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Las acciones globales estaban listas para cerrar su mejor semana del año el viernes, ya que los inversores dejaron atrás un reciente período de preocupación de que la economía de EE. UU. se encaminaba hacia una recesión.
El S&P 500 apenas se movió al inicio de la jornada tras la subida del 1,6 por ciento del jueves, que se produjo después de que datos sólidos de ventas minoristas reforzaran la confianza en que una recesión en la mayor economía del mundo no es inminente.
El principal índice de acciones de EE. UU. está en camino de mostrar su mejor desempeño semanal en nueve meses, habiendo subido un 3,7 por ciento.
El S&P 500 ha recuperado todas sus pérdidas de agosto, que llegaron después de un informe de empleo débil que generó temores de una recesión, y está a solo un 2,2 por ciento de su máximo histórico de julio.
El índice Stoxx Europe 600 subió un 0,2 por ciento, mientras que las acciones japonesas, que sufrieron el peso de una venta global a principios de agosto, subieron un 3 por ciento en Asia. El índice MSCI World de acciones de mercados desarrollados a nivel mundial también está en camino de tener su mejor semana desde principios de noviembre, habiendo subido un 3,5 por ciento esta semana.
“Los movimientos de las últimas semanas demuestran cómo las narrativas del mercado pueden cambiar basadas en puntos de datos únicos y podríamos ver más volatilidad por delante”, dijo Wei Li, estratega de inversión jefe global en BlackRock.
Li agregó que los mercados de acciones de EE. UU. estaban recuperándose de una reacción exagerada a los temores de una recesión y que, a pesar de “episodios periódicos de nerviosismo en el mercado”, el administrador de activos se mantenía positivo sobre el sector tecnológico, que también ha sufrido una venta en las últimas semanas.
La recuperación del mercado llega después de una serie de datos publicados esta semana que sugieren que la economía de EE. UU. está en camino de evitar una recesión. Las cifras de inflación del miércoles mostraron que las presiones de precios cayeron más de lo esperado al 2,9 por ciento en julio.
El jueves, datos sólidos de ventas minoristas en EE. UU. y reclamos semanales de desempleo inferiores a lo esperado ayudaron a aliviar los temores de los inversores sobre un consumidor debilitado y un mercado laboral en deterioro.
La caída de la inflación ha afianzado las expectativas de los inversores de múltiples recortes de tasas de interés de la Reserva Federal este año, aunque las expectativas de recortes de tasas aún más agresivos han sido descartadas a medida que vuelve el optimismo sobre el estado de la economía.
El viernes por la mañana, los mercados estaban fijando una reducción de los costos de endeudamiento en EE. UU. apenas por debajo de un punto porcentual completo para diciembre. En el punto álgido de la venta de la semana pasada, los inversores habían apostado a que el banco central entregaría al menos cinco recortes de un cuarto de punto.
Los rendimientos de los bonos del tesoro a dos años de EE. UU., que siguen de cerca las expectativas de tasas, subieron al 4,05 por ciento el viernes, un aumento de 0,38 puntos porcentuales desde su mínimo reciente el 5 de agosto. Los rendimientos se mueven de forma inversa a los precios.
La recalibración de las expectativas de tasas llega antes de la conferencia anual de política monetaria del Banco de la Reserva Federal de Kansas City en Jackson Hole, Wyoming, la próxima semana, donde se espera que el presidente de la Fed, Jay Powell, ofrezca más pistas sobre el rumbo de la política monetaria.
Los analistas de Bank of America dijeron que esperaban que Powell se inclinara hacia una “comunicación hawkish”.
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