Trump ha despreciado repetidamente a los soldados y veteranos. Evitó el servicio en Vietnam al obtener cinco deferimientos del reclutamiento de un podiatra que alquilaba una oficina en Queens de parte del padre de Donald. Según las hijas del podiatra, Fred Trump Sr. pidió un favor y lo obtuvo.
Según uno de sus jefes de personal, el General John Kelly, Trump llamó “fracasados” y “perdedores” a los soldados caídos. No podía entender por qué servían. Se burló del Senador John McCain, quien pasó cinco años en un campo de prisioneros después de que su avión se estrellara en Hanoi. Trump dijo que no le gustaban los soldados que habían sido capturados.
Su último insulto ocurrió recientemente. Mientras era presidente, otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad a amigos, aliados, atletas profesionales y contribuyentes. Entre ellos estaban el Congresista Jim Jordan, Rush Limbaugh, Orrin Hatch y Edwin Meese. Una de las receptoras fue Miriam Adelson, esposa del difunto magnate de los casinos, Sheldon Adelson. Los Adelson fueron uno de los mayores financiadores de sus campañas. Miriam nació en Israel y apoya apasionadamente a Israel.
El jueves dijo que la Medalla Presidencial de la Libertad, otorgada a civiles por logros sobresalientes, era “mucho mejor” que la Medalla de Honor del Congreso, otorgada a soldados por servicio sobresaliente a su país.
Michael Gold de The New York Times escribió esta historia:
El ex presidente Donald J. Trump describió el jueves la Medalla Presidencial de la Libertad, que honra a civiles, como “mucho mejor” que la Medalla de Honor, porque los miembros del servicio que reciben el honor militar más alto a menudo están gravemente heridos o muertos.
Las afirmaciones de Trump siguen una serie de comentarios a lo largo de los años en los que parecía burlarse, atacar o expresar desdén por los miembros del servicio que están heridos, capturados o muertos, incluso mientras se retrata como el máximo defensor de las fuerzas armadas.
En un evento de campaña en su club de golf en Bedminster, Nueva Jersey, presentado como una discusión sobre la lucha contra el antisemitismo, Trump contó cómo otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad a Miriam Adelson, la viuda israelí-estadounidense del magnate de los casinos Sheldon Adelson. La Sra. Adelson, que asistió al evento, es una de sus principales donantes.
“En realidad es mucho mejor, porque todos reciben la Medalla de Honor del Congreso, esos son soldados, están en muy mal estado porque han sido golpeados muchas veces por balas, o están muertos”, dijo Trump, usando un término comúnmente mal utilizado para el premio militar. “Ella la recibe, y es una mujer sana y hermosa”.
De pie frente a seis banderas estadounidenses, Trump agregó que los honores eran “equivalentes”.
Brian Hughes, portavoz de la campaña de Trump, dijo que los comentarios de Trump se referían a “cómo puede ser una experiencia emocionalmente difícil entregar la Medalla de Honor del Congreso a veteranos que han sido heridos o trágicamente asesinados defendiendo nuestro país, como él hizo con orgullo cuando era comandante en jefe”.
Pero los comentarios de Trump recibieron críticas rápidas de demócratas y republicanos anti-Trump, quienes argumentaron que ha exhibido un patrón de falta de respeto hacia los miembros del servicio militar que lo hace no apto para el mando.
“Donald Trump no sabe nada sobre servir a nadie o a nada más que a sí mismo”, dijo una portavoz de la campaña de la Vicepresidenta Kamala Harris, Sarafina Chitika, agregando que sus comentarios “deberían recordar a todos los estadounidenses que le debemos a nuestros miembros del servicio, a nuestro país y a nuestro futuro asegurarnos de que Donald Trump nunca vuelva a ser el comandante en jefe de nuestra nación”.
Los comentarios de Trump también amenazaron con socavar los esfuerzos de sus aliados republicanos para atacar al candidato a vicepresidente demócrata, el Gobernador Tim Walz de Minnesota, por su historial militar. El compañero de fórmula de Trump, el Senador JD Vance de Ohio, quien pasó cuatro años en el Cuerpo de Marines, ha acusado a Walz de abandonar la Guardia Nacional del Ejército para evitar ser desplegado en Iraq y de exagerar su historial de servicio para afirmar falsamente que había servido en combate…
Vance defendió a Trump el viernes, diciendo a los reporteros en un evento de campaña en Milwaukee que el ex presidente era “un tipo que ama a nuestros veteranos y que honra a nuestros veteranos”. Aunque reconoció que no había escuchado los comentarios completos de Trump, Vance los caracterizó como elogios para la Sra. Adelson que no estaban “de ninguna manera denigrando a aquellos que recibieron honores militares”.
Trump, quien nunca sirvió en el ejército, ha enfrentado críticas bipartidistas por su postura hacia los miembros del servicio y los veteranos a lo largo de su carrera política. Mientras hacía campaña para presidente en 2016, menospreció el historial del Senador John McCain, un ex aviador naval que estuvo prisionero durante más de cinco años durante la Guerra de Vietnam.
“No es un héroe de guerra”, dijo Trump en ese entonces, añadiendo: “Me gustan las personas que no fueron capturadas”. Los republicanos, muchos entonces cautelosos con Trump, acudieron inmediatamente en defensa de McCain.
Trump también durante esa campaña se enfrentó con la familia de Humayun Khan, un soldado musulmán-estadounidense asesinado, después de que el padre de Khan hablara en la Convención Nacional Demócrata en 2016 y arremetiera contra Trump por difamar el carácter de los musulmanes. Trump argumentó que la familia “no tenía derecho” a criticarlo, y la disputa llevó a altos republicanos a expresar su solidaridad con la familia de Khan.
Durante su campaña de 2020, Trump se vio obligado a defender su apoyo a las tropas estadounidenses después de que The Atlantic informara que llamó en privado “fracasados” y “perdedores” a los soldados estadounidenses muertos en combate, desatando una tormenta política.
Los demócratas destacaron los comentarios reportados como evidencia de su desprecio por aquellos que sirven, y grupos de veteranos de izquierda lo condenaron.
Trump ha negado enérgicamente haber hecho esos comentarios. Pero John F. Kelly, un general retirado de cuatro estrellas que una vez fue jefe de personal de la Casa Blanca de Trump, confirmó los comentarios del ex presidente despreciando a los veteranos. Y en ese momento, personas familiarizadas con las conversaciones privadas de Trump dijeron que desde hace mucho tiempo ha expresado desprecio por aquellos que sirvieron en Vietnam al considerar que no eran lo suficientemente inteligentes para haber evitado el servicio, como él lo hizo a través de un diagnóstico médico de espolones óseos en sus talones.
En una declaración a CNN el año pasado, Kelly retrató a Trump como “una persona que demostró un desprecio abierto por una familia Gold Star —por todas las familias Gold Star— en televisión durante la campaña de 2016, y que critica a nuestros héroes más preciados que dieron sus vidas en defensa de América como ‘fracasados’ y no visitaría sus tumbas en Francia”.
La declaración de Kelly se produjo días después de que Trump insinuara en una publicación en redes sociales que el General Mark A. Milley, su ex presidente del Estado Mayor Conjunto, debería ser ejecutado por traición debido a las llamadas que hizo a funcionarios chinos para tranquilizarlos sobre la estabilidad del país después del ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021 por una turba de partidarios de Trump.
Los comentarios de Trump sobre las tropas militares y los veteranos se convirtieron en un problema a principios de este año durante las primarias republicanas, después de que insinuara que el esposo de una de sus rivales, Nikki Haley, aceptó un despliegue en África con la Guardia Nacional para escapar de ella. La campaña de Haley atacó el “historial anti-veterano” de Trump y distribuyó una carta abierta de docenas de veteranos que condenaba sus declaraciones.
Trump se reunió con la Sra. Adelson el jueves para reconciliarse con ella después de que la insultara en mensajes de texto enviados por un asistente a finales de julio. Cuando le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad en 2018, la Casa Blanca citó su trabajo apoyando “escuelas judías, organizaciones conmemorativas del Holocausto, Amigos de las Fuerzas de Defensa de Israel y Birthright Israel, entre otras causas”.
La Medalla Presidencial de la Libertad, establecida por el Presidente John F. Kennedy, tiene la intención de honrar a personas que han realizado una “contribución especialmente meritoria” a la seguridad nacional, la paz mundial o “esfuerzos culturales u otros significativos públicos o privados”. Un presidente puede otorgar unilateralmente el premio.
La Medalla de Honor, la máxima condecoración de valor en combate del país, se otorga a un soldado que exhibió “gallardía e intrepidez conspicuas” que fueron “más allá del deber” e involucraron “riesgo de vida”, según el Departamento de Defensa. No es un requisito ser herido o muerto para recibir la medalla, que se otorga solo después de aprobaciones en toda la cadena de mando militar.