La mensajería es un arma clave en el arsenal de cualquier gobierno. De vuelta en 2010, la nueva coalición pasó los primeros meses reiterando la línea de que el Partido Laborista había causado el caos económico, ayudado por la famosa nota “no queda dinero”. Fue tan exitoso que algunos análisis políticos creen que fue un factor importante para ayudar a David Cameron a ser reelegido cinco años después. El Partido Laborista ha aprendido esa lección, por lo que el mensaje del primer discurso principal del primer ministro Sir Keir Starmer el martes es fundamentalmente sobre la gestión de expectativas.
Advertirá que la vida en el Reino Unido “va a empeorar” antes de mejorar y las cosas están “peor de lo que nunca imaginamos”. En contraste con el optimismo que reinaba el día que entró a Downing Street, el primer ministro ahora dirá: “Parte de eso es ser honesto con la gente, sobre las decisiones que enfrentamos. Y lo difícil que será esto. Francamente, las cosas empeorarán antes de mejorar”. Si las cosas son peores de lo que cualquiera pensó antes de la elección es un punto político discutible.
En algunas áreas, las cosas son claramente muy difíciles: Prisiones, el sistema de asilo y las finanzas públicas están claramente bajo una enorme presión. Es sensato para el Partido Laborista, prudente de hecho, señalar que cualquier cambio llevará tiempo. Y en teoría, si el mensaje llega bien, debería comprarles algo de tiempo y espacio con los votantes para no esperar mejoras inmediatas.
Starmer hablará del “cáncer arraigado en lo más profundo de los cimientos de nuestro país bajo los gobiernos conservadores anteriores” y el Partido Laborista esperará ser beneficiario de cualquier mejora. En última instancia, ningún gobierno puede escapar de la realidad de la vida de las personas y los problemas que enfrentan.
Pero si pueden manejar excepciones, si pueden enmarcar narrativas, la historia sugiere que esta táctica puede ayudar a los gobiernos a vencer a sus enemigos políticos en el futuro. Por lo tanto, Sir Keir espera que los votantes tomen nota de su discurso no solo esta semana, sino también en los años venideros.