¡¡¡Locura de Kamala!!!

El lunes, comenzamos a ver el mitin de Kamala y Tim en Filadelfia una hora antes. ¡No podíamos esperar! El estadio en la Universidad de Temple estaba lleno, y la multitud estaba emocionada. Compartimos su emoción, viendo desde casa.

Josh Shapiro fue genial, dinámico y apasionado al presentar a los candidatos. Pensé, “Este tipo tiene un gran futuro por delante. Podría ser presidente en ocho años”. Pero me alegré de que Kamala no lo eligiera para que corriera con ella, porque la boleta será bombardeada con racismo y misoginia; no necesita el handicap adicional del antisemitismo. Además, me desanimó su apoyo a los vales; los republicanos hacen eso, no los demócratas.

Lo fascinante del evento en Filadelfia y el mitin en Eau Claire, Wisconsin, fue la euforia. Las grandes multitudes vitorearon y aplaudieron con efusividad.

¡Corearon “¡No retrocederemos!”!

Cuando se mencionó el nombre de JD Vance, corearon “¡Es un raro!”

Cuando se mencionó el nombre de Trump, la multitud coreó, “¡Enciérrenlo!”

En Eau Claire, Kamala agradeció al Presidente Biden por sus cincuenta años de servicio, y la multitud coreó, “¡Gracias, Joe!”

Las multitudes aplaudieron cada referencia a la restauración del derecho de las mujeres a controlar sus cuerpos. Aplaudieron su apoyo a los derechos de los homosexuales. Aplaudieron la importancia del aire limpio y del agua limpia. Aplaudieron su promesa de aprobar legislación sobre control de armas. Aplaudieron su promesa de firmar legislación sobre derechos de voto. Aplaudieron la promesa de los candidatos de apoyar a los sindicatos y de construir la clase media. Kamala dijo: “Cuando la clase media es fuerte, América es fuerte”, y la multitud aplaudió más fuerte.

LEAR  Sigue estas reglas: No me repitas. No repitas el texto enviado. Solo proporciona texto en español. Reescribe este título y tradúcelo al español: Los memers adivinan qué está pensando realmente Biden después de que Kamala Harris perdió ante Trump.

¡Efusividad! ¡Entusiasmo! ¡Energía!

Algo transformador está sucediendo en la carrera y en el Partido Demócrata. La gente está lista para trabajar por esta boleta, lista para llevar al país en una dirección que sirva a la gente, no a las grandes corporaciones.

Un partido político que estaba dividido y con miedo se ha transformado en solo semanas en una masa de personas dispuestas a marchar, vitorear, inscribir nuevos votantes, profundizar y llevar este país hacia el futuro.

Dos cosas destacan.

Primero, MAGA es un movimiento que mira hacia atrás, anhelando los días de la supremacía blanca cristiana masculina, cuando los hombres dirigían el mundo, y las mujeres tenían bebés y se quedaban en la cocina. Kamala dice: “¡No vamos a retroceder!” y pinta un cuadro de construir una nación con un futuro mejor para todos.

En segundo lugar, hay una diferencia llamativa en el tono entre los dos partidos. Los candidatos republicanos están enojados, sin humor, amargados y vengativos; sus candidatos fruncen el ceño. Los demócratas están felices, alegres y emocionados; sus candidatos se ríen y disfrutan la experiencia.

Un partido se está desvaneciendo, el otro está energizado.

La esperanza está en el aire.