Vladimir Kara-Murza expressed his certainty that he would die in Putin’s prison, following his unexpected release in a major prisoner exchange. He shared his experience of being transferred from a high-security jail in Siberia to forced exile after over two years of imprisonment, describing it as surreal yet a positive experience as he reunited with his family. Kara-Murza, a Russian opposition politician and British citizen, had been sentenced to 25 years for criticizing Putin and the invasion of Ukraine. He spent 11 months in solitary confinement, facing challenges like limited communication and harsh physical conditions due to health issues. Despite his difficult journey, he now advocates for the release of other political prisoners still in custody.
“Me doy cuenta de que febrero de 2022 cambió mucho.
Pero quiere saber por qué un abogado de derechos humanos ruso no puede viajar a los países bálticos para una conferencia, cuando un misil ruso que contiene un chip fabricado en Occidente puede impactar en un edificio residencial en Ucrania.
“La responsabilidad de lo que está haciendo el régimen de Putin allí la comparte la sociedad rusa, una gran parte de la cual optó por cerrar los ojos a los abusos y represiones”, argumenta.
“Pero no olvidemos la responsabilidad de esos países occidentales que durante años prefirieron tratar con Vladimir Putin y hacer negocios, sabiendo perfectamente quién era y qué representaba.”
En 2022, Vladimir Kara-Murza fue arrestado porque insistió en estar dentro de Rusia y hablar. Ahora se le prohíbe viajar, le preocupa su derecho a llamar a otros a la acción allí. Cree que se sentirá “más restringido”.
Pero seguirá condenando la guerra en Ucrania.
“Putin no puede permitirse ganar esta guerra. Ucrania debe ganar, y debería haber más apoyo de los países occidentales para que eso suceda”, argumenta.
Históricamente, dice, las “ventanas de oportunidad” para el cambio democrático se abren después de una “derrota militar desastrosa”.
Cuando su avión salía de Rusia, el guardia del FSB junto a Kara-Murza le dijo que mirara por la ventana.
“Dijo que era la última vez que veía a mi patria”. El activista se rió. “Le dije, soy historiador, así que estoy seguro de que volveré a mi país”.
“Y será mucho más rápido de lo que piensas.”
“