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Fuera de la casa donde vivía Rebecca Cheptegei, se han colocado flores en el césped que estaba chamuscado mientras la corredora rodaba por el suelo para apagar las llamas que la envolvían.
La corredora olímpica de 33 años falleció el jueves a causa de las lesiones sufridas cuando su ex pareja presuntamente la roció con gasolina y la prendió fuego días antes mientras estaba en casa con sus dos hijas.
“Estaba en casa y escuché a la gente gritar ‘fuego’. Cuando salí, vi a Rebecca corriendo hacia mi casa en llamas, gritando ‘ayúdenme'”, dijo llorando Agnes Barabara, vecina inmediata de la Sra. Cheptegei, a la BBC.
“Mientras buscaba agua y pedía ayuda, su agresor apareció de nuevo y le echó más gasolina, pero luego él también se quemó y corrió hacia el jardín para intentar apagarlo. Luego fuimos a ayudar a Rebecca.”
La Sra. Barabara dijo que nunca había visto a nadie “arder vivo” antes, y no pudo comer durante días después del incidente.
“Era una vecina muy buena y hace poco compartió conmigo maíz que había cosechado.”
La policía está tratando la muerte como un asesinato, con su ex pareja nombrado por la policía como el principal sospechoso.
Los administradores locales dijeron que los dos habían estado en conflicto por el pequeño terreno donde vivía la Sra. Cheptegei, con el caso pendiente de resolución.
Él será llevado a juicio por cargos una vez que salga del hospital, donde continúa recuperándose de las lesiones sufridas durante el incidente.
“Hemos abierto un expediente, las investigaciones están en una etapa avanzada,” dijo el oficial de investigaciones criminales divisional Kennedy Apindi.
La madre de Rebecca, Agnes Cheptegei, recordó a su hija [BBC]
La madre de la Sra. Cheptegei, Agnes, dijo que su hija “siempre fue obediente de niña, y muy amable y jovial durante toda su vida”.
Emmanual Kimutai, un amigo y vecino que asistió a la escuela con la Sra. Cheptegei, la describió como una persona “muy emocionante” y “determinada”.
“Incluso en la escuela primaria ya estaba destacando en atletismo, era nuestra campeona,” dijo el Sr. Kimutai.
La atleta nació en el lado keniano de la frontera entre Kenia y Uganda, pero decidió cruzar y representar a Uganda para perseguir su sueño atlético cuando no tuvo éxito en Kenia.
Cuando comenzó a dedicarse al atletismo, se unió a las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda en 2008 y ascendió al rango de sargento.
Su carrera incluyó competir en los Juegos Olímpicos de París de este año. Aunque quedó en el puesto 44 en el maratón, la gente de su área natal la llamaba “campeona”.
Vivía en Chepkum, un pueblo en Kenia a unos 25km de la frontera con Uganda, en una zona rural cuya principal actividad económica es la agricultura.
Los residentes también cuidan ganado y es común ver vacas, cabras y ovejas pastando fuera de las casas. La zona más amplia, llamada condado de Trans-Nzoia, es conocida como el mayor productor de maíz de Kenia, que es el ingrediente principal de la comida típica del país.
Los lugareños en un centro comercial cerca de su casa hablaban con cariño de una mujer a la que a veces saludaban mientras entrenaba por la carretera cuando no estaba compitiendo o entrenando en Uganda.
Amable y humilde eran las palabras que se mencionaban con frecuencia por la gente allí.
La comunidad llora la muerte de la atleta en su hogar [BBC]
Aunque fue celebrada como atleta, su vida personal estaba en crisis. Su antiguo compañero de clase dijo que su desempeño en los Juegos Olímpicos se debía a que no “tenía paz” debido al conflicto con su ex pareja que comenzó el año pasado.
“Solían vivir juntos pero comenzaron a pelear el año pasado por dinero,” recordó su hermano Jacob. “Él le preguntó a mi hermana: ¿qué haces con todo el dinero que ganas?”
La policía le dijo a la BBC que los dos habían reportado anteriormente disputas domésticas en diferentes estaciones – que luego retiraron.
Mientras la familia de la Sra. Cheptegei espera justicia, continúan preparando su último viaje. Será enterrada el 14 de septiembre en su hogar ancestral en Bukwo, Uganda.
La ugandesa es la tercera atleta asesinada en Kenia en los últimos tres años, donde las parejas íntimas son nombradas como los principales sospechosos por la policía. El grupo activista contra la violencia de género liderado por atletas, Ángeles de Tirop, dijo que la tendencia debe terminar.
“Lo que es desgarrador es que sus hijos presenciaron el ataque a su madre,” dijo luchando contra las lágrimas Joan Chelimo, cofundadora de los Ángeles de Tirop.
“Esta violencia contra las atletas debe parar.”