La psicología del manejo en el aula: Teorías conductistas y humanistas

Puntos clave:

El manejo del aula es fundamental para una enseñanza efectiva. Establece el escenario para un entorno de aprendizaje productivo donde los estudiantes pueden prosperar académica, social y emocionalmente. La psicología detrás del manejo del aula es rica y variada, y se basa en múltiples marcos teóricos que ofrecen ideas sobre cómo moldear el comportamiento de los estudiantes y crear una cultura de aula positiva.

Dos perspectivas psicológicas prominentes que influyen significativamente en el manejo del aula son las teorías conductistas y humanistas. Aunque estos enfoques difieren en sus metodologías y filosofías subyacentes, pueden integrarse armónicamente para crear una estrategia de manejo del aula equilibrada y completa.

Teorías conductistas en el manejo del aula

El conductismo tiene sus raíces en las obras de BF Skinner, Ivan Pavlov y John Watson. Es una teoría psicológica que enfatiza los comportamientos observables y las formas en que pueden ser moldeados a través del refuerzo y el castigo. En el contexto del manejo del aula, los principios conductistas se aplican a menudo a través de técnicas como el refuerzo positivo, el refuerzo negativo y el castigo para fomentar comportamientos deseables en los estudiantes y desalentar los indeseables.

El refuerzo positivo es una de las técnicas conductistas más ampliamente utilizadas en el manejo del aula. Implica proporcionar una recompensa o resultado positivo inmediatamente después de que se exhiba un comportamiento deseado, aumentando así la probabilidad de que ese comportamiento se repita en el futuro. Por ejemplo, un maestro podría elogiar a un estudiante por cumplir con sus expectativas, o el maestro podría usar un sistema de fichas donde los estudiantes ganan puntos u otros incentivos por cumplir con las reglas del aula. La clave para un refuerzo positivo efectivo es la consistencia y la inmediatez. Las recompensas deben darse tan pronto como sea posible después de que ocurra el comportamiento deseado, y los criterios para ganar recompensas deben ser claros y aplicarse de manera consistente. Este enfoque no solo motiva a los estudiantes a comportarse adecuadamente, sino que también les ayuda a desarrollar una asociación positiva con el buen comportamiento.

El refuerzo negativo implica eliminar un estímulo aversivo para aumentar la probabilidad de que se repita un comportamiento. En el aula, esto podría implicar eliminar una tarea que consuma tiempo o desagradable cuando los estudiantes exhiben el comportamiento deseado. Por ejemplo, un maestro podría eliminar una noche de tarea o trabajo en clase (y alternativamente proporcionar tiempo libre) si los estudiantes completan consistentemente sus tareas a tiempo. La eliminación de la consecuencia desagradable sirve como un motivador para que los estudiantes mantengan su buen comportamiento.

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Mientras que el refuerzo se centra en fomentar comportamientos deseables, el castigo se utiliza para desalentar los indeseables. El castigo puede ser positivo (agregar una consecuencia aversiva) o negativo (quitar un estímulo agradable). Por ejemplo, un maestro podría asignar tarea adicional (castigo positivo) o quitar un privilegio como tiempo libre (castigo negativo) en respuesta a un comportamiento disruptivo. Sin embargo, el uso del castigo en el manejo del aula a menudo es objeto de debate. Los críticos argumentan que el castigo puede llevar al miedo, resentimiento y un entorno de aula negativo. Por lo tanto, cuando se utiliza, debe ser cuidadosamente considerado, aplicado de manera consistente y equilibrado con el refuerzo positivo para evitar depender en exceso de medidas punitivas.

Teorías humanistas en el manejo del aula

En contraste con el conductismo, las teorías humanistas (especialmente las de Carl Rogers y Abraham Maslow) enfatizan la importancia de abordar las necesidades emocionales y psicológicas de los estudiantes. La psicología humanista se centra en la persona en su totalidad al abogar por un entorno de aula que fomente la autoactualización, el crecimiento personal y la motivación intrínseca. En este enfoque, el papel del maestro no es solo manejar el comportamiento, sino también crear un entorno de apoyo y empático donde los estudiantes se sientan valorados, respetados y comprendidos.

Un principio fundamental del manejo del aula humanista es el énfasis en construir relaciones sólidas y positivas entre los maestros y los estudiantes. El concepto de “consideración positiva incondicional” de Carl Rogers destaca la importancia de aceptar y valorar a los estudiantes independientemente de su comportamiento o rendimiento. Cuando los estudiantes sienten que su maestro realmente se preocupa por ellos, es más probable que participen en el proceso de aprendizaje y exhiban comportamientos positivos. En palabras del ex presidente Theodore Roosevelt, “A la gente no le importa cuánto sabes hasta que saben cuánto te importa”.

Construir relaciones requiere que los maestros sean empáticos, accesibles y atentos a las necesidades individuales de sus estudiantes. La comunicación abierta, la escucha activa y mostrar interés en la vida de los estudiantes fuera de lo académico son formas en que los maestros pueden fomentar estas conexiones. Cuando los estudiantes se sienten comprendidos y apoyados, es más probable que desarrollen motivación intrínseca y asuman la responsabilidad de su propio comportamiento.

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La Jerarquía de Necesidades de Abraham Maslow proporciona un marco para comprender las necesidades psicológicas que deben satisfacerse para que los estudiantes tengan éxito en el aula. Según Maslow, antes de que los estudiantes puedan concentrarse en tareas de orden superior como el aprendizaje y la autoactualización, deben satisfacerse sus necesidades básicas de seguridad, pertenencia y estima. En el aula, esto implica crear un entorno seguro donde los estudiantes se sientan física y emocionalmente seguros. También implica fomentar un sentido de comunidad y pertenencia para que cada estudiante se sienta como una parte integral de la clase. Los maestros pueden lograr esto promoviendo la inclusión, celebrando la diversidad y fomentando actividades de aprendizaje colaborativas. Además, reconocer y afirmar los esfuerzos y logros de los estudiantes ayuda a construir su autoestima. Este reconocimiento no tiene que venir en forma de recompensas tangibles. A menudo, un simple reconocimiento del arduo trabajo de un estudiante o una nota de aliento pueden ser de gran ayuda para impulsar su confianza y motivación.

Integrar enfoques conductistas y humanistas

Aunque las teorías conductistas y humanistas pueden parecer diferentes, no son mutuamente excluyentes. De hecho, la integración de elementos de ambos enfoques puede llevar a una estrategia de manejo del aula más equilibrada y efectiva.

Por ejemplo, un maestro puede utilizar el refuerzo positivo para moldear el comportamiento de los estudiantes (una técnica conductista) mientras se enfoca en construir relaciones sólidas y satisfacer las necesidades emocionales de los estudiantes (un enfoque humanista). Al combinar estas estrategias, los maestros pueden crear un entorno estructurado pero de apoyo donde los estudiantes estén motivados tanto extrínseca como intrínsecamente.

En la práctica, esto podría verse como un maestro que utiliza un sistema de fichas (PBIS) para recompensar el buen comportamiento, pero también se toma el tiempo para entender por qué un estudiante podría estar actuando de manera inapropiada. En lugar de depender únicamente del castigo por mal comportamiento, el maestro podría tener una conversación con el estudiante para explorar problemas subyacentes y trabajar juntos para encontrar una solución. Este enfoque no solo aborda el comportamiento inmediato, sino que también apoya el desarrollo emocional y psicológico a largo plazo del estudiante.

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Conclusión

La psicología del manejo del aula es compleja. Involucra una variedad de estrategias y enfoques que se derivan de diferentes teorías psicológicas. Las teorías conductistas proporcionan herramientas prácticas para moldear y reforzar el comportamiento de los estudiantes a través de recompensas y consecuencias externas. Las teorías humanistas enfatizan la importancia de abordar las necesidades emocionales y psicológicas de los estudiantes para fomentar la motivación intrínseca y el crecimiento personal.

Al integrar enfoques conductistas y humanistas, los maestros pueden crear un entorno de aula que esté bien gestionado y emocionalmente de apoyo. Este enfoque equilibrado no solo promueve el comportamiento positivo, sino que también ayuda a los estudiantes a desarrollar las habilidades y la confianza necesarias para tener éxito académicamente y en la vida.

En última instancia, el manejo efectivo del aula no se trata solo de controlar el comportamiento. En cambio, se trata de crear un entorno de aprendizaje donde cada estudiante se sienta valorado, respetado y motivado para alcanzar su máximo potencial.

Dr. Yuvraj Verma, Bessemer City Middle School

Dr. Yuvraj Verma ha sido maestro en Alabama desde 2022, enseñando matemáticas en la Escuela Intermedia de Bessemer City. Enseñó en la Escuela Primaria Chalkville (de las Escuelas del Condado de Jefferson) el año pasado y en la Escuela Primaria Martha Gaskins (de las Escuelas de la Ciudad de Birmingham) su primer año. Anteriormente, enseñó en Nueva York de 2017 a 2021 en PS446 Riverdale Avenue Community School (del Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York), Our World Neighborhood Charter School II y Growing Up Green Charter School II. Verma tiene una licenciatura de la Universidad de Iona, una MAT de la Relay Graduate School of Education, y un EdS y EdD de la Universidad William Howard Taft. Forma parte de varios Consejos Juveniles: Junior Achievement of Alabama (como copresidente de desarrollo del consejo), Christopher Kids, WBHM Birmingham NPR, Volunteer Lawyers Birmingham y Heart Gallery Alabama (como vicepresidente del consejo). Verma también es asistente clínico de emergencias en el Departamento de Pediatría del Hospital Children’s de Alabama, defensor especial de niños tanto en el Tribunal de Familia del Condado de Jefferson como en el Tribunal de Familia del Condado de Shelby, y mentor de jóvenes en Big Brothers y Big Sisters de Greater Birmingham.

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