Michael Hiltzik: Comparando los Planes Presupuestarios de Harris y Trump

They’re heavily represented in industries such as agriculture, construction, hospitality, and health care, where labor shortages are endemic. Deporting them would likely lead to higher prices, lower productivity, and slower economic growth.”

That’s a level of analysis that’s been missing from the CRFB’s work. It’s also a level of analysis that Harris’ economic proposals deserve, even if they aren’t getting it from the CRFB. For a real-world example, the committee might have looked at the effect of the Affordable Care Act on the federal budget, which the CBO estimated would reduce the deficit by $104 billion over 10 years through 2029. Yet the CRFB continues to treat the ACA as a budget-buster.

In sum, the CRFB’s analysis is a mile wide and an inch deep. Its conclusions are presented as definitive, but they’re flimsy. The organization’s work is long on ideological bias and short on analytical rigor. It’s a reminder that in the world of economic policy, as in all aspects of life, you get what you pay for. And in this case, what you’re paying for is worth very little.

The bottom line is that the CRFB’s analysis is not worth the paper it’s printed on. It’s a biased and shallow attempt to influence public opinion, rather than a serious examination of the candidates’ economic proposals. Voters would be wise to look elsewhere for information on the true economic effects of Trump’s and Harris’ policies.

As for Hiltzik’s conclusion about Trump’s policies cratering the economy, that’s a warning worth heeding. If the CRFB’s flawed analysis is to be believed, Trump’s plans would indeed be disastrous for the country. It’s up to the voters to decide whether they want to take that risk.

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La deportación de inmigrantes provocará que los dueños de negocios en Estados Unidos reduzcan o comiencen menos empresas nuevas, al mismo tiempo que disminuyen la producción para reflejar la pérdida de consumidores de sus productos.

El instituto citó estimaciones que indican que un programa de deportación en efecto desde 2008 hasta 2014 costó los empleos de 88,000 trabajadores nativos de EE. UU. por cada 1 millón de trabajadores inmigrantes no autorizados deportados. La aritmética nos dice que, en esos términos, deportar a 11 millones de inmigrantes costaría los empleos de aproximadamente 968,000 nativos de EE. UU.

“La desaparición de trabajadores migrantes seca la demanda local en tiendas de comestibles, oficinas de alquiler y otros servicios no comerciales”, informó el instituto. “El golpe resultante a la demanda de todos los trabajadores supera la reducción en la oferta de trabajadores extranjeros”.

El instituto fue mucho más franco que el CRFB sobre el efecto de las políticas propuestas por Trump en el crecimiento económico. Considerando solo las deportaciones, los aranceles y el deseo de Trump de ejercer más control sobre el Sistema de la Reserva Federal, concluyó que para el final del mandato de Trump, el PIB de EE. UU. sería hasta un 9.7% menor que de otra manera, el empleo disminuiría hasta un 9%, y la inflación aumentaría hasta 7.4 puntos porcentuales.

Un enfoque excesivamente diligente en la reducción del déficit como política económica ha causado “daño real [para] los grupos más vulnerables de la nación, incluidos millones de estadounidenses endeudados y en declive”, escribió el historiador económico David Stein del Instituto Roosevelt y la UC Santa Bárbara el mes pasado. Cuando se convirtió en ortodoxia demócrata bajo los presidentes Carter y Clinton, el partido se inclinó hacia los “Demócratas de Reagan” y los votantes blancos suburbanos a expensas de los movimientos laborales y de derechos civiles.

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A medida que el gobierno federal se retiraba, “los presupuestos estatales fueron devastados”, escribió Stein. Los servicios estatales y locales fueron recortados. Los esfuerzos por controlar la deuda federal obligaron a los hogares a asumir más deuda.

Los fanáticos del déficit todavía están en ello y aún tienen mucha más credibilidad de la que merecen. Eso queda claro a partir del análisis del CRFB y de la rapidez con la que fue republicado como “noticias” el lunes. Los esfuerzos por volver a orientar la política de manera que beneficie a todos, no solo a los ricos, aún tienen un largo camino por recorrer en este país.