El Presidente francés Emmanuel Macron inició reuniones con líderes políticos de todo el espectro el viernes con el objetivo de nombrar un primer ministro casi siete semanas después de las elecciones legislativas anticipadas que resultaron en un parlamento dividido.
Macron se reunió con líderes de la izquierda, derecha y centro en el Palacio del Elíseo el viernes y el lunes, comenzando con la alianza de izquierda Nouveau Front Populaire y su candidata a primer ministro, Lucie Castets, una funcionaria pública. Pero el presidente ha indicado hasta ahora que no la nombrará ya que no cuenta con una mayoría parlamentaria.
“Tuvimos una discusión muy rica”, dijo Castets el viernes después de la reunión. Aunque Macron reconoció el mensaje enviado por los votantes el mes pasado, cuando privaron a su alianza de una mayoría parlamentaria, todavía mostró una “tentación… de formar su gobierno”, dijo ella.
“Le dijimos que era responsabilidad de la fuerza política que salió en primer lugar, el NFP, formar un gobierno”, agregando que estaba lista para “construir coaliciones”.
Macron y sus aliados argumentan que el NFP, que se convirtió en el bloque más grande en las elecciones anticipadas de julio pero sigue estando lejos de una mayoría gobernante, no tiene el apoyo suficiente para gobernar.
El presidente nombrará un primer ministro después de las conversaciones, dijo su oficina el jueves, pero no quiso dar un plazo.
Algunos nombres que circulan incluyen al ex primer ministro socialista Bernard Cazeneuve y al político conservador Xavier Bertrand, según fuentes políticas. También ha habido especulaciones en los medios de que Karim Bouamrane, el alcalde socialista de un suburbio de París, podría ser considerado, aunque los funcionarios del Elíseo dijeron que no estaría entre las delegaciones que se reunirían con el presidente.
El primer ministro saliente Gabriel Attal renunció el mes pasado pero se mantuvo en funciones después de la votación anticipada convocada por Macron. Sin embargo, con el fin de las vacaciones de verano, los Juegos Olímpicos de París finalizados y el presupuesto de 2025 acercándose, la presión para formar un nuevo gobierno está aumentando.
La votación de julio redujo notablemente el número de escaños de la alianza centrista de Macron. Pero la conclusión de la votación, según un funcionario del Elíseo, es que “ninguna alianza puede reclamar una mayoría”.
“Hay necesidad de que estas fuerzas políticas y líderes políticos lleguen a un acuerdo… Todos se ven obligados a cambiar de rumbo e ingresar en una lógica de coalición”, dijo.
Eso es un desafío en la Quinta República de Francia, sin embargo, donde hay poca experiencia en política de coalición. Macron quiere que las “fuerzas republicanas” del país —excluyendo al partido de extrema derecha Rassemblement National de Marine Le Pen, que quedó en tercer lugar, pero también a la extrema izquierda La France Insoumise que forma parte del NFP— encuentren la mayoría más grande y estable posible, dijo su oficina.
Según la Constitución francesa, el presidente tiene carta blanca para nombrar un primer ministro, pero Macron enfrenta un rompecabezas complejo al identificar a alguien que pueda obtener el apoyo necesario para gobernar.
Aliados dentro de su campo han imaginado la formación de una coalición que abarque desde el centro-izquierda hasta Les Republicains de derecha. Pero hasta ahora el NFP se ha mantenido unido a pesar de las crecientes tensiones dentro del grupo, mientras que algunos líderes de la derecha han dicho que no querrían participar en una coalición con la izquierda.