Los pasajeros quedaron varados cuando el aeropuerto internacional en la isla caribeña de Martinica tuvo que cerrar debido a disturbios por el costo de vida en el territorio francés.
El jueves, decenas de manifestantes tomaron la pista del aeropuerto en la capital, Fort-de-France, provocando su cierre. Los vuelos entrantes fueron desviados a la cercana Guadalupe, también un territorio francés. El aeropuerto reabrió el viernes.
Se ha impuesto un toque de queda al menos hasta el lunes después de una ola de protestas violentas.
Las autoridades han prohibido las reuniones públicas, así como la compra de artículos que puedan ser usados para ataques incendiarios.