Número récord de candidatos transexuales arriesgan sus vidas en Brasil.

RÍO DE JANEIRO (AP) — Benny Briolly sonreía mientras caminaba por el callejón de la favela de concreto con un vestido blanco inmaculado, voluntarios ondeando orgullosamente banderas de campaña con su rostro.

La concejala de la ciudad y casi 1,000 políticos transgénero más se postulan el domingo en cada uno de los 26 estados de Brasil, según el tribunal electoral nacional, que los está rastreando por primera vez. El número de candidaturas se ha triplicado desde las últimas elecciones locales hace cuatro años, cuando el grupo de derechos trans Antra los mapeó.

A medida que las personas trans han puesto sus ojos en cargos políticos, muchas han sido recibidas con esfuerzos de intimidación destinados a alejarlas, incluido un candidato en la ciudad más grande de Brasil que sobrevivió a un intento de asesinato la semana pasada.

Los defensores trans informan de muertes récord en Brasil

Más personas trans —100— fueron asesinadas en Brasil el año pasado que en cualquier otro país, según Transgender Europe, una red de organizaciones sin fines de lucro que rastrea los datos. Esas estadísticas precisas son casi seguramente impulsadas por una combinación de una mala información en otros lugares y la activa red de defensores de Brasil, pero los expertos están de acuerdo en que la transfobia es omnipresente.

En el Día Internacional de la Mujer del año pasado, Nikolas Ferreira —el legislador federal que recibió más votos que cualquier otro— se puso una peluca rubia en la Cámara Baja del Congreso. Dijo que le permitía hablar como una mujer y denunciar a las personas trans.

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En 2022, el legislador estatal de Río Rodrigo Amorim llamó a Briolly “una aberración de la naturaleza” en la legislatura del estado.

Estas tácticas movilizan a los votantes al retratar a las personas trans como una amenaza a la que hay que combatir valientemente, según Ligia Fabris, especialista en género y derecho y profesora visitante en la Universidad de Yale.

Legado de un presidente de extrema derecha para políticos trans

Tanto Amorim como Ferreira eran firmes aliados del ex presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro.

La política trans Leonora Áquilla, candidata al concejo municipal en Sao Paulo este año, dijo que Bolsonaro había inflamado la transfobia y que había tenido que enfrentarse a personas que le gritaban amenazas de muerte en la cara.

Bolsonaro perdió su candidatura a la reelección ante el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en 2022, pero la transfobia está lejos de retroceder.

Desde que entró en el ojo público, Briolly ha recibido más de 700 amenazas de muerte. Algunas incluían la dirección de su casa en el área metropolitana de Río de Janeiro y advertencias de que sufriría el mismo destino que la concejala de la ciudad Marielle Franco, una defensora de los derechos LGBTQ+ que fue asesinada a tiros en 2018. Esa amenaza llevó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a exigir que Brasil brinde protección a Briolly.

No se dejará asustar por su candidatura a la reelección, incluso si algunos la quieren muerta.

“Cuando entramos en la política, nuestros cuerpos se convierten en amenazas y nos convertimos en blancos constantes”, dijo Briolly a la Associated Press, con la ciudad de Niteroi —al otro lado de la bahía de Río— extendiéndose detrás de ella. “Nuestros cuerpos son revolucionarios, son atrevidos… son cuerpos que emanan esperanza a todos aquellos que se quedaron atrás.”

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Un escolta armado y un chaleco antibalas

Áquilla escapó por poco de un intento de asesinato el 26 de septiembre. Estaba en el norte de Sao Paulo camino a investigar informes de transfobia cuando una motocicleta se estrelló deliberadamente contra su auto. Cuando salió, el conductor aceleró su motor y, instintivamente, se agachó. La bala de su arma le pasó rozando, y disparó más tiros mientras ella se hacía la muerta. Él escapó y Áquilla ha dejado de hacer campaña en persona.

“Ha habido tantas amenazas que se volvieron banalidades; nunca pensamos que pasaría. Estoy completamente en shock. Estoy tomando un sedante, porque no puedo controlar mi nerviosismo, mi ansiedad”, dijo en una videollamada. “Justo en la víspera de la elección, en el momento en que más necesito estar en las calles, están tratando de silenciarme.”

Duda Salabert, que se postula para alcaldesa en la sexta ciudad más grande de Brasil, Belo Horizonte, hizo historia en 2022 cuando fue elegida junto con otra mujer trans para la Cámara Baja del Congreso de Brasil. Sus victorias fueron ampliamente consideradas como un avance para la representación trans, pero Salabert dijo que durante esa campaña recibía amenazas de muerte a diario.

“Tuve que andar con un escolta armado… Tuve que votar con un chaleco antibalas, según las instrucciones de la policía, y no podía meterme en grandes multitudes porque corría el riesgo de ser atacada”, dijo.

Este año, Salabert dijo que está buscando convertirse en la primera alcaldesa trans de una gran ciudad en América Latina.

“Es una alegría, porque estamos haciendo historia, pero es triste porque nuestra candidatura destaca toda la historia de exclusión, violencia y alienación de la comunidad travesti y transgénero de los procesos electorales en Brasil y América Latina”, dijo en una videollamada.

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Los cambios positivos acompañan a la violencia y al miedo

Indianarae Siqueira, una trabajadora sexual transgénero y activista de toda la vida que se postula para concejala en Río, dice que ver cada vez más a personas trans ocupar puestos de poder ha tenido un efecto dominó.

“Aquellas que lograron ganar y están allí —creo que esto es una referencia y da incentivo para que la gente quiera entrar (en la política)”, dijo durante una entrevista en los escalones que conducen a la asamblea municipal de Río.

De vuelta en la favela de Niteroi, Briolly estuvo de acuerdo en que hay un elemento de alegría al desempeñar un papel activo en la política, incluso en medio de las amenazas.

“Para mí, es orgullo —un orgullo latente y poderoso— que crece más y más en mi corazón y en el corazón de cada persona que cree que mi cuerpo y mi voz son solo un reflejo, un empoderamiento de la lucha colectiva”, dijo. “Cuando una mujer trans negra se mueve, mueve a toda la sociedad.”