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¿Qué define el liderazgo de ritmo establecido?
El lema de este estilo de liderazgo es “Haz lo que hago, no lo que digo”, ya que los gerentes lideran con el ejemplo y allanan el camino para que los empleados sigan su ejemplo. El liderazgo de ritmo establecido se enfoca en la alta eficiencia, la rapidez y los excelentes resultados, y los líderes comunican este mensaje aplicándolo a su propio trabajo. Los gerentes mantienen a los empleados en los más altos niveles de estándares y expectativas y les exigen cumplir con los plazos y tener éxito en sus tareas siguiendo ciertos métodos y pautas. Además, generalmente esperan que todos sean tan productivos y eficientes como ellos o incluso superen sus estándares. Para lograrlo, los líderes asignan a cada empleado tareas para las que están completamente capacitados y no confían en ellos con responsabilidades para las que no tienen la formación necesaria para llevar a cabo.
Las atributos que un líder de ritmo establecido debe tener
Auto motivación
Un líder de ritmo establecido debe tener una fuerte motivación interna que provenga de su necesidad personal y disposición para progresar, no de factores externos. Su alta auto motivación los impulsa a trabajar duro, alcanzar sus metas y mostrar una mejora continua. Mostrar iniciativa también es necesario para que puedan liderar a sus equipos. Pueden evaluar claramente cada situación y entender cuándo deben intervenir y ayudar a los empleados con sus tareas. Como resultado, todo el equipo puede tener éxito en alcanzar sus objetivos, y los individuos pueden florecer.
Crear equilibrio
Los líderes deben ser conscientes de las fortalezas y habilidades de cada empleado. De esta manera, pueden asignar tareas en consecuencia y confiar en que los individuos trabajarán a un ritmo de alta eficiencia. Cuando los empleados adecuadamente capacitados asumen tareas, el tiempo de finalización mejora. Como resultado, todos se sienten lo suficientemente independientes como para completar su trabajo, ya que operan con una dirección mínima. Si, por otro lado, los miembros del equipo tienen dificultades para abordar un proyecto, su gerente puede intervenir y delegar adecuadamente para garantizar el mejor resultado posible.
Establecer expectativas claras
Al asignar tareas, un líder de ritmo establecido establece claramente sus expectativas y requisitos. Establecen pautas y explican detalladamente lo que esperan de cada miembro del personal. No esperan que las personas lean sus mentes, pero tampoco supervisan cada pequeña tarea. Requieren que todos trabajen en sus proyectos de la manera más eficiente y rápida posible y hagan preguntas cuando necesiten claridad adicional. La comunicación transparente y la eliminación de cualquier duda son cruciales para confiar los objetivos de la empresa a los individuos.
Las ventajas del liderazgo de ritmo establecido
Los equipos alcanzan sus objetivos rápidamente
El liderazgo de ritmo establecido se enfoca en los resultados. Los líderes realizan rápidamente objetivos a corto y largo plazo y asignan tareas en consecuencia. Conociendo las fortalezas y debilidades de cada empleado, asignan proyectos que deben completarse rápidamente por personal completamente equipado. Esta táctica es especialmente beneficiosa para asuntos urgentes, ya que los líderes se sienten seguros al permitir que alguien finalice un proyecto dentro de plazos ajustados cuando tienen un profundo conocimiento en la materia específica. Mientras tanto, al tener éxito en sus tareas, los profesionales resaltan aún más sus habilidades y demuestran cuán competentes son incluso con poca o ninguna supervisión.
Los equipos identifican y abordan problemas rápidamente
En un estilo de gestión tan orientado al ritmo y a los objetivos, los líderes identifican no solo las fortalezas de los empleados, sino también las áreas de mejora. Como resultado, cuando surgen problemas y no se cumplen los objetivos, identifican fácilmente la raíz del problema. A continuación, trazan caminos meticulosos para superar las dificultades lo más rápido posible. Si bien no siempre es posible resolver el problema, al menos pueden mantener un ojo cercano en él y controlar la situación.
Los equipos tienen la libertad de desempeñarse
El liderazgo de ritmo establecido no se enfoca en la supervisión constante, sino que permite que las personas administren sus tareas con autonomía y supervisión mínima. Los empleados tienen la oportunidad de desempeñarse mejor y aprender nuevas habilidades para superar posibles dificultades. Más importante aún, sin una guía continua, se les anima a salir de su zona de confort y superar las expectativas, aumentando su confianza y su confianza en sus habilidades.
Los líderes destacan las competencias de sus equipos
Los líderes de ritmo establecido son muy conscientes de las habilidades y capacidades de cada persona y les asignan tareas que mejor se alinean con ellas. También pueden desafiarlos a veces para aumentar su compromiso y permitirles dar un salto y mejorar. Al aprovechar las fortalezas de cada uno, los líderes aumentan las tasas de éxito de su equipo y de toda la organización y animan a todos a lograr aún más. Sin embargo, es crucial establecer metas realistas para ellos y no sobrecargar sus listas de tareas.
Desventajas de este estilo de liderazgo
Pérdida de confianza y desvinculación
En el liderazgo de ritmo establecido, los gerentes esperan que los empleados sigan pasos específicos para completar sus tareas. Esto significa que las personas no tienen la libertad de encontrar soluciones únicas. A veces incluso pueden sentir que su gerente no confía lo suficiente en ellos como para dejarlos tomar decisiones. Además, si comienzan a ver su trabajo como una rutina mundana, sus niveles de compromiso pueden disminuir drásticamente. Los profesionales también sabrán cómo se ve cada día y cada tarea y no sentirán emoción mientras continúan sintiéndose presionados para cumplir con los plazos y desempeñarse a un alto nivel, sofocando su sentido de motivación.
Aumento de los niveles de estrés
Trabajar en tareas urgentes y bajo plazos ajustados con un jefe que establece el listón extremadamente alto puede agregar una presión severa a cualquiera. La ansiedad de las personas puede aumentar debido a las expectativas de su líder. En lugar de mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, los profesionales pueden trabajar aún más horas para lograr sus objetivos y mantener contentos a sus jefes. Además, es posible que no sientan que pueden pedir ayuda cuando se sientan abrumados porque temen que pedir orientación adicional muestre incompetencia o inadecuación. Como resultado, su autoestima puede verse afectada y pueden experimentar agotamiento.
Reducción de la innovación
El éxito a largo plazo de una empresa depende de la innovación y de pensar de forma creativa. Sin embargo, los líderes de ritmo establecido pueden centrarse mucho en los resultados sin dejar mucho espacio para la creatividad. Por lo tanto, el trabajo se vuelve repetitivo y monótono, ya que la innovación no se fomenta. Los miembros del personal no están entusiasmados con realizar sus tareas diarias, y el éxito de la empresa podría verse afectado a largo plazo. Aunque las iniciativas innovadoras pueden ser un riesgo, son importantes para que cualquiera se sienta productivo y comprometido.
Disminución de la retroalimentación
En el liderazgo de ritmo establecido, a veces los gerentes no ofrecen suficiente retroalimentación positiva a sus equipos. Pueden simplemente asumir o delegar tareas cuando alguien tiene dificultades en lugar de invertir en brindar retroalimentación para ayudarlos a mejorar. Son buenos dando instrucciones, pero pueden no felicitar a las personas por su éxito. Este comportamiento es perjudicial, ya que la mayoría de los empleados trabajan más duro cuando reciben retroalimentación positiva.
Conclusión
Este estilo de liderazgo tiene muchos beneficios, pero también puede dañar a una empresa y a su fuerza laboral si no se aplica correctamente. Algunos miembros del equipo pueden requerir más orientación y no tener la confianza o las habilidades necesarias para trabajar de forma independiente a un ritmo rápido, y presionarlos puede causar agotamiento y perjudicar el éxito de la organización. Por eso, los líderes deben evitar establecer expectativas poco razonables y en su lugar demostrar confianza en sus empleados y proporcionar retroalimentación regular señalando tanto los aspectos positivos como las áreas de mejora.
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