Las autoridades taiwanesas sugirieron que las detenciones podrían ser un caso de “abusos de poder” por parte de los oficiales de policía chinos. Y dijeron que el caso socava la confianza de las empresas que operan en China. En octubre del año pasado, las autoridades fiscales y de tierras de China iniciaron una investigación sobre la compañía. En ese momento, el fundador de Foxconn, Terry Gou, se postulaba como candidato independiente en las elecciones presidenciales de Taiwán. Taiwán ha instado a sus ciudadanos a “evitar viajes no esenciales” al continente, así como a Hong Kong y Macao, después de que China revelara pautas en junio detallando castigos criminales para lo que Beijing describió como separatistas de “independencia de Taiwán” empecinados. La instalación de Foxconn en Zhengzhou es la fábrica de iPhone más grande del mundo, conocida ampliamente como “iPhone City”. A pesar de una larga disputa geopolítica entre Beijing y Taipei, Foxconn es una de las muchas empresas taiwanesas que han construido fábricas en China. Beijing ve a la isla como una provincia separatista que, eventualmente, formará parte del país, y no ha descartado el uso de la fuerza para lograr esto. Pero muchos taiwaneses se consideran parte de una nación separada, aunque la mayoría está a favor de mantener el statu quo en el que Taiwán ni se independiza de China ni se une a ella.