Reveló que tenía cáncer de páncreas en enero de 2024 y le habían dado solo un año de vida.
En un comunicado, su familia dijo: “Después de una larga enfermedad, SGE murió durante la mañana en casa rodeado de familia”.
El sueco se convirtió en el primer entrenador extranjero del equipo de fútbol masculino de Inglaterra en 2001.
RIP Sven. Sven-Goran Eriksson ha fallecido. Tenía 76 años. Noticia muy triste. Hombre encantador y fascinante, y muy buen entrenador. Mis pensamientos están con su familia y amigos. Bo Gustavsson, un agente en Suecia que trabajó con Sven, ha emitido el siguiente comunicado de prensa triste… pic.twitter.com/JFOGdjgGLO
— Henry Winter (@henrywinter) 26 de agosto de 2024
Entrenó a la llamada “generación dorada” de jugadores incluyendo a David Beckham, Steven Gerrard, Wayne Rooney y Frank Lampard, informa Sky News.
Durante su carrera, dirigió una serie de clubes europeos de alto perfil como Benfica, Roma, Fiorentina, Sampdoria y Lazio.
Eriksson dejó el cargo en Inglaterra después de la Copa del Mundo de 2006 y más tarde entrenaría a México y Costa de Marfil, así como a los clubes ingleses Manchester City y Leicester City.
Debido a sus problemas de salud, renunció como director deportivo del club sueco Karlstad en febrero de 2023.
Después de anunciar su diagnóstico de cáncer, a Eriksson se le concedió su deseo de toda la vida cuando lideró a las Leyendas del Liverpool, mientras jugaban un partido benéfico contra el Ajax en Anfield en marzo.
Describió ese momento como “absolutamente hermoso” y un “gran recuerdo” en su vida, con Liverpool ganando el partido 4-2.
‘Voy a resistir tanto como pueda’
Hablando en Swedish Radio P1 a principios de este año, Eriksson afirmó que iba a resistir el cáncer “tanto como pueda”.
Agregó: “Tengo una enfermedad grave. En el mejor de los casos un año, en el peor mucho menos. Es imposible decir exactamente, así que es mejor no pensarlo.”
El descubrimiento del cáncer se produjo cuando “colapsó y se desmayó” mientras corría 5 km, según informó Sky News.
“Simplemente vino de la nada”, añadió, y eso “te sorprende”.
“No siento un dolor importante. Pero me han diagnosticado una enfermedad que se puede ralentizar pero no se puede operar. Así que es lo que es.”
Eriksson también compartió que estaba tratando de mantener una actitud positiva y “hacer algo bueno” a partir de su diagnóstico de cáncer.
“Intentas engañar al cerebro, es demasiado fácil sucumbir y volverse negativo y quedarse en casa. Mejor intentar ver lo positivo y no rendirse en tiempos difíciles”, añadió.