Carlos Tavares, director ejecutivo de Stellantis NV, habla a los medios en la planta de fabricación de automóviles de Stellantis en Sochaux, Francia, el jueves 3 de octubre de 2024.
Nathan Laine | Bloomberg | Getty Images
DETROIT – Stellantis está demandando al United Auto Workers, escalando una batalla de varios meses entre el fabricante de automóviles transatlántico y el sindicato estadounidense, según ha sabido CNBC.
En un mensaje interno el viernes a los empleados que se confirmó como auténtico, la compañía dijo que está demandando al UAW, así como a un capítulo local en California que participó en una votación de solicitud de autorización de huelga en el Centro de Distribución de Piezas de Los Ángeles de Stellantis.
Esta demanda responsabilizaría tanto al sindicato Internacional como al sindicato local por la pérdida de ingresos y otros daños resultantes de la producción perdida debido a una huelga ilegal, dijo Tobin Williams, vicepresidente senior de recursos humanos de Stellantis en Norteamérica, en el mensaje.
Una supermayoría de miembros de UAW en el Centro de Distribución de Piezas de Los Ángeles de Stellantis votó para solicitar autorización de huelga a la Junta Ejecutiva Internacional si la compañía y el sindicato no pueden reconciliarse, dijo el sindicato el viernes por la mañana.
El presidente de United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, se dirige a los asistentes durante un mitin de campaña para la vicepresidenta de EE. UU. y candidata presidencial demócrata Kamala Harris y su compañero de fórmula Tim Walz en Romulus, Michigan, EE. UU., el 7 de agosto de 2024.
Rebecca Cook | Reuters
La queja tiene como objetivo prevenir y/o remediar un incumplimiento de contrato por parte del UAW, según una copia de la demanda presentada el jueves en el Tribunal de Distrito de EE. UU. en el Distrito Central de California.
La demanda argumenta que si el sindicato inicia una huelga, el tribunal debería otorgar a Stellantis daños monetarios que resulten de un incumplimiento de contrato.
El presidente de UAW, Shawn Fain, abordó la demanda el viernes en una carta a la dirección del sindicato en Stellantis. Llamó a esta y otras acciones de la compañía acciones desesperadas de un ejecutivo desesperado que ha perdido el control.
Nuestro equipo legal tiene plena confianza en nuestro derecho a hacer huelga. Las amenazas legales de la empresa son solo eso, amenazas destinadas a intimidarnos para que no nos defendamos, dijo Fain.
La disputa entre las dos partes se centra en que el sindicato alega que Stellantis no ha cumplido con las obligaciones contractuales como parte de un acuerdo al que llegaron a finales del año pasado. Esto sucede después de que Stellantis ha realizado varios recortes en la producción de plantas, ha llevado a cabo despidos de trabajadores y ha retrasado inversiones potenciales establecidas en el contrato de 2023.
Fain ha dicho repetidamente que el sindicato hará huelga si es necesario, sin embargo, Stellantis ha argumentado que sería ilegal bajo el contrato.
El fabricante de automóviles ha sostenido que hay un lenguaje en el contrato que le da flexibilidad para cambiar los planes basándose en condiciones del mercado, desempeño de la planta y otros factores.
La compañía reiteró esa postura en su demanda y citó la Carta 311, que incluye las inversiones esperadas de la empresa: Las inversiones futuras planificadas en la carta son condicionales, requieren aprobación de la empresa y están sujetas a cambios basados en estos factores comerciales contingentes.
La demanda se presentó el mismo día en que Fain y los miembros del sindicato celebraron su último mitin contra Stellantis en los suburbios de Detroit.
Estamos aquí hoy por una razón. El director ejecutivo de Stellantis, Carlos Tavares, está fuera de control y una vez más son los miembros del UAW los que tienen que salvar a esta empresa de sí misma, dijo Fain durante el evento. Una huelga paralizará esta empresa. Y si tenemos que hacer huelga, es decisión de Stellantis hacerlo porque no están cumpliendo su compromiso.
El sindicato y varios capítulos locales han presentado quejas contra el fabricante de automóviles con respecto a obligaciones contractuales y otros problemas.
Stellantis, en la demanda, calificó las quejas de una farsa diseñada para justificar huelgas en medio de contrato contra Stellantis que de otro modo violarían la cláusula de no huelga del contrato.