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El presidente chino Xi Jinping y otros líderes de alto nivel admitieron el jueves que la segunda economía del mundo estaba enfrentando nuevos “problemas” y se comprometieron a resolver una larga crisis en el sector de la vivienda.
Pekín ha presentado esta semana una serie de medidas para impulsar su economía en crisis, que tiene como objetivo crecer un 5% este año, un objetivo que los analistas consideran optimista dadas las numerosas dificultades que enfrenta.
El jueves, el Partido Comunista gobernante convocó una reunión de su máximo órgano, el Politburó, para “analizar y estudiar la situación económica actual”.
“Han surgido algunas situaciones y problemas nuevos en la economía actual”, informó la agencia de noticias Xinhua después de la reunión, a la que asistió Xi.
“Debemos ver la situación económica actual de manera integral, objetiva y tranquila, enfrentar las dificultades de frente, fortalecer la confianza”, agregó.
Los miembros del Politburó estuvieron de acuerdo en la necesidad de “mejorar aún más el enfoque y la efectividad de las medidas políticas” destinadas a impulsar la economía.
También se comprometieron a “responder a las preocupaciones de la gente” sobre la depresión económica.
Pekín “ajustará las políticas de restricción de compra de viviendas, reducirá las tasas de interés de los préstamos hipotecarios existentes… y promoverá la construcción de un nuevo modelo para el desarrollo inmobiliario”, dijo Xinhua.
‘Paso positivo’
La lectura del jueves sugirió que un apoyo más sustancial para la economía podría estar en camino, dijo Julian Evans-Pritchard, jefe de economía de China en Capital Economics, en una nota.
“Pero faltan detalles concretos y, por lo tanto, es difícil juzgar la escala de cualquier apoyo fiscal adicional en esta etapa”, dijo.
La lectura de los medios estatales también sugirió que los recortes de tasas podrían ser mayores de lo previsto, dijo Evans-Pritchard: “la caída de la inflación y la desapalancamiento del sector privado significan que los recortes de tasas por sí solos no impulsarán drásticamente la demanda interna”.
También el jueves, el gobierno se comprometió a mejorar la atención a los ancianos y jóvenes, y a impulsar la creación de empleo, especialmente entre los jóvenes.
Zhiwei Zhang, presidente y economista jefe de Pinpoint Asset Management, dijo que la reunión “trató los problemas clave que necesitan ser abordados, como la estabilización del sector inmobiliario y la promoción del sector privado”.
“La reunión del Politburó afirmó que las políticas fiscal y monetaria deben volverse más enérgicas, pero no proporcionó orientación cuantitativa sobre el tamaño del estímulo fiscal”, dijo en una nota.
En general, sin embargo, Zhang consideró que los mensajes de la reunión del jueves fueron “un paso positivo para abordar los desafíos económicos que enfrenta China”.
Inyectar dinero
Mientras tanto, Bloomberg informó que los funcionarios estaban considerando inyectar más de $140 mil millones en los grandes bancos estatales del país, en la primera gran inyección de capital de este tipo desde la crisis financiera global de 2008.
La medida, destinada a dar a los bancos más margen para prestar a las empresas, se implementaría principalmente a través de la emisión de “nuevos bonos soberanos especiales”, según el informe, que citaba fuentes familiarizadas con el asunto.
Los detalles aún no se han finalizado, agregó.
Las medidas de estímulo de esta semana, que incluyen recortes clave de tasas y políticas destinadas a fomentar la compra de viviendas, han sido bien recibidas por los inversores, con acciones en Shanghai y Hong Kong subiendo más del 9% hasta ahora esta semana.
Pero se necesita más trabajo si los líderes quieren alcanzar su objetivo del 5% este año, advirtieron los analistas.
Los datos económicos recientes han sido decepcionantes, con un crecimiento del segundo trimestre por debajo de las expectativas en un 4.7%.
El desempleo juvenil aumentó en agosto al 18.8%, su nivel más alto este año, según cifras oficiales publicadas la semana pasada.
Las medidas de estímulo de esta semana representan un “cambio hacia una postura de relajamiento más agresiva, dada la debilidad sostenida en el crecimiento interno”, dijo Chaoping Zhu, estratega de mercados globales en JP Morgan Asset Management.
“El sentido de urgencia puede convencer a los inversores de que más apoyo político está en camino”, agregó Zhu.
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