El estudiante de posgrado británico de la Universidad de Cornell que dijo que la institución efectivamente lo estaba deportando por su activismo pro Palestina dice que finalmente no será forzado a abandonar el país.
Momodou Taal dijo que apeló el plan de la universidad de desinscribirlo y, el miércoles, el vicerrector interino John Siliciano falló a su favor. La inscripción le permite mantener su visa F-1.
Taal dijo que cree que la presión pública sobre la universidad la persuadió a cambiar de rumbo. “No creo que anticiparan el nivel de rechazo”, dijo. Eric Lee, su abogado, dijo: “Es una lección de que estos ataques a los derechos democráticos pueden ser combatidos”.
Taal todavía está prohibido de ingresar al campus y de enseñar su curso – ¿Qué es la negritud? Raza y procesos de racialización – y no sabe cuándo esas prohibiciones pueden ser levantadas, pero puede seguir trabajando en su disertación, dijo.
El 23 de septiembre, según un correo electrónico que Taal proporcionó a Inside Higher Ed, un decano asociado senior le dijo que estaba suspendido y “una vez terminado el estatus F-1 [visa] es aconsejable salir de los EE. UU. lo antes posible para minimizar el tiempo que está fuera de estatus dentro de los EE. UU.”
El correo electrónico llegó después de que los manifestantes lograran cerrar – a través de cánticos, instrumentos y ruidos – una feria de empleo organizada por la universidad en el Hotel Statler de Ithaca, en la que estaban representados dos fabricantes de armas. Taal asistió a parte de esa protesta. Taal proporcionó a Inside Higher Ed una queja de un oficial de policía del campus que decía que había violado el código de conducta estudiantil de Cornell de varias maneras, incluyendo al entrar al hotel “inmediatamente detrás de individuos que habían utilizado la fuerza para ingresar”.
El portavoz de la universidad, Joel M. Malina, dijo en un comunicado el jueves que “Cornell tiene un proceso robusto y escalonado para tomar medidas provisionales y resolver finalmente situaciones en las que se alega que los estudiantes han violado el código de conducta estudiantil. La Ley Federal de Derechos Educativos y Privacidad protege los registros de los estudiantes individuales y prohíbe a las instituciones discutir casos específicos de conducta”.
En su propia declaración escrita, Taal dijo: “Nunca llegará el momento en el que me diga a mí mismo que fui demasiado lejos por Gaza”.