Mary Trump, la sobrina distanciada de Donald, plantea una pregunta importante: ¿Por qué el Ejército de los Estados Unidos decidió no presentar cargos contra Donald Trump por su violación de la ley? Sabía que era ilegal llevar cámaras al Cementerio Nacional de Arlington; sabía que era ilegal organizar un evento de campaña allí. Cuando la asistente de guardia les recordó a su equipo que no debían infringir la ley, la apartaron a empujones y la ridiculizaron. Supongo que el Departamento del Ejército está actuando por interés propio. Quienes tomaron la decisión saben que si Trump es reelegido, se vengará de ellos.
Mary T. escribe:
Donald Trump y sus secuaces fueron advertidos de no politizar una visita al Cementerio Nacional de Arlington. Aun así, lo hicieron, violando normas y leyes evidentes: los cementerios militares no pueden usarse para eventos políticos partidistas. Cuando quedó claro que el personal de Donald iba a ignorar esta prohibición, una empleada del cementerio intentó restringir la fotografía de acuerdo con las regulaciones federales.
Arlington es “el lugar de descanso final de más de 400,000 soldados, veteranos y miembros de la familia de EE. UU. Donald estaba allí para conmemorar el tercer aniversario de un atentado suicida que mató a 13 soldados de EE. UU. durante la evacuación de Afganistán”, un aniversario que no consideró digno de conmemorar en 2023 o 2022.
El personal del cementerio dejó claro de antemano que no se permitía la fotografía oficial en la Sección 60, donde están enterrados veteranos de guerras recientes. Cuando la empleada trató de hacer cumplir las pautas, según un informe del Ejército, fue “empujada bruscamente” por personas en el séquito de Donald. La última parte no debería sorprender a nadie. Donald es un déspota regordete y engreído que depende de la brutalidad sin escrúpulos de los chacales que conforman su círculo interno y personal que existen para hacerlo parecer fuerte. Para él, “fortaleza” significa ser un idiota impenitente; las personas en su órbita simplemente siguen su ejemplo.
El Cementerio Nacional de Arlington está dirigido por el Ejército. La mujer que intentó asegurarse de que el equipo de Donald siguiera las pautas y la ley está empleada por el Ejército. Después del altercado con miembros del personal de Donald, ella presentó un informe. Es comprensible que no quiera presentar cargos, después de todo, permanece en el anonimato debido a preocupaciones por su seguridad, pero ¿por qué no lo hará el Ejército? ¿Qué se gana exactamente al permitir que este acto de profanación quede impune? Y, por cierto, participar en el tipo de comportamiento en el que se involucró Donald y su personal de campaña no es simplemente indecente, es ilegal. Entonces, ¿por qué se le permite al delincuente condenado cometer más crímenes impunemente?
Pero vamos a reunir la voluntad de sorprendernos, ¿de acuerdo? Vamos a sorprendernos de que el ex Comandante en Jefe sea un narcisista tan despreciable que cada interacción que tiene con los miembros del servicio sea simplemente un medio para robarles su honor mientras los denigra.
¿Es esto lo peor que ha hecho Donald? Ni de lejos. Pero la combinación de egoísmo, brutalidad, amenaza y su disposición a utilizar todo su poder contra un ciudadano estadounidense privado es una buena encapsulación de todo lo que está mal y lo que lo descalifica a él.
Es hora de que los medios de comunicación corporativos se pongan al día y se nieguen a dejar pasar esto.