Parece que cuando se trata de producir un éxito musical, Jack Antonoff no puede hacer nada mal. Sabrina Carpenter, la superestrella de la Generación Z, ha lanzado su sexto álbum de estudio, Short n’ Sweet, y no es para nada ordinario. Después de su gran avance creativo con “Emails I Can’t Send” en 2022, este álbum marca una poderosa evolución en su arte, persona y exploración musical. Amy Allen, una extraordinaria coautora, deja su marca en cada canción. Los productores Julian Bunetta y John Ryan dan un paso al frente, mientras que Jack Antonoff añade su toque versátil a cuatro canciones. ¿El resultado? Una aventura sonora cohesiva pero atrevida, destinada a alcanzar el estatus de platino.
La personalidad de Carpenter está completamente presente aquí. Es bonita pero dura, divertida, descarada y segura de sí misma. Sin embargo, bajo la bravuconería, revela inseguridades y angustias. Sus sencillos principales, “Espresso” y “Please Please Please”, marcan el tono: ardientes, sexualmente directos y con letras que te hacen mirar dos veces.
Short n’ Sweet se adentra en cada faceta del amor. Desde el amor verdadero hasta el amor tonto, los flechazos, la venganza y ambos lados de la infidelidad, Carpenter no deja ninguna piedra sin remover. Y lo hace con un guiño, un gesto y una pizca de audacia. El título del álbum no es solo una frase ingeniosa. Navega a través de una amplia variedad de estados de ánimo y géneros. Pop, R&B, rock alternativo e incluso country se mezclan sin problemas en sus 12 canciones y 36 minutos. La voz de Carpenter se eleva, y la producción es sorprendentemente cohesiva a pesar de los saltos de género. Es como un buffet musical donde cada plato complementa al siguiente.
El equipo de Carpenter sabe cómo emparejar canciones. La aguda dulzura de “Taste” se convierte en las vibraciones de Dolly Parton encontrándose con ABBA de “Please Please Please”. Joyas basadas en acústicas como “Dumb and Poetic” y el estilo country de “Slim Pickins” crean un mini concierto acústico en el corazón del álbum. Es un viaje encantador a través de paisajes sonoros.
Carpenter expone su alma. Canta sobre lujuria, desamor y todo lo que hay en medio. Frases como “Estoy tan cachonda” te golpean inesperadamente, pero esa es la magia de “Short n’ Sweet”. Es sin disculpas crudo y relatable.
Carpenter dice que este álbum se siente como su segundo, y estamos de acuerdo. Es un renacimiento, una reinvención y un testimonio de su crecimiento como artista. Ya no es la estrella de Disney; es una fuerza a tener en cuenta. Short n’ Sweet es una montaña rusa de emociones, ingenio y destreza musical. Es el álbum que no sabías que necesitabas hasta que le diste al play. ¡Sabrina Carpenter, toma una reverencia!
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