecnologías avanzadas pasan de ser una novedad a ser algo común, más escuelas y universidades en todo el mundo las adoptarán, incluida la inteligencia artificial, la tecnología ponible, el procesamiento del lenguaje natural y la realidad virtual y aumentada, remodelando el aprendizaje para mejor. Al mismo tiempo, los estudiantes y el personal exigen aplicaciones y dispositivos más rápidos e innovadores.

Aunque estas tecnologías y aplicaciones abrirán la puerta a nuevas posibilidades educativas, pondrán mayor presión en la red y aumentarán el riesgo de cortes, subrayando la necesidad de una conectividad siempre activa a través de la gestión OOB.

Alan Stewart-Brown, Opengear

Alan Stewart-Brown es VP de EMEA con la responsabilidad de supervisar todas las actividades de ventas, desarrollo de canales, eventos de marketing y SE en la región de EMEA. El enfoque principal de Alan es el desarrollo y ejecución de estrategias de ventas, desarrollo de talento e iniciativas de canal que aseguren el crecimiento acelerado del negocio de Opengear en la región. Alan aporta 25 años de experiencia en liderazgo de ventas en el sector tecnológico, incluidas LAN inalámbricas, software empresarial, análisis de BI y comercio electrónico. Antes de unirse a Opengear, Alan ocupó cargos de gestión de ventas senior pan-europeos en Xirrus, Fiserv, AIM Technology, eColor y Phoenix Technologies. Alan tiene una licenciatura en Ciencias de Imperial College, London.

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