¿En qué deberían destacarse realmente los jóvenes?

By embracing the curiosity, imagination, and creativity of young children, we can create learning communities that nurture and develop these innate qualities throughout a student’s educational journey. This means moving away from rote memorization and standardized testing towards a more personalized and dynamic approach to learning.

In order to truly prepare our students for the future, we must prioritize the development of critical thinking, problem-solving, collaboration, and communication skills. This means creating opportunities for students to explore, experiment, and make mistakes in a safe and supportive environment. It means valuing creativity and innovation as much as we value traditional academic subjects.

As we navigate this uncertain and rapidly changing world, we must be willing to adapt and evolve our educational systems to meet the needs of our students. By reimagining learning for the future ahead, we can ensure that all of our children have the tools and skills they need to thrive in the 21st century and beyond.

One way to address this is to provide students with opportunities to engage in relevant, meaningful projects, designs, products, artifacts, and more. These types of hands-on, real-world experiences can help students see the connection between what they are learning in school and how it applies to the world outside of the classroom. By working on projects that have real-world implications, students can develop critical thinking skills, problem-solving abilities, and creativity. They can also learn how to collaborate with others, communicate effectively, and take initiative.

Projects could range from designing and building a sustainable garden on school grounds to creating a documentary film about a local social issue. Designs might involve developing a new app to help students stay organized or designing a prototype for a new product that solves a community problem. Products could include artwork that reflects a personal journey or a research paper that explores a topic of interest in depth. Artifacts might be historical objects that students research and present to the class, or cultural artifacts that students create to share their own heritage.

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By engaging in these types of projects, students can develop a sense of ownership over their learning, as well as a sense of pride in their accomplishments. They can also see the relevance of their education to their lives and future careers. Ultimately, these experiences can help students become lifelong learners, critical thinkers, and problem solvers who are ready to tackle the challenges of the 21st century.

In conclusion, learner-centered communities that focus on deep understanding of key concepts, mastery of core thinking processes, development of future-ready competencies, and engagement with relevant and meaningful projects can provide students with the skills, knowledge, and experiences they need to thrive in an ever-changing world. By reimagining education in this way, we can empower students to become active, engaged citizens who are prepared to meet the challenges and opportunities of the future. En 2018, antes de la pandemia, el 53% de los estudiantes de secundaria reportaron altos niveles de desinterés en una encuesta de Gallup.

En 2024, la Encuesta Walton Family Foundation-Gallup informó que menos de la mitad de los estudiantes dicen que su trabajo escolar los desafía positivamente (49%), o se alinea con lo que mejor hacen (46%).

Profundizando en los resultados de la encuesta de 2024, los estudiantes reportan más compromiso cuando el tema es algo:

– Que quieren aprender más sobre
– Presentado de manera interesante
– Aprendido de manera práctica
– Útil en la vida real; vida cotidiana; un trabajo actual o futuro
– Que utiliza la tecnología para apoyar el aprendizaje
– Desafiante

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En resumen, quieren que su aprendizaje se parezca al aprendizaje de genios de cinco años. Quizás esta lista pueda convertirse en el punto de partida para la co-diseño de experiencias de aprendizaje con jóvenes, donde:

– Se puedan explorar una amplia gama de conceptos clave en profundidad
– Se puedan desarrollar competencias listas para el futuro a través de la práctica y la demostración
– Los procesos de pensamiento centrales puedan ser utilizados por los jóvenes mientras crean proyectos, productos, diseños y artefactos verdaderamente significativos que hablen de las preocupaciones, intereses y pasiones de los jóvenes mientras abordan los problemas del mundo actual.

Si asumimos esto como parte del diseño de un nuevo ecosistema de aprendizaje, necesitaremos nuevos modelos para llevarlo a cabo. Como explica Tom Vander Ark en la publicación de blog que lanzó esta serie sobre el Aprendizaje del Horizonte 3 (piensa en el Horizonte Lejano, que se ha convertido en el Horizonte Cercano): “Las nuevas escuelas pueden agrupar nuevos objetivos, nuevas estrategias y nuevas herramientas en modelos coherentes. Mientras expanden el acceso al aprendizaje de próxima generación, ilustran el camino a seguir para la transformación”.

Y, si vamos a reimaginar la empresa de aprendizaje, debemos comprometernos a diseñar nuevas comunidades de aprendizaje para los adultos que las lanzarán: programas de pre-servicio, aprendizajes, desarrollo de liderazgo y desarrollo continuo de capacidades para educadores y miembros de la comunidad comprometidos en el trabajo, organizados en torno a una visión futura de competencias… pero estos son temas de blogs futuros.

Antonia Rudenstine, Ed.D. es la Fundadora y Directora Ejecutiva de reDesign.

Esta serie de blogs está patrocinada por LearnerStudio, una organización sin fines de lucro que acelera el progreso hacia un futuro de aprendizaje donde los jóvenes están inspirados y preparados para prosperar en la Era de la IA, como individuos, en sus carreras, en sus comunidades y en nuestra democracia.

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