Por Gabriel Araujo, Andre Romani, Luana Maria Benedito
SAO PAULO (Reuters) – Un avión regional de turbohélice se estrelló cerca de Sao Paulo en Brasil el viernes, matando a las 61 personas a bordo, según informó la aerolínea.
La aerolínea regional Voepass dijo que el avión, con destino al aeropuerto internacional de Sao Paulo, despegó de Cascavel, en el estado de Paraná, y se estrelló alrededor de la 1:30 p.m. (1630 GMT) en la ciudad de Vinhedo, a unos 80 km (50 millas) al noroeste de Sao Paulo.
Un video compartido en redes sociales mostraba la aeronave ATR-72 girando fuera de control mientras caía detrás de un grupo de árboles cerca de casas, seguido por una gran columna de humo negro.
Un residente cercano, Daniel de Lima, dijo que escuchó un fuerte ruido antes de mirar afuera de su condominio en Vinhedo, donde vio el avión en una espiral horizontal.
“Estaba girando, pero no se movía hacia adelante”, le dijo a Reuters. “Poco después cayó del cielo y explotó”.
Funcionarios de la ciudad de Valinhos, cerca de Vinhedo, dijeron que no hubo sobrevivientes y que solo una casa en el complejo de condominios local resultó dañada, mientras que ninguno de los residentes resultó herido.
“Casi creo que el piloto intentó evitar un vecindario cercano, que está densamente poblado”, dijo de Lima.
Las autoridades no informaron de inmediato la causa del accidente, aunque el jefe del centro brasileño de investigaciones de accidentes de aviación, Cenipa, dijo que la llamada “caja negra” del avión que contiene grabaciones de voz y datos de vuelo había sido recuperada del lugar.
El video del accidente mostraba un clima despejado, con el pronóstico para el área que indicaba lluvias ligeras y vientos de 10 km por hora (6 mph).
John Hansman, profesor del departamento de aeronáutica y astronautica del Instituto Tecnológico de Massachusetts, revisó algunas de las imágenes compartidas en redes sociales y sin haber revisado los datos de vuelo, dijo que el accidente no parecía haber sido causado por el clima.
“Podría haber sido una falla en el motor de un lado que fue mal gestionada por la tripulación”, dijo. “Podría ser la potencia del motor restante la que inició la rotación hacia abajo”.
El consultor de seguridad aérea de EE. UU. y ex piloto comercial John Cox dijo que le gustaría validar los datos de Flightradar, que mostraban muchas giros en la velocidad, pero independientemente, algo “realmente significativo” sucedió para hacer que el avión girara cuando cayó.
“No hacemos girar aviones comerciales”, dijo Cox. “Así que eso dice que en algún momento se detuvo y luego la tripulación de vuelo perdió el control de él. Pero parece que puede haber ocurrido algún evento catastrófico antes de esa pérdida de control”.
El jefe de Cenipa, Marcelo Moreno, advirtió en una conferencia de prensa que todavía era demasiado pronto para determinar la causa del accidente.
“Por lo que podemos decir hasta ahora, la aeronave no se comunicó con el control de tráfico informando de una emergencia”, dijo Moreno.
Voepass, la cuarta aerolínea más grande de Brasil en cuanto a cuota de mercado, dijo que no podía proporcionar información adicional sobre lo que causó el accidente del avión. Originalmente había informado de 62 personas a bordo de la aeronave, aunque los medios locales entrevistaron a un hombre que dijo que se había perdido el vuelo.
En total, el avión llevaba 57 pasajeros y cuatro tripulantes, según Voepass.
ATR, de origen franco-italiano, propiedad conjunta de Airbus y Leonardo, es el principal productor de aviones regionales de turbohélice con capacidad para 40 a 70 personas.
ATR dijo a Reuters que sus especialistas estaban “totalmente comprometidos” con la investigación del accidente y sus clientes.
El motor del avión era un PW 127 producido por Pratt & Whitney Canada, confirmó su empresa matriz RTX Corp a Reuters. RTX dijo que había ofrecido asistencia en la investigación.
Moreno dijo que tanto investigadores franceses como canadienses participarán en la investigación. El regulador de seguridad de Europa también dijo que ofrecería asistencia técnica.
El accidente es el más mortífero de Brasil desde que 199 personas murieron en 2007 en un vuelo operado por TAM, que más tarde se unió a LAN para convertirse en lo que ahora es LATAM Airlines.