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Parece que los amantes de la comida rápida no quieren papas fritas con eso. A medida que más clientes pierden el apetito por la comida rápida debido a los precios desorbitados, el mayor productor de papas fritas de América del Norte está sufriendo las consecuencias.
Lamb Weston, que puede producir 250 millones de libras de productos de papa congelados anualmente en solo una instalación, anunció a principios de este mes que despediría al 4% de su fuerza laboral (aproximadamente 428 trabajadores) y cerraría su planta de producción en Connell, Washington. Desde el inicio del año, su precio de las acciones ha caído aproximadamente un 33%.
Un portavoz de Lamb Weston le dijo a Fortune que la planta cerrada era una instalación más antigua que representaba solo el 5% de la capacidad de la empresa.
El CEO Tom Werner dijo en una llamada de ganancias el 1 de octubre que las cadenas de hamburguesas de servicio rápido en particular son las responsables de la caída de Lamb Weston. El tráfico en esos restaurantes disminuyó un 3% en el primer trimestre de la empresa, mientras que el tráfico de restaurantes en general cayó un 2% interanual. Werner espera que el tráfico siga disminuyendo hasta el año fiscal 2025.
McDonald’s es el cliente más grande de Lamb Weston, representando el 13% de sus ventas. El procesador de papas también produce papas fritas para Yum Brands, propietaria de KFC y Taco Bell.
La inflación de los precios del menú ha convertido la comida rápida en un lujo para muchos consumidores, lo que significa que gigantes de la industria como McDonald’s y Wendy’s han tenido dificultades para atraer a los consumidores, y mucho menos hacer que gasten más. Las ventas en las mismas tiendas de McDonald’s disminuyeron un 1% el trimestre pasado, y aunque Yum Brands informó un aumento del 4,5% en los ingresos interanuales para su segundo trimestre, no cumplió con las expectativas debido a ventas decepcionantes.
“Al final del día, esperamos que los clientes continúen sintiendo el impacto de la economía y un mayor costo de vida durante al menos los próximos varios trimestres en este paisaje altamente competitivo”, dijo el presidente de McDonald’s en EE. UU., Joe Erlinger, a los inversores en julio.
Las papas fritas como indicador económico
Werner argumenta que las ventas de papas fritas son generalmente un buen indicador de la salud económica. Por lo general, son uno de los acompañamientos de comida rápida más prescindibles y se eliminan de los pedidos cuando los consumidores sienten apreturas económicas. Pero durante tiempos económicos saludables, son el primer acompañamiento que los clientes agregan a su pedido. Werner llamó a esto la “tasa de adhesión de papas fritas” en una entrevista con CNBC en octubre pasado.
A pesar de que la tasa de adhesión de papas fritas aumentó al 24% en 2022, en comparación con el 22% antes de la pandemia, Lamb Weston ha seguido teniendo dificultades a medida que la industria de la comida rápida se adapta a un entorno difícil. El CEO de McDonald’s, Chris Kempczinski, reconoció en febrero que más consumidores están recurriendo a comidas caseras para ahorrar dinero. Además de ser malas noticias para McDonald’s, también es un problema para Lamb Weston, que dijo que el 80% de todos los productos de papas fritas congeladas consumidos en EE. UU. provienen de restaurantes de comida rápida.
La desaceleración de la industria de la comida rápida también ha provocado una guerra de valores y la introducción de ofertas promocionales de comidas para atraer de vuelta a los clientes, incluido el combo de comida por $5 de McDonald’s y el combo de desayuno de dos por $3 de Wendy’s. Pero si bien tales incentivos han ayudado a aumentar el tráfico en las tiendas, las promociones no han sido de mucha ayuda para Lamb Weston, ya que los visitantes de los restaurantes no están ansiosos por actualizar a tamaños de papas fritas más grandes.
“Es importante señalar que muchos de estos combos de comidas promocionales tienen a los consumidores cambiando de papas fritas medianas a papas fritas pequeñas”, dijo Werner.
Sin embargo, hay un rayo de esperanza para Lamb Weston. Werner dijo que, además de mantener a sus socios restaurantes durante este difícil período, la empresa también expandió su negocio con otras cadenas en el último trimestre.
Stephen Zagor, un consultor de alimentos y restaurantes que enseña en la Escuela de Negocios de Columbia, dijo que la desaceleración de la comida rápida, al menos para McDonald’s, será pasajera, especialmente a medida que la inflación se enfríe.
“Será solo un pequeño contratiempo”, le dijo a Fortune en julio. “Volverán. Siempre vuelven”.
McDonald’s y Yum Brands no respondieron a la solicitud de comentarios de Fortune.
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