Los miembros de Labour en la conferencia del partido votaron a favor de una moción que pedía a los ministros revertir el recorte en la asignación de calefacción de invierno, en un golpe embarazoso para Sir Keir Starmer. Aunque la votación no es vinculante, pone más presión sobre el liderazgo de Labour por su decisión controvertida de quitar el beneficio a millones de pensionistas. La moción fue presentada por el sindicato Unite, que acusó al gobierno de embarcarse en “una austeridad marca dos”. Sharon Graham, la secretaria general de Unite y crítica abierta de Sir Keir, movió la propuesta citando el manifiesto de Labour de la posguerra que ganó elecciones, el cual, según ella, era “un manifiesto de esperanza”. Expresó que no entiende cómo el nuevo gobierno de Labour puede recortar la asignación de calefacción de invierno para pensionistas y dejar intocados a los súper ricos. Esta no es la decisión correcta y debe revertirse.