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Microsoft, Google y Amazon junto con otras empresas tecnológicas han estado siendo creativas en la forma en que están reclutando talento de las principales startups de inteligencia artificial.
A principios de este mes, Google firmó un acuerdo inusual con Character.ai para contratar a su prominente fundador y más de una quinta parte de su fuerza laboral, al mismo tiempo que licenciaba su tecnología. Parecía una adquisición, pero el acuerdo se estructuró de manera que no lo era. Google no fue el primero en adoptar esta estrategia.
Microsoft sentó las bases en su acuerdo con Inflection, seguido de cerca por la falsa adquisición de Adept por parte de Amazon.
Es un juego de estrategia que sortea a los reguladores y su represión a la dominación de las grandes tecnológicas, proporciona una salida para las startups de IA que luchan por ganar dinero y permite a los gigantes recoger el talento necesario en la carrera armamentística de la inteligencia artificial.
Pero mientras las gigantes tecnológicas podrían pensar que están burlando a los enforcers antimonopolio, podrían estar jugando con fuego.
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