Sputnik/Aleksey Babushkin/Kremlin
El titular del periódico Kommersant de esta mañana capturó el drama.
“Vladimir Putin dibuja su línea roja”
¿El Oeste la cruzará? Y, si lo hace, ¿cómo responderá Rusia?
Hablando en San Petersburgo, el presidente Putin envió una clara advertencia al Oeste: no permitan que Ucrania use sus misiles de largo alcance para atacar el territorio ruso.
Moscú, dijo, vería eso como la “participación directa” de países de la OTAN en la guerra en Ucrania.
“Cambiaría sustancialmente la esencia, la naturaleza del conflicto”, continuó el líder del Kremlin.
“Esto significaría que los países de la OTAN, los EE. UU. y los estados europeos están luchando contra Rusia.”
Afirmó que, para lanzamientos de misiles hacia Rusia, Ucrania necesitaría datos de satélites occidentales y que solo los militares de los estados miembros de la OTAN podrían “ingresar misiones de vuelo en estos sistemas de misiles”.
Rusia ha establecido líneas rojas antes. Y las ha visto cruzadas antes.
El 24 de febrero de 2022, cuando anunció el inicio de su “operación militar especial” -la invasión a gran escala de Ucrania- el Presidente Putin emitió una advertencia a “aquellos que puedan verse tentados a interferir desde el exterior”.
“No importa quién intente interponerse en nuestro camino o crear amenazas para nuestro país y nuestro pueblo, deben saber que Rusia responderá de inmediato”, declaró el líder del Kremlin.