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El tribunal de distrito de Shizuoka absolvió el jueves a Iwao Hakamada, de 88 años, declarándolo inocente de todos los cargos en un nuevo juicio por los asesinatos de 1966 de cuatro personas. La decisión puso fin a la lucha de décadas de su familia por la justicia después de una condena injusta que el tribunal determinó que se basaba en pruebas fabricadas.
Pruebas fabricadas: Hakamada, un ex boxeador profesional, fue acusado de apuñalar a su antiguo jefe y a su familia hasta la muerte antes de prender fuego a su casa en el centro de Japón. Inicialmente fue condenado a muerte en 1968, una sentencia confirmada por el Tribunal Supremo de Japón en 1980. Antes de ser concedido un nuevo juicio en 2014, pasó 45 años en el corredor de la muerte, convirtiéndose en el preso en el corredor de la muerte que más tiempo ha estado en esa situación en el mundo.
Acuerdo celebrado: Clave para la absolución final de Hakamada fueron las pruebas de ADN en la ropa manchada de sangre, que demostraron que la sangre no le pertenecía. Una sentencia del Tribunal Superior de Tokio el año pasado determinó que los investigadores intentaron inculparlo fabricando y plantando pruebas. Su hermana, Hideko Hakamada, que ha sido una incansable defensora de la exoneración de su hermano, expresó su alivio y alegría abrumadores por el veredicto, declarando: “Cuando escuché eso, me conmoví tanto y me alegré tanto que no podía dejar de llorar”. Amnistía Internacional también celebró la absolución, calificándola como un “momento crucial para la justicia” y pidiendo a Japón que reconsidere su postura sobre la pena de muerte.
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